Aumentan los avisos de alerta en Castilla y León por las riadas, con tres en rojo en Ávila y Segovia
La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) ha aumentado hasta 23 el número de avisos hidrológicos activos en Castilla y León por la crecida de los ríos, tres de ellos en rojo: la capital abulense, por el río Adaja; la ciudad del acueducto y el municipio segoviano de Coca. Según el último parte de avenidas hay una tendencia hacia la estabilización en estros tres puntos críticos, así como en Bernardos, también en Segovia, que está en nivel naranja. La misma alerta tienen otros cuatro enclaves de medición: dos de ellos en el río Adaja a su paso por Arévalo, con tendencia creciente, y en la salida del embalse de Las Cogotas, que va hacia la estabilización; uno en el río Eresma a su paso por Valsaín, en situación de estabilización, y el del río Voltoya en Coca, en la provincia de Segovia, cuya tendencia es decreciente. Los otros 15 avisos hidrológicos que mantiene activos el organismo de cuenca a primera hora de este domingo se sitúan en nivel amarillo, al paso del río Adaja en Valdestillas (Valladolid), un municipio que preocupa especialmente debido a su tendencia creciente a la espera de que en las próximas horas llegue la punta de la crecida. Lo mismo ocurre en la localidad burgalesa de Aranda de Duero, donde este río sigue con su caudal al alza, lo que ha llevado al Ayuntamiento a dictar un bando pidiendo precaución a la población y pidiendo que no se acceda a las zonas ribereñas. En mismo río tiene aviso amarillo en Garray y Navapalos (Soria) y en Vadocondes (Burgos); el Bernesga, en León; el Castillería en Vañes (Palencia); el Duratón en la salida del embalse de las Vencías (Segovia); el Eresma a la salida del embalse de El Pontón (Segovia); el Huebra en Puente Resbala (Salamanca); el Moros en El Espinar (Segovia); el Riaza en Languilla (Segovia); el Támega en Rabal (Ourense); el Tera en Tardesillas (Soria), y el Voltoya en Mediana de Voltoya (Ávila).
La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) ha aumentado hasta 23 el número de avisos hidrológicos activos en Castilla y León por la crecida de los ríos, tres de ellos en rojo: la capital abulense, por el río Adaja; la ciudad del acueducto y el municipio segoviano de Coca. Según el último parte de avenidas hay una tendencia hacia la estabilización en estros tres puntos críticos, así como en Bernardos, también en Segovia, que está en nivel naranja. La misma alerta tienen otros cuatro enclaves de medición: dos de ellos en el río Adaja a su paso por Arévalo, con tendencia creciente, y en la salida del embalse de Las Cogotas, que va hacia la estabilización; uno en el río Eresma a su paso por Valsaín, en situación de estabilización, y el del río Voltoya en Coca, en la provincia de Segovia, cuya tendencia es decreciente. Los otros 15 avisos hidrológicos que mantiene activos el organismo de cuenca a primera hora de este domingo se sitúan en nivel amarillo, al paso del río Adaja en Valdestillas (Valladolid), un municipio que preocupa especialmente debido a su tendencia creciente a la espera de que en las próximas horas llegue la punta de la crecida. Lo mismo ocurre en la localidad burgalesa de Aranda de Duero, donde este río sigue con su caudal al alza, lo que ha llevado al Ayuntamiento a dictar un bando pidiendo precaución a la población y pidiendo que no se acceda a las zonas ribereñas. En mismo río tiene aviso amarillo en Garray y Navapalos (Soria) y en Vadocondes (Burgos); el Bernesga, en León; el Castillería en Vañes (Palencia); el Duratón en la salida del embalse de las Vencías (Segovia); el Eresma a la salida del embalse de El Pontón (Segovia); el Huebra en Puente Resbala (Salamanca); el Moros en El Espinar (Segovia); el Riaza en Languilla (Segovia); el Támega en Rabal (Ourense); el Tera en Tardesillas (Soria), y el Voltoya en Mediana de Voltoya (Ávila).
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