Crítica de 'Una película de Minecraft': Jack Black y Jason Momoa disfrutan excavando en lo absurdo

El largometraje de Jared Hess peca de previsible pero se gusta con un humor fácil que convierte la experiencia en algo que divierte y entretiene.

Abr 4, 2025 - 14:20
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Crítica de 'Una película de Minecraft': Jack Black y Jason Momoa disfrutan excavando en lo absurdo

Aviso a todos los que temían que Una película de Minecraft se vería terrible basándose en los avances: no hay nada de lo que preocuparse. Aunque el debate sobre si debería haberse realizado el largometraje completamente animado puede seguir sobre la mesa todo el tiempo que queramos, lo cierto es que el resultado final no desagrada. Incluso eso es algo que no importa si solo nos limitamos a disfrutar.

Es importante quedarse con el verbo anterior: disfrutar. Para eso se ha hecho esta película dirigida por Jared Hess y protagonizada por Jack Black y Jason Momoa. Ellos sí que parece que se divierten rodeados de bloques, creepers, aldeanos y piglings. Aunque todo lo que sucede a su alrededor roza constantemente lo absurdo, ¿por qué tendríamos nosotros que buscarle los tres pies al gato?

Si hay que ponerse exigentes, lo cierto es que esta aventura en el mundo cúbico es previsible la mayor parte del tiempo. Una pena teniendo en cuenta que el videojuego carece de historia principal como tal, por lo que cada partida es un lienzo en blanco en el que podemos ser originales sin límites. El espectador se acerca al Overworld a través de los ojos del Steve de Jack Black. Aquí es necesario puntualizar que, aunque el personaje por defecto de Minecraft no tiene personalidad como tal, el Steve que conocemos es, en esencia, Jack Black. No debe haberse esforzado mucho en interpretarlo. Si hasta canta en varias ocasiones.

También se le podría haber dado alguna vuelta más a los roles de cada personaje. Steve (Jack Black), Garrett "El Basurero" Garrison (Jason Momoa) y Henry (Sebastian Eugene Hansen) están constantemente pico y pala, superando obstáculos y derrotando a sus enemigos. Por momentos, la trama de Natalie (Emma Myers) y Dawn (Danielle Brooks) pasa a un segundo plano muy marcado. Hasta Jennifer Coolidge tiene escenas más memorables pese a no viajar al mundo cúbico junto al resto.

Todo lo anterior son asuntos que devalúan un poco la cinta. Sin embargo, esta cumple con el cometido de divertirnos con su humor fácil y sus situaciones absurdas. La experiencia de Una película de Minecraft se puede resumir en sentarse frente a la pantalla para ver una aventura sencilla y emocionante, con giros de guion que se ven venir pero que no molestan, y con un buen uso de los elementos originales del propio juego, que al final es lo que alguien que haya jugado espera.

No hay que darle muchas más vueltas. Los niños disfrutarán esta experiencia colorida y los padres se reirán en varias ocasiones. Entre el resto del público, los que quieran ver la película por curiosidad podrán entretenerse sin problemas. Y para los fans de Minecraft, todo dependerá de la actitud con la que acudan al cine. Al final, no deja de ser un mundo abierto con miles de posibilidades. Si no les convence la versión de Jared Hess, siempre podrán volver a su propia aventura.