Condenada a 25 años de prisión la madre que asfixió a su bebé en Zaragoza
La mujer reconoció que ahogó a su hijo con un cojín y deberá indemnizar al padre por el daño moral causado.

La Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a 25 años de prisión a Tatiana Diguele Núñez, la madre del bebé encontrado muerto en febrero de 2024 en las inmediaciones del Caixaforum de la capital aragonesa. La Justicia la encuentra autora de un delito de asesinato de un menor con la atenuante de confesión y la agravante de parentesco.
La condenada, de 31 años, nacida en León y sin antecedentes penales hasta la fecha, permanecía en prisión provisional por esta causa. También deberá indemnizar al padre del bebé con 90.000 euros en concepto de daño moral. Además se le ha impuesto una medida de libertad vigilada durante los cinco años posteriores a su condena, según recoge la sentencia.
El juicio se celebró entre el 31 de marzo y el 7 de abril. En el mismo, el Ministerio Fiscal, que reclamaba en un principio la prisión permanente revisable, modificó sus conclusiones provisionales al tener en cuenta la atenuante de confesión. La acusación particular, ejercida por el padre del bebé, se adhirió a esta petición, que ascendía a 26 años de cárcel. La defensa, tras reconocer el asesinato, pidió 25 años, la pena final.
Ocultó el cadáver en una zona de difícil acceso
El tribunal ha considerado probado que la acusada asfixió a su hijo, Juan Carlos Sandú Diguele, de ocho meses, poniéndole un cojín sobre la cara entre las 13.30h y las 17.30h del 23 de febrero de 2024.
A continuación, colocó el cadáver en el coche de paseo y lo llevó hasta el parque situado en la parte trasera del edificio Caixaforum de Zaragoza. Allí, permaneció sentada en un banco y, al ver que nadie transitaba por la zona, ocultó el cuerpo del bebé entre un banco de cemento y una valla metálica, en un lugar de difícil acceso y visibilidad, abandonando el lugar momentos después con el carrito vacío.
A las 02.00h del 24 de febrero, el padre del menor denunció la desaparición de su pareja y del hijo de ambos. Durante la mañana del día siguiente, la madre llamó al 112 ofreciendo datos incoherentes y contradictorios sobre su propia desaparición y la del bebé, dirigiendo a los funcionarios hacia el parque donde depositó el cadáver del niño.
Tras localizar el cuerpo sin vida del bebé, la Policía detuvo a la madre y, tras comunicarle sus derechos como detenida, ella misma manifestó haber ahogado a su hijo con un cojín.