Después de las dos crisis respiratorias, el Papa ya respira sin ayuda de la máscara y su cuadro todavía es complejo
La Sala de Prensa del Vaticano hizo saber que esta mañana dejó la ventilación mecánica no invasiva que requirió ayer y que volvió a una oxigenación de alto flujo; sigue con su tratamiento y con fisioterapia respiratoria
ROMA.- Después de la doble crisis respiratoria aguda sufrida ayer por el Papa, debida a abundantes secreciones bronquiales y que volvió a disparar todas las alarmas, este martes fuentes del Vaticano dijeron que su condición general es “estable”, dentro de su cuadro complejo.
“Esta mañana los médicos le retiraron al Papa la ventilación mecánica no invasiva, por lo que retornó a la oxigenación de alto flujo”, informó la Sala de Prensa de la Santa Sede. El dato fue una buena noticia porque la ventilación mecánica no invasiva es una máscara que cubre nariz y boca que significa un soporte más pesado y para una situación más grave, mientras que la oxigenación de alto flujo es una asistencia más leve, a través de cánulas nasales.
“El Papa sigue con su tratamiento, con su fisioterapia respiratoria y está descansando”, agregó la misma fuente. También pareció una buena señal que hubiera reanudado esos ejercicios con especialistas que ayudan a la respiración.
Otra fuente del Vaticano filtró que el Papa estaba sentando en un sillón, que no había recibido visitas y que, “después de la jornada difícil” de la víspera, iba a tener una jornada más bien de reposo. No obstante, reiteró que, debido a una neumonía que parece no resolverse, aún “no está fuera de peligro”.
“El Papa durmió toda la noche, ahora sigue descansando”, dijo temprano por la mañana su vocero, Matteo Bruni, sin más detalles.
Tras dos días de condiciones clínicas “estables” el sábado y el domingo, ayer llegó un baldazo de agua helada cuando se difundió el habitual parte médico. Después de una mañana tranquila, el parte volvió a asustar a cientos de miles de católicos del mundo: informó que el Papa había tenido por la tarde “dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, provocados por una importante acumulación de moco endobronquial y el consiguiente broncoespasmo”. Entonce, por ese motivo, “se realizaron dos broncoscopias que requirieron aspiración de secreciones abundantes y se reanudó la ventilación mecánica no invasiva”. “El Santo Padre siempre se ha mantenido vigilante, orientado y colaborador. El pronóstico sigue siendo reservado”, concluyó el texto, que representó un paso para atrás respecto de los últimos dos días.
Fuentes del Vaticano subrayaron que las crisis respiratorias, que ocurrieron por la tarde, fueron superadas tal como indicaba el tiempo verbal del parte. Y destacaron que lo ocurrido suele ser “normal” dentro del cuadro complejo desde siempre pintado por los médicos de la situación de Jorge Bergoglio, un paciente de edad avanzada y con bronquitis crónicas desde su internación por neumonía de marzo de 2023. “Claramente la acumulación de muco es una consecuencia de la neumonía bilateral: es una reacción de los pulmones a las bacterias presentes en los bronquios, que intentan eliminar y entonces se genera un espasmo”, explicaron.
“Esto hace que el paciente respire mal porque intenta expulsar lo que hay dentro y molesta”, agregaron al subrayar que lo sucedido tampoco es un “elemento nuevo”, sino consecuencia del complejo cuadro general. La misma fuente resaltó que a diferencia de la crisis de broncoespasmo del viernes pasado, no hubo inhalación de vómito: lo que generó las dos crisis, de hecho, fueron los bronquios que intentaban expulsar el muco, insistieron. Y este fue aspirado a través de una sonda. Según algunos médicos, es normal que durante este tipo de operaciones el paciente pueda ser sedado. Pero una fuente vaticana dijo que lo más probable es que hubieran utilizado un antidolorífico. De hecho en el parte médico dijeron que el Papa había estado “colaborativo”.
Las mismas fuentes resaltaron que los parámetros sanguíneos del paciente ilustre seguían siendo estables y con glóbulos blancos bajos, lo que indica que no se trata de una infección que está creciendo, sino consecuencia de la infección en curso en los pulmones. Otro dato positivo.
Consultada por LA NACION, Annalisa Bilotta, médica del hospital Internacional Salvator Mundi de esta capital, comentó que “se trata de una situación larga y evidentemente compleja”. “El problema es que el parte médico no dice cómo está evolucionando la neumonía, no dice si la terapia con antibióticos que le están dando está funcionando o no... Lo único que puedo decir es que esto va a ser muy largo”, reflexionó.
Nadie se anima a pronosticar, de hecho, cuánto tiempo más necesitará el Papa para curarse de su neumonía, en un panorama con altos y bajos cada vez más frecuentes y de lo más impredecible.
En este marco, siguen llegando periodistas, camarógrafos y productores a Roma: desde el inicio de la internación de Francisco, el 14 de febrero, en efecto, la Sala de Prensa de la Santa Sede registró a 700 nuevos acreditados temporarios, es decir, más del doble de los corresponsales acreditados de forma permanente, que son más de 500, hizo saber este martes Bruni. “Algunos en verdad vinieron, se quedaron tres días, se fueron y fueron reemplazados por otros”, subrayó el vocero.
Esta noche, por segunda semana, seguirá adelante la maratón de rezo del rosario por la salud del Santo Padre en la Plaza San Pedro, seguida a diario por miles de personas. Guiará la oración el cardenal británico Arthur Roche, prefecto del Dicasterio para Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. El domingo próximo, primer domingo de Cuaresma -el período de 40 días que precede la Pascua-, en tanto, comenzarán los habituales ejercicios espirituales de la curia romana, “en comunión espiritual con el Santo Padre”, hizo saber la Sala de Prensa, que precisó que las meditaciones estarán a cargo del padre Roberto Pasolini, franciscano que es predicador de la Casa Pontificia. Bruni aclaró que el título de estas meditaciones, “La esperanza de la vida eterna”, fue decidido hace mucho tiempo.