Cada vez más adolescentes están cayendo en la vigorexia: así puedes saber si tu hijo la sufre
La adolescencia es una etapa de reconocimiento, tanto interno como externo, por lo tanto es frecuente que se desarrollen problemas de imagen corporal. Así, algunos están obsesionados con desarrollar masa muscular excesiva o lo que llamamos vigorexia, un trastorno que cada vez afecta más adolescentes y por ello, revelamos todo lo que los padres deberían saber. Qué es la vigorexia Aunque muchas veces lo denominan un trastorno alimentario, en realidad la vigorexia es un tipo de trastorno dismórfico corporal, una afección de salud mental que provoca obsesión en quien lo padece con defectos percibidos en su apariencia física, que a menudos pasan desapercibido para los demás. Los estudios señalan que quienes tienen vigorexia tienen un fuerte deseo de tener menos grasa corporal y más músculos, sin quedarse satisfechos en ningún momento. En Vitónica Ese cuerpo no es el mío: la vigorexia o cuando el ejercicio físico y la nutrición correcta dejan de ser sanos Esto los empuja a sentir la necesidad constante de entrenar y desarrollar músculo para mejorar la apariencia, sin nunca llegar a estar conforme con la misma. Asimismo, pueden caer en la ingesta de suplementos o sustancias anabólicas peligrosas para el organismo o bien, en dietas restrictivas y limitadas, razón por la cual muchos lo consideran un trastorno alimentario. La preocupación por la apariencia corporal suele generar angustia y pueden acudir, quienes lo padecen, a comportamientos y rituales compulsivos. Posibles causas de vigorexia Aunque la vigorexia no se desarrolla por una única causa sino que en ella confluyen factores sociales y psicológicos diversos, una ansiedad subyacente puede ser precursor de problemas de imagen corporal y trastornos como la vigorexia, generando inseguridad y miedo al rechazo. En este sentido suele existir el miedo a ser evaluado negativamente por otras personas y el deseo a ser incluido, dándole mucho peso a la apariencia corporal. La influencia de las redes sociales también puede ser determinante, ya que en las mismas se suelen presentar estándares de belleza poco realistas e inalcanzables para un adolescente o el joven promedio, lo cual puede facilitar que se sientan inseguros o con miedo a ser ridiculizados o rechazados por su apariencia. En Vitónica Cuerpos "ideales" desde los 90' hasta hoy: cómo ha cambiado la imagen del cuerpo a conseguir (seis expertas nos lo cuentan) La competición y la presión social también pueden favorecer el desarrollo de vigorexia, especialmente si los amigos fomentan la práctica de ejercicio así como el entrenamiento y la ganancia muscular, o tienen como objetivo lograr cierto tipo de cuerpo. Lo mismo ocurre sí en el núcleo familiar o entre sus vínculos sociales se habla mucho sobre el cuerpo y el peso corporal, pudiendo esto obsesionar a los adolescentes con la apariencia física y fomentar el desarrollo de trastornos de la imagen corporal como la vigorexia. Cómo saber si un adolescente tiene vigorexia Si somos padres, es fundamental tener en cuenta determinadas señales de alerta a las que hay que prestar atención para detectar si un adolescente podría estar luchando contra la vigorexia. Entre las mismas se encuentran: El ejercicio interfiere con la vida y las relaciones El entrenamiento y el trabajo del cuerpo en el gimnasio se vuelve prioridad para los adolescentes que padecen vigorexia, pudiendo priorizarse por sobre la escuela o por sobre el tiempo que pasan con amigos y familiares. Cambios en los patrones de alimentación Si un adolescente establece rituales alrededor de la comida, evita sus platos favoritos o repite a diario comidas o alimentos concretos; o bien, pide proteínas en polvo o suplementos específicos diseñados para fisicoculturistas, es momento de prestar atención. Revisan su apariencia con frecuencia Si el adolescente se mira constantemente en el espejo, mide sus músculos o se prueba diferente ropa, podemos estar hasta ante un trastorno de la imagen corporal. Por otro lado, también hay que prestar atención a la ropa que usan, ya que si utilizan prendas muy holgadas para ocultar su aparente falta de músculo, puede estar ante un principio de vigorexia. Cambios de humor La vigorexia puede causar comportamientos obsesivos y pensamientos intrusivos que llevan la ansiedad, depresión, irritabilidad e inseguridad extrema, pudiendo notar que se ponen a la defensiva al hablar de su cuerpo o se enojan si tienen que faltar a un entrenamiento. Uso de esteroides En los casos más graves de vigorexia, los adolescentes pueden acudir al uso de esteroides que tienen un efecto anabólico en nuestro cuerpo y por lo tanto, pueden sufrir graves consecuencias para la salud como trastornos cardiovasculares, hepáticos

