El pasado domingo, 23 de febrero, las hermandades tenían una cita en Santo Domingo de Scala Coeli para celebrar a San Álvaro de Córdoba , uno de sus patrones. El orden del día era: exaltación, misa y procesión. En la exaltación no estaban ocupados ni la mitad de los bancos de la iglesia; la misa sí se llenó, pero claro, era la misa dominical y seguramente la llenaron los feligreses habituales. La exaltación es un acto que existe por y para las cofradías desde hace décadas, pero es llamativa la cada vez más exigua presencia de hermanos mayores, vicemayores y demás vice-vicisitudes jerárquicas. Y este año, a 600 del primer viacrucis de occidente que inició San Álvaro, llamó muchísimo más...
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