¡Alarmante! Este es el tiempo de vida que te resta tomar un refresco, confirmado por un experto

Si eres de los que no pueden comer sin un refresco al lado, esto te va a hacer pensarlo dos veces. El farmacéutico Álvaro Fernández, con 1.2 millones de seguidores en Instagram (@farmaceuticofernandez), soltó una bomba en un video: cada lata o vaso de refresco que te tomas podría quitarte 12 minutos de vida. Sí, […]

Mar 18, 2025 - 23:35
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¡Alarmante! Este es el tiempo de vida que te resta tomar un refresco, confirmado por un experto

Si eres de los que no pueden comer sin un refresco al lado, esto te va a hacer pensarlo dos veces. El farmacéutico Álvaro Fernández, con 1.2 millones de seguidores en Instagram (@farmaceuticofernandez), soltó una bomba en un video: cada lata o vaso de refresco que te tomas podría quitarte 12 minutos de vida. Sí, así de específico y escalofriante. Se basa en un estudio de la Universidad de Michigan publicado en Nature, y el dato está dando vueltas por todas partes. ¿Te imaginas cuánto tiempo has perdido ya?

El impacto del refresco en tu salud es peor de lo que imaginas

El dato viene del estudio de la Universidad de Michigan, donde analizaron 5,800 alimentos para ver cómo afectan tu esperanza de vida. Los refrescos, cargados de azúcar y calorías vacías, salieron mal parados. Según Álvaro Fernández, cada uno sube el riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades del corazón. ¿Cómo? El exceso de azúcar dispara la glucosa en sangre, descontrola la insulina y, con el tiempo, puede hacerte resistente a ella. Eso sin contar que el consumo habitual se vincula a inflamación crónica, un factor que abre la puerta a cosas peores como cáncer. No es solo una lata, es un golpe al metabolismo que se acumula.

Cada refresco que bebes te resta 12 minutos de vida
Créditos: Pinterest

No solo los refrescos: otros alimentos que también te restan vida

El estudio no se quedó solo con los refrescos. Las salchichas ultraprocesadas te roban hasta 36 minutos por porción gracias a sus nitratos, conservantes y sodio. Una hamburguesa con queso se lleva 9 minutos, una pizza industrial unos 8, y las alitas de pollo te bajan 3.5 minutos. Hasta el queso resta un poco más de un minuto, y las carnes curadas llegan a 24 minutos. Comparado con eso, los 12 minutos del refresco no suenan tan mal, pero si sumas todo lo que comes en un día, el reloj se acelera. ¿Un combo de hamburguesa, refresco y papas? Podrías estar despidiéndote de media hora sin darte cuenta.

Cada refresco que bebes te resta 12 minutos de vida
Créditos: Pinterest

¿Qué dice la ciencia más allá de Michigan?

No es la primera vez que los refrescos están en la mira. Un estudio en JAMA Network encontró que tanto los refrescos azucarados como los endulzados artificialmente suben el riesgo de mortalidad. Los primeros se ligan a enfermedades digestivas, mientras que los light, con sus edulcorantes, se asocian a problemas circulatorios. La cosa es seria: en México, líder mundial en consumo de refrescos con 163 litros por persona al año, la obesidad y la diabetes son epidemias. Álvaro lo tiene claro: no se trata solo del refresco, sino de cómo encaja en tus hábitos. Si no te mueves y duermes poco, el daño se multiplica.

Cada refresco que bebes te resta 12 minutos de vida
Créditos: Pinterest

Entonces, ¿debería dejar los refrescos por completo?

Tranquilo, no todo es blanco o negro. Álvaro Fernández dice que hay que poner esto en perspectiva. Si llevas una vida activa, comes bien y no te pasas con los refrescos, el impacto no es tan dramático. Pero si quieres cortar minutos perdidos, prueba cambiarlos por agua. ¿Te cuesta? Empieza con infusiones o agua con un toque de limón. Hasta el café sin azúcar o el té verde suman minutos a tu contador, según el estudio.

Piénsalo: si tomas un refresco diario, son 4,380 minutos al año, o sea, más de 73 horas. Eso es tres días completos que podrías estar perdiendo por algo que ni siquiera te nutre. Si bien la idea de perder 12 minutos de vida por cada refresco puede sonar alarmante, lo más importante es comprender que la clave está en el equilibrio. No es necesario eliminar por completo estos productos, pero moderar su consumo y optar por opciones más saludables puede marcar una gran diferencia en tu calidad de vida.