La adolescencia es una etapa de reconocimiento, tanto interno como externo, por lo tanto es frecuente que se desarrollen problemas de imagen corporal. Así, algunos están obsesionados con desarrollar masa muscular excesiva o lo que llamamos vigorexia, un trastorno que cada vez afecta más adolescentes y por ello, revelamos todo lo que los padres deberían saber.
Qué es la vigorexia
Aunque muchas veces lo denominan un trastorno alimentario, en realidad la vigorexia es un tipo de trastorno dismórfico corporal, una afección de salud mental que provoca obsesión en quien lo padece con defectos percibidos en su apariencia física, que a menudos pasan desapercibido para los demás.
Los estudios señalan que quienes tienen vigorexia tienen un fuerte deseo de tener menos grasa corporal y más músculos, sin quedarse satisfechos en ningún momento.
Esto los empuja a sentir la necesidad constante de entrenar y desarrollar músculo para mejorar la apariencia, sin nunca llegar a estar conforme con la misma.
Asimismo, pueden caer en la ingesta de suplementos o sustancias anabólicas peligrosas para el organismo o bien, en dietas restrictivas y limitadas, razón por la cual muchos lo consideran un trastorno alimentario.
La preocupación por la apariencia corporal suele generar angustia y pueden acudir, quienes lo padecen, a comportamientos y rituales compulsivos.

Posibles causas de vigorexia
Aunque la vigorexia no se desarrolla por una única causa sino que en ella confluyen factores sociales y psicológicos diversos, una ansiedad subyacente puede ser precursor de problemas de imagen corporal y trastornos como la vigorexia, generando inseguridad y miedo al rechazo.
En este sentido suele existir el miedo a ser evaluado negativamente por otras personas y el deseo a ser incluido, dándole mucho peso a la apariencia corporal.
La influencia de las redes sociales también puede ser determinante, ya que en las mismas se suelen presentar estándares de belleza poco realistas e inalcanzables para un adolescente o el joven promedio, lo cual puede facilitar que se sientan inseguros o con miedo a ser ridiculizados o rechazados por su apariencia.
La competición y la presión social también pueden favorecer el desarrollo de vigorexia, especialmente si los amigos fomentan la práctica de ejercicio así como el entrenamiento y la ganancia muscular, o tienen como objetivo lograr cierto tipo de cuerpo.
Lo mismo ocurre sí en el núcleo familiar o entre sus vínculos sociales se habla mucho sobre el cuerpo y el peso corporal, pudiendo esto obsesionar a los adolescentes con la apariencia física y fomentar el desarrollo de trastornos de la imagen corporal como la vigorexia.
Cómo saber si un adolescente tiene vigorexia
Si somos padres, es fundamental tener en cuenta determinadas señales de alerta a las que hay que prestar atención para detectar si un adolescente podría estar luchando contra la vigorexia. Entre las mismas se encuentran:
El ejercicio interfiere con la vida y las relaciones
El entrenamiento y el trabajo del cuerpo en el gimnasio se vuelve prioridad para los adolescentes que padecen vigorexia, pudiendo priorizarse por sobre la escuela o por sobre el tiempo que pasan con amigos y familiares.

Cambios en los patrones de alimentación
Si un adolescente establece rituales alrededor de la comida, evita sus platos favoritos o repite a diario comidas o alimentos concretos; o bien, pide proteínas en polvo o suplementos específicos diseñados para fisicoculturistas, es momento de prestar atención.
Revisan su apariencia con frecuencia
Si el adolescente se mira constantemente en el espejo, mide sus músculos o se prueba diferente ropa, podemos estar hasta ante un trastorno de la imagen corporal.
Por otro lado, también hay que prestar atención a la ropa que usan, ya que si utilizan prendas muy holgadas para ocultar su aparente falta de músculo, puede estar ante un principio de vigorexia.
Cambios de humor
La vigorexia puede causar comportamientos obsesivos y pensamientos intrusivos que llevan la ansiedad, depresión, irritabilidad e inseguridad extrema, pudiendo notar que se ponen a la defensiva al hablar de su cuerpo o se enojan si tienen que faltar a un entrenamiento.

Uso de esteroides
En los casos más graves de vigorexia, los adolescentes pueden acudir al uso de esteroides que tienen un efecto anabólico en nuestro cuerpo y por lo tanto, pueden sufrir graves consecuencias para la salud como trastornos cardiovasculares, hepáticos y reproductivos.
Estas son las señales de alerta para los padres de adolescentes que pueden ayudar a identificar la presencia de vigorexia y que merece la pena atender para evitar los posibles riesgos que conlleva este trastorno dismórfico corporal, pues a largo plazo, la vigorexia puede ocasionar desde deficiencias nutricionales o lesiones por entrenamiento excesivo, hasta depresión, ansiedad, problemas para relacionarse o vincularse y otros.
Referencias
- Arslan M, Yabancı Ayhan N, Sarıyer ET, Çolak H, Çevik E. The Effect of Bigorexia Nervosa on Eating Attitudes and Physical Activity: A Study on University Students. Int J Clin Pract. 2022 Aug 24;2022:6325860. doi: 10.1155/2022/6325860. PMID: 36081811; PMCID: PMC9433244.
- Nemours Children’s Health. What Are the Risks of Steroid Use?. Medically reviewed by: Rupal Christine Gupta, MD. Date reviewed: April 2023
Imagen | Foto de portada: cottonbro studio, foto 1: Arkana Asido, foto 2: FitNish Media y foto 3: cottonbro studio
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La noticia
Cada vez más adolescentes están cayendo en la vigorexia: así puedes saber si tu hijo la sufre
fue publicada originalmente en
Vitónica
por
Gabriela Gottau
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