Cuando 'Forrest Gump' le quitó el Oscar a 'Pulp Fiction': 30 años de una lucha de titanes
En 1995, la obra maestra de Quentin Tarantino y el protagonista más famoso de Tom Hanks se jugaron la estatuilla dorada a mejor película. Fue el segundo quien ganó la carrera.

Era 1995 y hacía ya tiempo, en concreto 17 años, que John Travolta había triunfado bailando en Grease (1978) y Saturday Night Fever (1977). El actor había pasado su juventud enamorando a los adolescentes y, llegados los 90s, parecía que sus días de musicales y bailes de fiesta habían llegado a su fin. Tenía 40 años cuando la mujer de su jefe gángster ficticio se cruzó en su camino y cambió sus planes.
Desde que se había iniciado en esto de la actuación, el que había dado vida al chulito del instituto no había parado de trabajar, pero fue a finales de siglo que dio con el thriller que, años más tarde, se convertiría en una de sus películas más celebradas. Se titulaba Pulp Fiction y, con ella, Quentin Tarantino había dirigido la que posteriormente sería conocida como "su obra maestra".
Ese título no es poco merecido, pues aquella película de historias de asesinos a sueldo cruzadas no solo le dio a sus actores Samuel L. Jackson, Uma Thurman y el propio Travolta personajes por los que siempre serán recordados, sino que muchas de sus escenas -hablamos del maletín o de ese baile de twist, por ejemplo- han sido recreadas posteriormente hasta la saciedad, convirtiéndose en parte de nuestra cultura popular.
Hay películas que tardan tiempo en cuajar en la mente de críticos y público y hay otras que se convierten en un éxito inmediato. Pulp Fiction fue de las primeras para los expertos y de las segundas para la audiencia. Pero, si algo está claro, es que esta dualidad es muchas veces premonición de un éxito asegurado en la temporada de premios. Y quizá así habría sido, si no fuese porque, en 1995, otra historia ganó a este thriller la carrera por el Oscar, nunca mejor dicho.
La carrera de 'Forrest Gump' por el Oscar
El sentido del humor, la sangre, los improperios, las citas bíblicas, el homenaje a un Hollywood más antiguo, la estructura desordenada... Tarantino se dejó el alma (y el cine) en su segundo largometraje y, aunque el tiempo le ha dado su lugar correcto en la mente del público y las listas de obras eternas, fue un hombre con una caja de bombones quien se ganó el corazón de los votantes.
Al contrario que este, ni el director de Forrest Gump Robert Zemeckis ni el propio Tom Hanks confiaban en el éxito de su película. "Le dije: 'Bob, ¿a alguien le va a interesar esta película? ¿Estamos haciendo algo aquí que tenga algún sentido para alguien?", ha explicado su protagonista décadas después. Zemeckis le dijo que era "un campo de minas". "Es posible que estemos sembrando las semillas de nuestra propia destrucción", le contestó.
Pero nada más lejos de la realidad. La historia basada en la novela de Winston Groom sobre un hombre con una discapacidad intelectual que se ponía a correr e intervenía en grandes momentos decisivos de la historia de Estados Unidos se ganó la simpatía del público con la bonita personalidad del protagonista, la banda sonora que remarcaba cada época y las imágenes históricas en las que veíamos a Hanks junto a John Lennon, Kennedy o Elvis. Se puede decir que lo del Oscar estaba, pues, bastante reñido.
La derrota de 'Pulp Fiction'
Y llegó por fin el 27 de marzo de 1995 con la 67ª edición de los premios de la Academia y Forrest Gump había arrasado con 13 nominaciones en total. Pulp Fiction era la segunda favorita con 7 nominaciones en una noche en la que, finalmente, El rey León le pasó por delante a Tarantino y se convirtió en la segunda gran ganadora de la noche con 4 premios, entre ellos a la banda sonora original de Hans Zimmer y ese romántico Can You Feel The Love Tonight de Elton John.
En el resto de categorías, la película de Hanks le quitó la posibilidad de hacerse con la estatuilla a su sangrienta compañera, que solo pudo llevarse el Oscar a mejor guion original, galardón que se disputaba con Balas sobre Broadway (Woody Allen), Cuatro bodas y un funeral (Mike Newell), Criaturas celestiales (Peter Jackson) y Tres colores: Rojo (Krzysztof Kieślowski).
Forrest Gump se llevó seis estatuillas a su casa -convirtiéndose en la película más premiada de la noche- a mejor guion adaptado, mejor montaje, mejores efectos visuales, mejor actor, mejor director y mejor película. En esta última categoría, competían Cuatro bodas y un funeral, Quiz Show (Robert Redford), Cadena perpetua (Frank Darabont) y la de Tarantino. Nada mal para una película en la que ni siquiera sus responsables acababan de confiar.
¿Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter.