Al menos 18 heridos, tres graves, en una explosión de gas en la localidad asturiana de Mieres
Los bomberos han confirmado que una vivienda estaba derruida y había fuego en una contigua.

Al menos 18 personas han resultado heridas al registrarse una explosión de gas en el exterior de un edificio de dos plantas de la calle Ramón y Cajal de Mieres, en Asturias, que ha quedado totalmente destruido, tal y como ha informado el Servicio de Emergencias del Principado (SEPA). Tres de los afectados se encuentran en estado grave, aunque estables, y uno de ellos será trasladado por quemaduras al Hospital de la Paz de Madrid.
La explosión ocurrió sobre las 16.00 horas y pudo oírse en buena parte de la villa, capital de la cuenca minera del Caudal, situada a unos 25 kilómetros al sur de Oviedo. La Delegación de Gobierno ha confirmado que no hay ningún fallecido y descarta que haya atrapados entre los escombros. "Con los datos y lo que podría haber pasado estamos ante un milagro", ha trasladado a los medios Adrián Barbón, presidente del Principado de Asturias.
Los bomberos han confirmado que, tras la deflagración, una vivienda se ha derruido y se ha originado un incendio en otra contigua. La onda expansiva ha afectado también a los balcones de edificios cercanos, por lo que La Policía Local ha pedido a los vecinos de las viviendas situadas en las inmediaciones que cierren ventanas y persianas.
El Centro de Coordinación de Emergencias del 112 Asturias recibió varios llamadas de aviso en las que se indicaba que se había producido una gran explosión en una vivienda en Mieres. Así, el SEPA movilizó a efectivos de Bomberos de los parques de Mieres y La Morgal y a la Unidad Canina de Rescate.
También se pasó el aviso al SAMU, que activó para el lugar a los equipos médicos de tres UVI-móviles y tres ambulancias, una de ellas de soporte vital básico. Además, se notificó a la Policía Local y Nacional.
Los servicios de emergencia han atendido a doce hombres y seis mujeres en el hospital de Mieres y en el Hospital Valle del Nalón de Langreo. Dos personas más han sido dadas de alta en el lugar, mientras que los tres heridos de mayor gravedad han sido trasladados al Hospital Central de Asturias, en Oviedo.
"Varias obras al mismo tiempo" en la zona
Hasta el lugar de la explosión se han trasladado la delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, y la consejera de Sanidad, Concepción Saavedra, para seguir de cerca lo ocurrido. Así, Lastra ha explicado que se hará una cata en el subsuelo de la zona para saber si hay una bolsa de gas que pueda provocar otra deflagración, por lo que continúa establecido un perímetro de 150 metros en torno a la explosión.
Una vez concluidos los trabajos de las catas, los agentes de la UIP de la Policía Nacional continuarán en la zona para "evitar cualquier tipo de pillaje" en los edificios afectados.
La delegada ha explicado que en esa zona se estaban realizando "varias obras al mismo tiempo" y parece ser que en alguna de ellas "se tocó el gas" y eso provocó el olor detectado esta mañana por los vecinos. En ese momento, ha agregado, se cortó el suministro, con lo que "hay que estudiar lo que ha podido pasar" ya que "pudo provocarse una bolsa de gas aún con el gas cortado".
Por su parte, la consejera de Salud ha informado de que del total de heridos desplazados a los hospitales asturianos, ocho ya han sido dados de alta, dos de ellos menores de edad. Otro menor de edad continúa en observación. Saavedra ha explicado que el último herido que se ha conocido es una persona que estuvo en la zona de la explosión, pero que se fue por sus propios medios a su domicilio. Sin embargo, terminó yendo al Hospital Álvarez Buylla por inhalación de humo.
Asimismo, el alcalde de Mieres, Manuel Ángel Álvarez, ha explicado que el Ayuntamiento está derivando a hoteles y residencias a las personas que han perdido sus casas. También se les están proporcionando medicamentos y artículos de primera necesidad, ya que "hay algunas familias que se han quedado sin nada". "Queremos que recuperen la normalidad en el menor tiempo posible", ha dicho, aunque ha reconocido que la situación "es complicada".