Deja 12 euros de propina en un restaurante y se sorprende con lo que hace el camarero después: «Me ha parecido raro»

Cuando acudimos a un bar o un restaurante y recibimos un buen servicio , es habitual dejar una propina como muestra de agradecimiento . Aunque en España este gesto es completamente voluntario , en otros países, como Estados Unidos, es una norma que los clientes deben cumplir para garantizar el sustento de los camareros . Sin embargo, la percepción sobre la propina varía según cada persona y establecimiento, y lo que para algunos puede ser un acto de generosidad , para otros puede ser lo normal y esperado. En este contexto, el empresario catalán Sergio Lucena ha compartido en su cuenta de TikTok, 'lucenalife', una curiosa anécdota que vivió en un restaurante tras dejar una propina de 12 euros . Según relata, lo que ocurrió después de pagar su cena le pareció, cuanto menos, llamativo. En el vídeo, el empresario y creador de contenido explicó que la historia ocurrió durante una cena con sus hijos por el Día de San Valentín: «Voy a cenar con mis hijos por San Valentín, nos gastamos 188 euros, le doy 200 al camarero y le digo que se quede el cambio». Con este gesto, el empresario dejó una cantidad que, según él mismo, podía haber sido mayor, pero que consideraba adecuada por el servicio recibido. Sin embargo, lo que vino después le sorprendió. Tras disfrutar de la cena, Lucena y sus hijos decidieron quedarse un poco más en el restaurante. Fue entonces cuando pidió un café solo , sin fijarse en su precio exacto. Hasta ahí, todo transcurría con normalidad, hasta que llegó el momento de pagar. «Alargamos un poquito la cena, pido un café solo, no sé lo que costaría, y cuando me lo trae me pide que se lo pague», señaló sin ocultar su sorpresa ante la petición del camarero. Después de haber dejado 12 euros de propina, esperaba que el café fuese un detalle de la casa, una práctica habitual en algunos establecimientos cuando un cliente ha realizado un gasto considerable y ha demostrado su generosidad con el personal. «Me parece bien, me parece bien, yo le había dado 12 euros de propina, que me parece poco, pero no sé si yo como camarero me hubiese cobrado a mí mismo el café. Me ha parecido raro », confesó. A pesar de su sorpresa, Lucena no se negó a pagar y aseguró que el café, al igual que el servicio recibido, fue excelente. «Lo he pagado encantado, el café estaba buenísimo, el servicio, todo. Pero el gesto me ha parecido raro. Tal vez yo como propietario del negocio hubiese tenido el detalle de decir: 'No, no, a este invita la casa'. Pero repito: muy bien el sitio, buenísimo el café». El relato del empresario ha generado un gran debate en las redes sociales sobre si los restaurantes deberían tener gestos de cortesía con los clientes que dejan una buena propina . Mientras que algunos opinan que lo correcto habría sido invitar a Lucena al café como muestra de agradecimiento, otros defienden que el establecimiento no está obligado a regalar nada , ya que la propina es un acto voluntario que no debe suponer un trato especial.

Feb 23, 2025 - 18:29
 0
Deja 12 euros de propina en un restaurante y se sorprende con lo que hace el camarero después: «Me ha parecido raro»
Cuando acudimos a un bar o un restaurante y recibimos un buen servicio , es habitual dejar una propina como muestra de agradecimiento . Aunque en España este gesto es completamente voluntario , en otros países, como Estados Unidos, es una norma que los clientes deben cumplir para garantizar el sustento de los camareros . Sin embargo, la percepción sobre la propina varía según cada persona y establecimiento, y lo que para algunos puede ser un acto de generosidad , para otros puede ser lo normal y esperado. En este contexto, el empresario catalán Sergio Lucena ha compartido en su cuenta de TikTok, 'lucenalife', una curiosa anécdota que vivió en un restaurante tras dejar una propina de 12 euros . Según relata, lo que ocurrió después de pagar su cena le pareció, cuanto menos, llamativo. En el vídeo, el empresario y creador de contenido explicó que la historia ocurrió durante una cena con sus hijos por el Día de San Valentín: «Voy a cenar con mis hijos por San Valentín, nos gastamos 188 euros, le doy 200 al camarero y le digo que se quede el cambio». Con este gesto, el empresario dejó una cantidad que, según él mismo, podía haber sido mayor, pero que consideraba adecuada por el servicio recibido. Sin embargo, lo que vino después le sorprendió. Tras disfrutar de la cena, Lucena y sus hijos decidieron quedarse un poco más en el restaurante. Fue entonces cuando pidió un café solo , sin fijarse en su precio exacto. Hasta ahí, todo transcurría con normalidad, hasta que llegó el momento de pagar. «Alargamos un poquito la cena, pido un café solo, no sé lo que costaría, y cuando me lo trae me pide que se lo pague», señaló sin ocultar su sorpresa ante la petición del camarero. Después de haber dejado 12 euros de propina, esperaba que el café fuese un detalle de la casa, una práctica habitual en algunos establecimientos cuando un cliente ha realizado un gasto considerable y ha demostrado su generosidad con el personal. «Me parece bien, me parece bien, yo le había dado 12 euros de propina, que me parece poco, pero no sé si yo como camarero me hubiese cobrado a mí mismo el café. Me ha parecido raro », confesó. A pesar de su sorpresa, Lucena no se negó a pagar y aseguró que el café, al igual que el servicio recibido, fue excelente. «Lo he pagado encantado, el café estaba buenísimo, el servicio, todo. Pero el gesto me ha parecido raro. Tal vez yo como propietario del negocio hubiese tenido el detalle de decir: 'No, no, a este invita la casa'. Pero repito: muy bien el sitio, buenísimo el café». El relato del empresario ha generado un gran debate en las redes sociales sobre si los restaurantes deberían tener gestos de cortesía con los clientes que dejan una buena propina . Mientras que algunos opinan que lo correcto habría sido invitar a Lucena al café como muestra de agradecimiento, otros defienden que el establecimiento no está obligado a regalar nada , ya que la propina es un acto voluntario que no debe suponer un trato especial.