"Altuvoct' es como un hijo", habla la inventora de la última revolución en hemofilia
Industria Farmacéutica naiarabrocal Mié, 16/04/2025 - 08:01 Entrevista Dentro de grandes avances que se están experimentando en el tratamiento de la hemofilia, Altuvoct (efanesoctocog alfa), brilla con luz propia. Este factor VIII de vida media ultra extendida para hemofilia A (la más común) es un ejemplo de cómo un medicamento puede marcar un antes y después en la vida de los pacientes.La historia del desarrollo de Altuvoct está estrechamente vinculada a la científica Ekta Seth Chhabra, quien encontró en el contacto directo con los pacientes una motivación personal para impulsar este tratamiento de última generación.En España, Sobi comercializa Altuvoct desde diciembre. No solo es la única terapia de reemplazo que permite la administración intravenosa semanal, sino que además supone un importante avance en la normalización de la hemostasia y, por tanto, en la reducción de hemorragias y el riesgo de dolor y discapacidad.Hace quince años Chhabra recaló en la industria farmacéutica con el objetivo de traducir su investigación en beneficios tangibles para los pacientes. Antes, había abandonado una carrera investigadora en su India natal, en el campo de la energía atómica, para empezar de nuevo en Estados Unidos, junto a su marido. Su llegada al campo de la hemofilia fue accidental, pero pronto adoptó como propia la necesidad de encontrar mejores tratamientos. Primero en Biogen y luego en Sanofi, desde el diseño y desarrollo de la molécula hasta su producción, el camino hasta llegar a disponer de Altuvoct no fue fácil. Hoy es un tratamiento por el que los pacientes le dan personalmente las gracias. Chabra atiende a este medio por videoconferencia desde Estados Unidos y nos cuenta que "Altuvoct es como un hijo, concretamente el mediano", bromea, ya que de los dos que tiene, la menor nació un año después de que se embarcara en el proyecto. Es el resultado de mucho trabajo duro, que no ha sido incompatible con su vida personal: "Siempre he mantenido la regla de no quedarme trabajando hasta tarde; daba lo mejor de mí en horario laboral, pero sin descuidar a mi familia", comenta. Pregunta.Ha comentado que el proyecto de Altuvoct la eligió a usted. ¿Por qué lo cree así?Respuesta. Desde pequeña sufrí muchas enfermedades y accidentes, así que pasé bastante tiempo en hospitales. Para mí era lo normal, como niña no lo veía como una carga, e incluso cuando estaba bien le preguntaba a mi madre cuándo iríamos de nuevo al médico. Después de la universidad tuve un accidente grave que me obligó a estar en cama durante un tiempo. Fue un momento de reflexión importante en el que pensé dedicarme a la investigación pero durante mi doctorado empecé a darme cuenta de que publicar artículos científicos estaba bien, pero no generaba un impacto inmediato, y fue cuando decidí entrar en la industria farmacéutica.P. Ha dedicado trece años a Altuvoct. ¿Cómo ha vivido este largo viaje?R. Cuando me incorporé a Biogen en 2010 con el objetivo de crear una nueva generación de terapias de factor VIII o IX para la hemofilia A y B no conocía mucho la enfermedad ni me había interesado demasiado. Sin embargo, cuando entré en contacto con la comunidad de pacientes, descubrí que había una gran necesidad de mejores tratamientos. Conocí a niños pequeños, que tenían que someterse a infusiones varias veces a la semana, y a un responsable del equipo científico con hemofilia, que me ayudó a comprender lo que pedían los pacientes. A lo largo de los años diseñamos varios constructos hasta que tuve la suerte de encontrar un diseño que mejoraba de forma significativa la vida media del factor. Normalmente los científicos ceden el desarrollo a los equipos de ensayos clínicos pero yo estuve involucrada durante todo el proceso, incluso en la producción, que fue muy complicada. Disponible 'Altuvoct', el factor VIII semanal para hemofilia A que casi normaliza la hemostasia, Una nueva terapia con factor VIII previene hemorragias en hemofilia A grave, La terapia génica para hemofilia, a un paso de materializarse en España P.¿Cuáles fueron los principales obstáculos que tuvo que sortear? ¿En algún momento estuvo tentada de abandonar?R. Al principio tuvimos muchos problem “La complejidad de 'Altuvoct' es comparable a construir un avión en una fábrica de bicicletas” P.¿Qué lecciones deja este desarrollo a la farmacología?R.Normalmente no se utiliza la línea celular que nosotros empleamos. Usamos células humanas ti P.¿Considera factible pensar en curar la hemofilia?R. Sí, estoy convencida de que será posible con terapia génica. Las actuales no ofrecen los resulta "La experiencia en India me enseñó a optimizar, cuidar los recursos y no desperdiciar" P.¿Cómo ve la representación femenina en la ciencia y la industria farmacéutica?R. Leer una entrevista a dos científicas cuan


Dentro de grandes avances que se están experimentando en el tratamiento de la hemofilia, Altuvoct (efanesoctocog alfa), brilla con luz propia. Este factor VIII de vida media ultra extendida para hemofilia A (la más común) es un ejemplo de cómo un medicamento puede marcar un antes y después en la vida de los pacientes.
