China contraataca a Trump con aranceles del 34% sobre productos 'made in USA'

La Casa Blanca impuso una tasa universal del 10% que entrará en vigor este sábado, 5 de abril, y tasas específicas para cada región o país, que en el caso de China será del 34% y se suma a las del 20% que soporta

Abr 4, 2025 - 14:20
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China contraataca a Trump con aranceles del 34% sobre productos 'made in USA'

La respuesta de China a la ofensiva arancelaria lanzada por la nueva Administración Trump ha tardado menos de 48 horas en llegar: el gigante asiático contraataca con un 'peaje' del 34% a todas las importaciones procedentes de Estados Unidos a partir del 10 de abril. El líder chino, Xi Jinping confirma su amenaza e impone un arancel recíproco al planteado para su país desde la Casa Blanca, que ya acumula un muro del 54% para las importaciones de productos chinos.

Pekín impondrá esa tarifa del 34% a todas las importaciones procedentes de su rival a partir del próximo jueves, según informó la agencia oficial de noticias Xinhua. Al mismo tiempo, las autoridades chinas tienen previsto iniciar una investigación sobre los tubos de rayos X médicos importados desde EEUU e India, y suspenderán las importaciones de productos avícolas de dos empresas estadounidenses.

La medida anunciada por China llega como respuesta a las tarifas masivas decretadas por el inquilino de la Casa Blanca el pasado miércoles. Estas incluyen un arancel universal del 10% que entrará en vigor este sábado, 5 de abril, y tasas específicas para cada región o país, que en el caso de China será del 34% desde el 9 de abril. El gigante asiático, segunda mayor economía del planeta por detrás de EEUU, ya soportaba tasas del 20% desde hace varias semanas.

Una 'guerra comercial' que se prolonga desde 2018

Las tensiones entre Washington y Pekín que, en realidad se mantienen desde que ambas potencias se decretaron oficialmente la guerra comercial por primera vez en 2018 -durante el primer mandato del republicano- se han intensificado con el regreso de Trump al Despacho Oval el pasado 20 de enero.

De hecho, el presidente estadounidense aún no ha hablado con su homólogo chino, más de dos meses después de su investidura. Ambos países también están estancados en el conflicto sobre el supuesto papel de China en el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos, motivo que Trump ha citado para justificar las dos rondas anteriores de aranceles.

Según un análisis de Bloomberg Economics, el arancel medio que China estaba imponiendo a los productos estadounidenses era del 17,8%, frente al 32,8% que Washington aplicaba a los productos chinos. El año pasado, el gigante asiático importó casi 164.000 millones de dólares en bienes procedentes de Estados Unidos, la cifra más baja en cuatro años.

Una respuesta bien diseñada

"La rapidez con la que se implementaron las contramedidas demuestra un alto nivel de reflexión y una serie de respuestas adecuadas para contraatacar a Estados Unidos", advierte Dylan Loh, profesor adjunto en la Universidad Tecnológica de Nanyang en Singapur. Desde su punto de vista, Pekín, logra un equilibrio entre "causar cierto daño sin parecer una sobrerreacción".

El Gobierno de Xi está lanzando un mensaje a Washington de que ambos países están en igualdad de condiciones y de que Pekín no se someterá ni aceptará la situación sin más, según Wen-Ti Sung, investigador no residente del Global China Hub del Atlantic Council. Aun así, deja abierta una "vía de escape". "La represalia china aún parece proporcional y diseñada con precisión, enfocándose principalmente en productos agrícolas y contratistas de defensa, dos pilares clave de la base electoral de Trump".

Los mercados reaccionan con ventas masivas en China

El riesgo a frenar la incipiente recuperación del mercado chino empieza a provocar pérdidas en las acciones del gigante asiático. Los contratos de futuro que siguen al FTSE China A50 retroceden en torno al 3,5% en Singapur tras conocer el contraataque de Pekín. Asimismo, las acciones de las empresas chinas como AliBaba que cotizan en Wall Street retroceden a doble dígito en las operaciones previas a la apertura de Nueva York.