Detenida una exempleada de un bufete de abogados por estafar 96.000 euros en compras cargadas a la cuenta de la empresa

La investigada aprovechaba la confianza con los socios para comprar móviles, ropa, perfumes o calzado.

Feb 20, 2025 - 15:05
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Detenida una exempleada de un bufete de abogados por estafar 96.000 euros en compras cargadas a la cuenta de la empresa

La Policía Nacional ha detenido a una exempleada de un prestigioso bufete de abogados de Sevilla, tras denunciar uno de los socios fundadores que el bufete había sido objeto de estafa, falsedad documental y usurpación de identidad. Así, se ha podido determinar que el perjuicio económico aproximado causado por la investigada asciende a 96.000 euros.

Según ha informado el cuerpo en una nota de prensa, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Sevilla llevó a cabo esta investigación que se inició en julio del 2024, a raíz de la denuncia de uno de los socios del bufete.

En este documento, el socio del bufete manifestó que la responsable de los hechos denunciados, valiéndose del cargo que desempeñaba en el despacho y de la relación personal de confianza establecida por los muchos años de trabajo, había realizado múltiples compras indiscriminadas de forma online a múltiples comercios.

Casi todas se correspondían con material electrónico (terminales móviles de alta y media gama, consolas y relojes inteligentes) a los cuales les daba una rápida salida, a través de empresas de compra-venta, así como calzado, ropa y perfumes, cargándolo todo a la cuenta bancaria del bufete.

Durante varios años

Las compras ilícitas habrían sido perpetradas durante varios años, sin percatarse ni el denunciante, ni ninguno de los socios del despacho, debido al modus operandi utilizado por la denunciada. Esta se aprovechaba de la confianza para enmascarar todo lo posible las compras.

Los agentes de la UDEF averiguaron que la presunta autora de los hechos, al ejercer el cargo de máxima responsable del área administrativa del bufete, era conocedora de la numeración, fecha de caducidad y código de validación de la tarjeta bancaria del despacho. Esto le valió para operar a través de internet, realizando los cargos a través de PayPal con la tarjeta bancaria del denunciante, aun sin ser portadora física de la tarjeta.

Para que este no se percatara de las compras ilícitas, además, la denunciada reseñó como datos de contacto su número de teléfono personal, así como su correo electrónico, por lo que pudo operar sin levantar sospechas. A la vez, cuando las compras eran cuantiosas, fraccionaba los pagos en varias mensualidades, para así no levantar sospechas.

Una vez la denunciada realizaba las adquisiciones, recibía los artículos, bien en su propio domicilio o en el despacho. Posteriormente, los vendía a un comercio de compra-venta de material electrónico de esta capital o a su círculo cercano, mediante encargos de familiares, amigos o compañeros de trabajo, los cuales eran desconocedores de tal práctica.

La presunta autora de los hechos llegó a estar tan confiada que incluso cargó a la cuenta de la empresa varias compras de comida rápida que encargó para que se las llevasen a su domicilio.