La historia del desarrollo de Altuvoct está estrechamente vinculada a la científica Ekta Seth Chhabra, quien encontró en el contacto directo con los pacientes una motivación personal para impulsar este tratamiento de última generación.
En España, Sobi comercializa Altuvoct desde diciembre. No solo es la única terapia de reemplazo que permite la administración intravenosa semanal, sino que además supone un importante avance en la normalización de la hemostasia y, por tanto, en la reducción de hemorragias y el riesgo de dolor y discapacidad.
Hace quince años Chhabra recaló en la industria farmacéutica con el objetivo de traducir su investigación en beneficios tangibles para los pacientes. Antes, había abandonado una carrera investigadora en su India natal, en el campo de la energía atómica, para empezar de nuevo en Estados Unidos, junto a su marido.
Su llegada al campo de la hemofilia fue accidental, pero pronto adoptó como propia la necesidad de encontrar mejores tratamientos. Primero en Biogen y luego en Sanofi, desde el diseño y desarrollo de la molécula hasta su producción, el camino hasta llegar a disponer de Altuvoct no fue fácil. Hoy es un tratamiento por el que los pacientes le dan personalmente las gracias.
Chabra atiende a este medio por videoconferencia desde Estados Unidos y nos cuenta que "Altuvoct es como un hijo, concretamente el mediano", bromea, ya que de los dos que tiene, la menor nació un año después de que se embarcara en el proyecto. Es el resultado de mucho trabajo duro, que no ha sido incompatible con su vida personal: "Siempre he mantenido la regla de no quedarme trabajando hasta tarde; daba lo mejor de mí en horario laboral, pero sin descuidar a mi familia", comenta.
Pregunta.
Ha comentado que el proyecto de Altuvoct la eligió a usted. ¿Por qué lo cree así?
Respuesta.
Desde pequeña sufrí muchas enfermedades y accidentes, así que pasé bastante tiempo en hospitales. Para mí era lo normal, como niña no lo veía como una carga, e incluso cuando estaba bien le preguntaba a mi madre cuándo iríamos de nuevo al médico.
Después de la universidad tuve un accidente grave que me obligó a estar en cama durante un tiempo. Fue un momento de reflexión importante en el que pensé dedicarme a la investigación pero durante mi doctorado empecé a darme cuenta de que publicar artículos científicos estaba bien, pero no generaba un impacto inmediato, y fue cuando decidí entrar en la industria farmacéutica.
P.
Ha dedicado trece años a Altuvoct. ¿Cómo ha vivido este largo viaje?
R.
Cuando me incorporé a Biogen en 2010 con el objetivo de crear una nueva generación de terapias de factor VIII o IX para la hemofilia A y B no conocía mucho la enfermedad ni me había interesado demasiado.
Sin embargo, cuando entré en contacto con la comunidad de pacientes, descubrí que había una gran necesidad de mejores tratamientos. Conocí a niños pequeños, que tenían que someterse a infusiones varias veces a la semana, y a un responsable del equipo científico con hemofilia, que me ayudó a comprender lo que pedían los pacientes.
A lo largo de los años diseñamos varios constructos hasta que tuve la suerte de encontrar un diseño que mejoraba de forma significativa la vida media del factor. Normalmente los científicos ceden el desarrollo a los equipos de ensayos clínicos pero yo estuve involucrada durante todo el proceso, incluso en la producción, que fue muy complicada.
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