Una niña perdida en los 80, una mujer desaparecida en los 90... ¿De quién son los huesos hallados en una cueva de Granada?

Los restos óseos hallados en una cueva de Granada podrían esclarecer dos casos que llevan varias décadas sin resolverse: el de Dolores Rodríguez García, una niña de 10 años que desapareció en 1983 en Cúllar, y el de Francisca Reche Rodríguez, una mujer de 65 años a la que se le perdió el rastro en Huéscar en 1994. El Instituto de Medicina Legal ha confirmado que los huesos pertenecen a una niña y a una mujer adulta, pero todavía no se ha precisado cuánto tiempo llevan en la cueva.

Lo que llama la atención es que ambas desapariciones se produjeron con una década de diferencia. La pequeña Dolores desapareció a finales de octubre de 1983 en la localidad de Cúllar, cuando tenía 10 años y se celebraban las fiestas locales. A pesar de los esfuerzos de búsqueda y las investigaciones llevadas a cabo, nunca se encontró ninguna pista sobre su paradero. Ya en 2010, y con sus padres fallecidos, sus hermanos solicitaron la declaración de su fallecimiento.

Los otros restos que se encontraron en la cueva podrían pertenecer a una mujer que desapareció en 1994 en el municipio de Huéscar, a algo más de 25 kilómetros de distancia del pueblo de Dolores. Se trata de Francisca Recha Rodríguez, una vecina de 65 años y madre de seis hijos, cuyo rastro se perdió durante las fiestas locales. Desde entonces, nunca se supo nada más de ella. Ahora, podría esclarecerse su caso.

A la espera de los análisis y las pruebas de ADN

Los huesos fueron hallados por un pastor en la Sima del Carrascal, en la zona de El Chaparral, al noroeste de la provincia de Granada. Estaban en una cueva de difícil acceso, a unos 60 metros de profundidad. Por el momento, y tras el análisis llevado a cabo por el Instituto de Medicina Legal se ha confirmado que los huesos pertenecen a una niña y a una mujer adulta. Ahora el Departamento de Antropología Forense de la Universidad de Granada estudia cuántos años pueden llevaren la cueva.

"Sí se ha determinado por toda la trazabilidad genética" que los huesos hallados pertenecen a una menor y a una mujer adulta, según ha declarado el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández. Si se confirma que los restos datan del periodo en el que se perdió el rastro de Dolores y Francisca, se procederá a cotejar el ADN con familiares de ambas desaparecidas. "Con los que sea posible" y aquellos que sigan vivos, han detallado.

El objetivo será "comprobar" si se trata de restos de la menor y la adulta desaparecidas, "ambas vinculadas a una investigación que la Guardia Civil tiene abierta". Si así fuera, "quedaría pendiente de análisis y del cotejo del ADN, que todavía no se ha hecho", pues están a la espera de la "data" que reflejen los expertos en su informe, determinando finalmente si data de "ese período".