Ana Rosa Quintana: "Nunca un 8M se había afrontado de manera tan triste. La igualdad no debe quedarse en una consigna"

Este viernes, Ana Rosa Quintana ha dado comienzo a su matinal centrándose en dos temas claros: las supuestas exigencias lingüísticas en ciertos territorios de nuestro país y la manifestación del 8M con motivo del Día Internacional de la Mujer.

"El acuerdo entre Junts y el PSOE sobre inmigración es racista. No lo digo yo, lo dice un socialista: Emiliano García-Page. Ahora, el Gobierno asegura que no será obligatorio saber catalán para obtener la residencia, pero Junts señala que ese requisito va incluido en el pacto", ha comenzado la presentadora de El programa de Ana Rosa.

Ante esto, Quintana ha sido muy clara: "¿Quién miente, Bolaños o Turull? ¿Nos ha mentido el Gobierno alguna vez? Pues ya está. Turull ha puesto un falso ejemplo diciendo que 'si en Zamora se pide el castellano, en Cervera, el catalán'".

"Ni en Zamora se pide el castellano ni en Mallorca se exige el español a los alemanes residentes; y los miles de británicos que viven en San Fulgencio no saben decir ni 'paella'. Los socios del Gobierno tampoco apoyan esta iniciativa para la pureza lingüística. El PSOE no tiene votos para sacar el gasto en Defensa que ha anunciado Sánchez. A Sánchez solo le queda el PP.", ha agregado Ana Rosa.

Asimismo, la presentadora se ha centrado en el Día Internacional de la Mujer que tendrá lugar este sábado, 8 de marzo: "Donde también hay división es en el feminismo. Nunca un 8M se había afrontado de manera tan triste. El Gobierno más feminista de la historia protagoniza una película del destape. Tenemos a ministros convertidos en Pajares y Esteso visitando pisos de señoritas. También tenemos a Errejón y Monedero denunciados por mujeres. La víctima de la Manada ha dicho que está 'muy cabreada y decepcionada' por la rebaja de pena a sus violadores por culpa de la Ley Montero. Muy lejos queda aquel 8 de marzo de 2018, cuando mujeres de total condición e ideología abarrotamos las calles de toda España".

Finalmente, Ana Rosa Quintana ha sentenciado: "Madres, hijas y abuelas de varias generaciones alzamos la voz en una huelga que abrió los informativos de todo el mundo. Siete años después, descubrimos que las que se adueñaron de las consignas silenciaron los abusos de sus compañeros. Hermana, yo sí te creo, salvo que seas de los míos. Porque el empoderamiento se demuestra rompiendo techos de cristal, conciliando, acabando con la brecha salarial, ayudando a las víctimas de abusos. Porque la igualdad no debe quedarse en una consigna".