Las maniobras del Gobierno para conseguir que la Comisión Europea le compute partidas como la reserva estratégica de medicamentos o las inversiones en determinadas infraestructuras ferroviarias como gasto en defensa, como cauce para cerrar a las bravas la brecha de esfuerzo inversor que separa a España de sus principales socios europeos y de los objetivos marcados por la OTAN e incluso por la Comisión Europea, no van a impedir que tenga que realizar un esfuerzo mayor al de otros países de la Unión para ponerse al día. El mecanismo fiscal ideado por Bruselas para eximir la inversión en defensa del corsé que impone a los países europeos el procedimiento de déficit excesivo y de paso estimular el gasto en este...
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