Así es el Puente Romano de Talavera de la Reina: no es la primera vez que se derrumba
Esta estructura carga a sus espaldas una larga historia de reconstrucciones que le han convertido en un auténtico mosaico de diferentes estilos.

Por la margen oriental del río Tajo se extiende el que es el segundo municipio más poblado de la provincia de Toledo y el cuarto de Castilla-La Mancha: Talavera de la Reina. Esta preciosa ciudad presume de su rico patrimonio, con construcciones históricas tan relevantes como la Basílica de Nuestra Señora del Prado y la iglesia de Santa María La Mayor.
Por otro lado, los puentes talaveranos también gozan de gran importancia y son un emblema de la localidad. Entre ellos destacan el Puente de Hierro, el Puente de Castilla-La Mancha y el Puente Romano; sin embargo, este último ha sufrido recientemente graves daños por la fuerza del agua que bajaba del Tajo debido al aumento de su caudal.
La estructura no ha podido resistir el envite del agua, con lo que dos tramos del puente se derrumbaron para el lamento de sus vecinos. Eso sí, esta construcción encierra varias curiosidades, empezando por su verdadero origen. Además, tampoco es la primera vez que sufre este tipo de daños a lo largo de su historia.
El origen del Puente Romano
Aunque el Puente Romano lleva ese adjetivo como parte de su nombre, en la estructura actual "queda muy poco de aquella época", tal y como señalan desde Turismo de Castilla-La Mancha. Es cierto que durante la dominación romana aquí se construyó un puente para conectar la ciudad con la vega de la parte sur, sin embargo, de esas partes primitivas tan solo se conservan los cimientos, ubicados por debajo del nivel del agua.
Ese antiguo puente se extendía en línea recta hasta la isla situada enfrente de la orilla de la ciudad, pero alrededor del siglo XIII se varió el trazado, añadiendo su característico quiebro en la parte norte. Es también en este siglo, en el año 1227, cuando aparece una referencia documental sobre él, cuando el rey Fernando III ordena controlar el trasiego comercial en los puentes del Tajo. La estructura se fue reconstruyendo varias veces a lo largo del tiempo debido a los derrumbes provocados por las riadas, tal y como ha sucedido recientemente.
Un diseño irregular
No fue hasta el siglo XV, bajo la dirección de Fray Pedro de los Molinos, cuando se levantó el puente que, más o menos, ha llegado a la actualidad. Desde entonces, este monumento declarado Bien de Interés Cultural ha seguido necesitando restauraciones, de hecho la última tuvo lugar en el año 2002. Además, gracias al Proyecto de ejecución de las obras de ordenación hidráulica del río Tajo entre Bolarque y Talavera, realizadas a principios del siglo XXI, "fue posible poner en marcha una serie de acciones destinadas a su acondicionamiento y puesta en uso para peatones y ciclistas", explican.
Ahora, se necesitará de nuevo una reconstrucción para la que el alcalde de Talavera de la Reina ya ha pedido apoyo. El puente continuará siendo un mosaico de las distintas intervenciones que ha ido viviendo durante su larga historia. Esto se ve reflejado en sus arcos, ya que muchos presentan diseños diferentes, como medio punto, apuntado o peraltado.