Actitudes que promueven el odio racial

Por deleznables razones, que van desde la política hasta el antisemitismo, muchas personas intentan borrar a los judíos de la memoria del Holocausto

Feb 14, 2025 - 08:05
 0
Actitudes que promueven el odio racial

El 27 de enero de 1945, tropas rusas traspasaron las rejas de ingreso al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau en Polonia para encontrarse con una de las aberraciones más terroríficas que ha dado la historia de la humanidad. Los campos de muerte donde cientos de personas por día, en su enorme mayoría judíos europeos, eran encerradas y asesinadas en cámaras de gas, en lo que fue el intento del régimen nazi de exterminar a toda la población judía de Europa.

Solo en Auschwitz fueron asesinados 1,1 millones de personas, un millón de los cuales eran judíos europeos llevados en “trenes de la muerte” desde los varios países entonces ocupados por la Alemania nazi. El operativo fue parte de lo que los nazis llamaron la “solución final” para exterminar a todos los judíos de Europa. Los nazis asesinaron a 6 millones de judíos, o dos tercios de la población total de judíos del continente.

La fecha de la liberación de Auschwitz fue proclamada en 2005 por la Unesco Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto y, días atrás, al cumplirse 80 años de la liberación, se realizaron actos de recordación en todo el mundo, principalmente en Europa, donde tuvo lugar el Holocausto.

Penosamente, mucho de estos actos intentaron de modo abyecto, por razones que van desde la política hasta el antisemitismo, borrar a los judíos de la memoria del Holocausto.

Un ejemplo, tan grotesco como emblemático, sucedió en la cadena de televisión ITV del Reino Unido, cuando la presentadora de noticias señaló que “seis millones de personas fueron asesinadas en la Segunda Guerra en campos de concentración… por ser polacas, discapacitadas, gay o porque pertenecían a un diferente grupo étnico”. Un intento burdo de evitar nombrar a las principales víctimas del Holocausto: los judíos de Europa, para quienes los nazis construyeron esas ignominiosas fábricas de muerte.

Si bien es importante que todas las víctimas del nazismo sean reconocidas, intentar borrar de la memoria colectiva el trauma específico de la colectividad judía es un acto inaceptable que conlleva una flagrante falta de respeto para quienes fueron el foco principal de la criminalidad nazi.

Estas actitudes reflejan tendencias que por estos días crecen peligrosamente en Occidente. La vice primera ministra del Reino Unido, Angela Rayner, escribió en su cuenta de X que se encontraba prendiendo una vela para rememorar “a todos aquellos que fueron asesinados por ser quienes eran”, sin mención específica al pueblo judío. Un mensaje disfrazado de universalismo, pero que no pudo ocultar un intento cobarde de aplacar a los muchos votantes de su partido, hostiles a.

Vale destacar que la actitud de Rayner contrasta con la conducta del rey Carlos III, que viajó a Auschwitz a rendir homenaje a las víctimas y encontrarse con sobrevivientes.

Tal vez una de las muestras más acabadas de confusión moral haya provenido del presidente irlandés, Michael D. Higgins, quien no dudó en incorporar a su discurso sobre el Holocausto la realidad actual en Gaza, provocando de hecho una analogía inadmisible.

Ni qué hablar de las agrupaciones universitarias de ideología propalestina y woke que pululan por los campus norteamericanos, donde se equiparó nazismo con sionismo y supremacía blanca y no se dijo una palabra sobre el asesinato de 6 millones de inocentes.

Desacoplar a los judíos de la infamia de Auschwitz no es solo una actitud ahistórica, sino altamente peligrosa por su antisemitismo. Son actitudes que, lejos de buscar desactivar el odio racial, lo promueven.