Mientras continúan los ecos del penalti de Julián Álvarez (hay ya más teorías conspirativas circulando sobre este disparo que sobre el asesinato de JFK), el Real Madrid mantiene activado el «modo superviviente». Se le ve razonablemente cómodo sufriendo, faceta que Ancelotti sabe manejar en sus equipos con maestría. En el Estadio de la Cerámica al Madrid le bastaron dos goles en la primera parte de un acertado Mbappé para poder dar la vuelta al marcador y mantener la renta durante un segundo tiempo en el que buscó claramente economizar esfuerzos y administrar con cabeza su ventaja. El partido del Madrid fue veinte minutos de inversión en renta variable, para luego poner el resto en renta fija, con el menor riesgo...
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