Descontento entre sargentos de Infantería de Marina con la formación que reciben en la academia
Escuela de Infantería de Marina, en Cartagena Batallones de desembarco del Tercio de Armada Conocimientos que no aplican en las unidades Preferirían “Enseñanza sociodeportiva”...

- Escuela de Infantería de Marina, en Cartagena
- Batallones de desembarco del Tercio de Armada
- Conocimientos que no aplican en las unidades
- Preferirían “Enseñanza sociodeportiva”
- Propuesta: “Prevención de riesgos profesionales”
- Un título propio para la Infantería de Marina
Un estudio pone en duda la utilidad de la formación que se imparte a los sargentos alumnos de la Escuela de Infantería de Marina General Albacete Fuster, en Cartagena. Está firmado por un comandante, y ha recibido cierto aval, aunque sea tácito, por haber sido publicado en el Boletín de Infantería de Marina, una publicación oficial de la Armada.
El número 40 de ese boletín, fechado en diciembre de 2024, incluye un artículo firmado por un comandante de Infantería de Marina, Jesús Campelo Gaínza, y que lleva por título “Análisis del Título de Técnico Superior que obtienen los sargentos de Infantería de Marina”.
Escuela de Infantería de Marina, en Cartagena
En las academias de oficiales, los alumnos que estudian en la modalidad de ingreso sin titulación obtienen un título universitario de grado.
En las academias de suboficiales, los nuevos sargentos consiguen un título de técnico superior, es decir, el que acredita que han superado un grado superior. Esta formación académica se combina con la instrucción estrictamente militar.
El comandante Campelo explica que decidió analizar la situación tras cumplirse diez años de la primera promoción de suboficiales que obtuvo un título de técnico superior. Su objetivo era analizar esta formación profesional e identificar puntos de mejora.
Los aspirantes a la Escala de Suboficiales del Cuerpo de Infantería de Marina tienen que superar tres cursos en la Escuela de Infantería de Marina General Albacete Fuster, tras pasar unos meses al principios de su formación en la Escuela de Suboficiales de la Armada (San Fernando, Cádiz), con los alumnos del Cuerpo de Especialistas de la Armada.
En ese tiempo estudian el título de técnico superior de “Asistencia a la dirección”, que “imparte la Consejería de Educación de la Región de Murcia durante los dos primeros cursos escolares, a razón de 2.000 horas entre ambos cursos”.
Ese título “capacita a los alumnos para asistir a la dirección de una corporación y de otros departamentos en actividades de organización y representación, así como para ejecutar todo tipo de funciones administrativas y documentales, además de gestionar la información y la comunicación interna y externa de la misma, siempre aplicando correctamente la normativa y los protocolos vigentes de gestión de calidad”.
Batallones de desembarco del Tercio de Armada
Una vez que salen de la escuela, “durante la última década efectivamente el primer destino de todos los sargentos de Infantería de Marina fue la Brigada de Infantería de Marina - Tercio de Armada (TEAR)”.
Explica el oficial autor del artículo que “el Comandante General de la Infantería de Marina (COMGEIM) estableció que todos los nuevos sargentos comenzasen su carrera en el elemento fundamental de maniobra de la Infantería de Marina, el TEAR, y justo donde se desarrolla su principal razón de ser, la operación anfibia. Mayoritariamente en cualquiera de sus tres batallones de desembarco”.
Añade que “durante al menos los primeros catorce años de sus carreras, en los empleos de sargento y sargento primero, los cometidos que los suboficiales desarrollan en las unidades son fundamentalmente de tipo tácticos y operativos, al estar destinados al principio casi en exclusividad en los batallones de desembarco”.
Conocimientos que no aplican en las unidades
El comandante Jesús Campelo Gaínza entrevistó a suboficiales de Infantería de Marina, y también a mandos de las unidades donde están destinados esos suboficiales, para conocer su valoración sobre la formación que habían recibido en la escuela, y la aplicación práctica en su carrera militar.
“Una destacada proporción de los suboficiales a los que se les entrevistó para confeccionar este estudio (63,6%) indicaron no haber empleado los conocimientos del Título de Técnico Superior”, que es de “Asistencia a la dirección”, “de ninguna manera durante su trabajo diario en sus primeros destinos”.
El resto de los encuestados (36,4%) “refirieron que a lo único que le dieron algo de utilidad fue a las nociones en ofimática, tratamiento de textos u hojas de cálculo, pero tan sólo en tareas menores de informática a la hora de redactar informes o hacer algún archivo en Excel”.
