Angy Fernández: "Los hombres tienen mucho poder, tenemos miedo a hablar"
La cantante y actriz se somete a la entrevista 'Fuera de contexto' con Rebeca Marín en '20minutos'.

En el mercado de Barceló, Angy Fernández ha pasado de alumna a profesora. Ha cantado e impartido una clase sobre alimentación sana a un grupo de niños para celebrar el Día del Frutero. Hace ya muchos años de sus andanzas como pupila en el instituto de la serie Física o Química y, a pesar de que su rostro no lo aparenta, tiene edad de ser la maestra.
Lo cierto, es que, en todo este tiempo, ha aprendido y mucho. "Yo tuve una infancia feliz dentro de lo que cabe gracias a mi madre, a mi familia, pero perder a un padre a los nueve años… en fin que la infancia se tuerce", asegura para 20minutos. Diez años más tarde, con solo 19, fue diagnosticada con depresión: "Piensas que no estás bien, como si fuera algo malo, y al final es como el que se tuerce una pierna…, como si tuvieras una gripe".
Entonces, no era tan fácil decirlo públicamente, por eso, años después, ha escrito un libro, Bonito desastre, donde habla de ese proceso y lo expía a través de las palabras. "Saltó en un momento en el que mejor tendría que haber estado, cuando tenía éxito y estaba trabajando en lo que me gustaba. Le diría a la gente, sobre todo a los que están empezando, que, si se empiezan a encontrar mal, que intenten de verdad pedir ayuda", detalla.
Con una voz dulce, pero alto y claro, así es como habla de todo, de lo que rodea al éxito y más, siendo una mujer. "Siempre se nos pregunta a nosotras si hemos sufrido abusos dentro del sector, y hay que preguntárselo más a los hombres. A mí no me ha pasado, pero sé de gente que sí. No podemos hablar si las demás no nos dejan, pero entre nosotras nos apoyamos", reconoce.
"Yo lo de Errejón no lo sabía, pero amigas mías sí. Al final los hombres tienen mucho poder y más, si están en una posición que lo tenga. Se puede acabar tu carrera, nos da miedo hablar, pero nos tenemos que apoyar entre nosotras y yo no me cortó un pelo. Si tengo que hablar algún día lo diré", añade la intérprete a su respuesta.
Una Angy segura y madura que rechaza las etiquetas. "No quiero que Angy sea igual a depresión, sino igual a actriz, cantante", apunta. Porque su prioridad es trabajar, y no tiene reparos en anunciarlo: "Me hubiera encantado ir a los Goya, me encanta el cine español, y creo que volveré a hacer una película algún día… quiero hacer castings de películas".
Pero, por el momento, continúa trabajando en el teatro. "A veces me pasa que voy en un taxi y me dicen 'ay ya no trabajas, ya no se te ve', y les digo, 'sigo trabajando, estoy en el teatro', pero cómo no tienes esa exposición… estoy haciendo en el Fígaro Una terapia integral, es una obra increíble. Llevo un año y pico y estoy muy contenta". Música, teatro, cine, abrazará todo lo que venga, menos cocinar, eso sí, porque ella es más de comerse la vida.