Condenado a 39 años de cárcel el policía que mató a una anciana para quedarse su dinero en Ciempozuelos
El procesado trató de acabar con su vida previamente provocando un accidente de tráfico que la dejó en la UCI.

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 39 años y 6 meses de prisión a Fernando R.C., un policía local que mató a una anciana tirándola por las escaleras de su casa en Ciempozuelos (Madrid), veinte días después de intentar asesinarla provocando un accidente de tráfico. Todo ello con el mismo objetivo, quedarse con su dinero.
La sección 2ª de la Audiencia Provincial ha dictado sentencia contra este agente, al que un jurado popular consideró culpable de asesinato y asesinato en grado de tentativa por acabar el 29 de febrero de 2020 a Teresa L.L., de 83 años. Todo ello tras falsificar su testamento para convertirse en su heredero y suplantarla para obtener un poder sobre sus cuentas, de las que sustrajo cerca de medio millón de euros.
El tribunal le ha impuesto una pena de 22 años de prisión por un delito de asesinato consumado, 10 por asesinato en grado de tentativa, seis por falsedad en documento público en concurso con un delito de estafa y otro año y seis meses de prisión por otro delito de falsedad en documento público.
Absuelto de alzamiento de bienes
La sentencia, a la que se puede recurrir ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TJSM), le absuelve, sin embargo, por alzamiento de bienes, al igual que a su exmujer, a quien se consideró no culpable. Todo ello después de que el jurado popular consideró probada la comisión de dicho delito. Además, el fallo declara nulos tanto el testamento falsificado por el policía para convertirse en heredero de su víctima, como el poder con el que tuvo control sobre sus cuentas bancarias.
También le condena a abonar una multa de entorno a 6.360 euros y a pagar las cuatro quintas partes de las costas, junto a la inhabilitación total durante el tiempo que duran las penas de asesinato y asesinato en grado de tentativa.
Durante el juicio, la Fiscalía pidió 44 años de cárcel, mientras que la acusación particular, en representación de la familia de la víctima, solicitó prisión permanente revisable. No obstante, su defensa solicitaba que no se le impusiese la pena máxima por asesinato, al entender que el jurado no había reconocido el desvalimiento de la víctima.
Un accidente provocado
Cuando murió al precipitarse por las escaleras, la mujer apenas tenía movilidad, tenía que llevar oxígeno y un andador debido a un accidente de tráfico: un choque contra un árbol a 40 km/h, que le llevo a la UCI y que el jurado y tribunal consideran un intento de asesinato.
Durante el proceso judicial, el condenado admitió haber suplantado a la anciana para obtener un poder sobre sus cuentas, mientras que negó haber provocado un accidente para acabar con su vida, así como haberla tirado por las escaleras, sosteniendo que la caída fue accidental. Esta ocurrió cuando ambos estaban solos, tras enviar a la empleada del hogar a hacer la compra. El informe forense concluyó vio etiología homicida porque una fuerza impulsó a Teresa para que cayese por las escaleras.
El día que murió, buscó en Internet cómo fingir lágrimas. Antes se había gastado su dinero en un peluquín, un jacuzzi o electrodomésticos, además de retirar miles de euros en efectivo. En su ambición por el lujo, se planteó incluso divorciarse y casarse con la octogenaria, para heredar.