El autor del estudio preguntó también a los mandos directos de estos suboficiales en el Tercio de Armada. El 61,9% consideró que los nuevos sargentos nunca ponen en práctica de ningún modo el mencionado título de técnico superior, mientras el resto (38,1%) indicaron que esta aplicación es poca, pero adecuada a los cometidos que realiza un sargento.
La conclusión del comandante Campelo fue clara: “Se confirma que el TTS con el que egresan de la escuela los nuevos sargentos de Infantería de Marina no está resultando de utilidad para el trabajo que éstos desarrollan en las unidades”.
Preferirían “Enseñanza sociodeportiva”
El estudio se completó con otras preguntas, dirigidas a conocer qué otro ciclo formativo de Grado Superior podría encajar mejor con las funciones que los suboficiales de Infantería de Marina realizan en su trabajo.
El 60,1% de los suboficiales encuestados se inclinaron por el título de técnico superior en “Enseñanza y animación sociodeportiva”.
La siguiente opción con más apoyo fue “Automoción” (22,4%), seguido de “Sistemas de telecomunicaciones e informáticos” (8,1%), “Prevención de riesgos profesionales” (7,3%) y “Coordinación de emergencias y protección civil” (2,1%).
También entre los mandos la alternativa más citada fue “Enseñanza y animación sociodeportiva”.
Propuesta: “Prevención de riesgos profesionales”
El comandante Campelo comparó los currículos de todos los ciclos formativos de Grado Superior mencionados, y también analizó las instalaciones disponibles y capacidades actuales de la Escuela de Infantería de Marina General Albacete y Fuster, con la idea de determinar cuál sería la mejor opción, entre las viables, para cambiar el título que se imparte a los sargentos alumnos.
Llegó a la conclusión de que ese título de “Enseñanza y animación sociodeportiva” “requeriría de tan enorme inversión en infraestructuras y equipamiento, que muy posiblemente no entrasen nunca en las prioridades del Ministerio de Defensa”.
Otros títulos “también precisan incluso de talleres y laboratorios, con gran cantidad de material y equipos específicos, seguramente muy caros y difíciles de adquirir”.
Por todo eso se inclinó por el ciclo de “Prevención de riesgos profesionales”, ya que “requiere de prácticamente los mismos locales, profesores y equipos informáticos que utiliza el actual TTS de «Asistencia a la dirección», por lo que podrían ser perfectamente adaptables en la EIMGAF”.
Defendió que con ese título “los suboficiales estarían correctamente formados ante la regla general que «considera a la prevención como un todo integrado con el fin último de proteger a las personas, independientemente de que sean civiles o militares, en sus lugares de trabajo y en la realización de sus actividades»”.
Tuvo en cuenta que “la prevención de los riesgos laborales en el ámbito del Ministerio de Defensa está integrada en todas sus actividades, a través de la implantación y aplicación del plan ordinario de prevención propio de cada unidad militar”, y los nuevos sargentos se pueden encontrar “en la obligación de tener que redactar el preceptivo parte de investigación de accidentes que le reclamará su servicio de prevención correspondiente”.
Un título propio para la Infantería de Marina
El auto del estudio cierra el artículo con una propuesta alternativa, que no desarrolla pero que deja al análisis.
“Para un futuro quizás la opción más conveniente podría ser la realización de un currículo ad hoc para un título de técnico superior que realmente cubriera todas las competencias que necesita un sargento de Infantería de Marina en los primeros años de su carrera”, sugirió.
Esa opción ya la permite la actual Ley de Formación Profesional, “mediante el diseño y configuración de un itinerario propio, adaptado a las necesidades, capacidades y expectativas de los alumnos. Ésta es la solución, por ejemplo, que precisamente se adoptó no hace mucho en la Guardia Civil”.
No hay que perder de vista que en los últimos años el Ejército de Tierra, el Ejército del Aire y la Guardia Civil han decidido dar un giro a la formación en sus academias de oficiales.
Tras años impartiendo un Grado en Ingeniería de Organización Industrial (Tierra y Aire) y un Grado en Ingeniería de Seguridad (Guardia Civil), optaron por diseñar grados propios, más adaptados a las funciones que ejercen los oficiales.
En la Academia General Militar (de Zaragoza) se decidió impartir el Grado en Estudios para la Defensa y Seguridad; el Grado en Tecnología y Operaciones Militares Aeroespaciales, en la Academia General del Aire (San Javier); y el Grado en Ciencias de la Seguridad Pública en la Academia de Oficiales de la Guardia Civil (Aranjuez).
Por su parte, la Escuela Naval Militar (Marín) sí defiende la utilidad del Grado en Ingeniería Mecánica, adaptado a tecnología naval, que estudian los futuros oficiales de la Armada.