Diez años de la tragedia de Germanwings: así cambió la seguridad en los viajes

El siniestro no solo conmocionó a la sociedad europea, sino que a raíz de ello se puso el foco en la salud mental de los pilotos.

Mar 24, 2025 - 18:16
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Diez años de la tragedia de Germanwings: así cambió la seguridad en los viajes

El vuelo 9525 de Germanwings despegó del aeropuerto de Barcelona-El Prat el 24 de marzo de 2015 a las 10:01 horas con destino al aeropuerto Internacional de Düsseldorf. Sin embargo, el avión jamás llegó a Alemania. El copiloto, Andreas Lubitz, se quedó solo en la cabina, cerrando la puerta y dejando fuera al capitán. A continuación, estrelló deliberadamente la aeronave en los Alpes franceses, acabando con su vida y con la de las otras 150 personas que volaban a bordo de este Airbus A320-211.

Las investigaciones posteriores determinaron que Lubitz sufría problemas mentales, tales como rasgos psicopáticos, y que jamás mencionó a Germanwings. Además, el piloto también ocultó que el día del siniestro estaba de baja médica. Como consecuencia, los protocolos de seguridad aérea cambiaron para siempre.

Más evaluaciones mentales y dos personas en cabina

La tragedia de Germanwings supuso un cambio en la seguridad de los viajes, tal y como ocurrió en su momento con los fatídicos atentados del 11-S. Para empezar, visibilizó la salud mental en el sector de la aviación, donde los pilotos están sometidos a una gran presión. En este sentido, se impulsaron controles y evaluaciones mentales más exhaustivas a estos trabajadores y al resto del personal de la tripulación, además de protocolos de apoyo en todo tipo de problemas personales.

Desde entonces no solo es obligatorio que los pilotos reporten cualquier problema de salud mental a sus aerolíneas, sino que las compañías aéreas deben ser notificadas por los psiquiatras si un piloto sufre problemas psicológicos graves, poniendo por encima la seguridad sobre el secreto médico. En el caso de España, a petición de la Asociación de afectados del vuelo GWI 9525 en los Alpes, el Gobierno modificó la legislación para que las bajas médicas se comunicaran directamente desde las empresas a la Seguridad Social.

Además, muchas aerolíneas adoptaron como norma obligatoria que siempre haya dos personas en la cabina, ya que la puerta siempre permanece cerrada y solo puede abrirse desde dentro. Por lo tanto, si algún piloto se ausenta de la cabina durante el vuelo, como ocurrió en el caso de Germanwings cuando el capitán fue al baño, otro miembro de la tripulación debe entrar en ella.

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