Caos en 'Ni que fuéramos': un 'confidente' rompe a llorar y su testimonio sobre Joaquín hace aguas

Lo que debía ser una exclusiva sobre la vida sentimental de Joaquín Sánchez terminó convirtiéndose en un inesperado espectáculo en Ni que fuéramos este jueves. Un supuesto confidente acudió al programa con la intención de hablar de una presunta infidelidad del exfutbolista, pero su testimonio quedó relegado en un segundo plano ya que, en pleno directo, se desplomó emocionalmente al asegurar que su novio Augusto, con el que llevaba seis meses de relación, acababa de romper con él: "La que era mi actual pareja me ha dejado y no quiere seguir conmigo [...] No entiendo el motivo".

El joven, incapaz de contener las lágrimas, desvió por completo el rumbo de la tertulia. Mientras intentaba explicarse, Belén Esteban le ofreció algo de comer: "¿Quieres un trozo de huevo duro?". La ocurrencia desató las risas entre los presentes, aunque él, visiblemente abatido, aceptó sin dudarlo. Pese a la confusión, María Patiño trató de calmarle y le recomendó tumbarse con las piernas en alto para aliviar el mareo que decía sentir.

Cuando por fin consiguió centrarse en la trama que lo había llevado hasta el plató, sus palabras comenzaron a generar dudas. Aseguró que en 2009 había visto a Joaquín salir de la habitación de su compañera de piso tras un encuentro íntimo, pero al revisar su edad, algo no cuadraba: en aquel entonces solo tenía ocho años.

Tal era el desconcierto que Javier de Hoyos se vio obligado a tomar la palabra y aclarar que información real procedía de otra persona y que el invitado era, en realidad, un actor contratado para representar la historia: "La información es real, pero la persona que da la información no quiere aparecer en cámara''. Sin embargo, la ruptura sentimental que había sufrido justo antes de salir en pantalla cambió por completo el guion, convirtiéndolo en protagonista involuntario de la emisión. "Ya que estoy aquí, igual pido consejo", dijo el confidente.

A medida que avanzaba la charla, los comentaristas comenzaron a sospechar que su invitado podía estar exagerando su propio drama. Patiño le pidió que mostrara una foto de su ya ex, pero él, al parecer inseguro sobre la legalidad de compartirlo públicamente, optó por enseñárselo únicamente a ella y a Esteban.

Por su parte, Kiko Matamoros, al notar algunas incoherencias, no pudo evitar soltar alguna que otra carcajada. Finalmente, el formato optó por despedirlo sin que se resolvieran todas las incógnitas sobre su relato.