Una investigación destapa las trampas del comercio ilegal de cachorros en redes sociales
“Las redes sociales tienen que hacer mejor su trabajo para hacer cumplir sus propias normas y políticas”

Una nueva investigación de la organización internacional de bienestar animal Four Paws ha revelado cómo el tráfico ilegal de cachorros de perros de raza se lleva a cabo de forma encubierta en la red social Facebook. A pesar de que las normas comunitarias de Meta, propiedad de Mark Zuckerberg, prohíben la venta de animales por parte de particulares, la investigación documentó ventas clandestinas en grupos privados de toda Europa, donde se ofrecen perros en condiciones precarias, sin cumplir la legislación vigente y sin garantías sanitarias.
La organización llevó a cabo 14 reuniones con vendedores en Bélgica, Países Bajos y Reino Unido durante el verano de 2024, descubriendo que los traficantes de cachorros de perros de pura raza han encontrado formas de eludir la supervisión de Facebook. Usan códigos ocultos, emojis y mensajes privados para cerrar ventas fuera del alcance de los moderadores de la plataforma.
Cachorros enfermos y condiciones insalubres
Según el responsable de las campañas de bienestar para animales de compañía en Four Paws, este tipo de comercio clandestino tiene graves consecuencias: “Miles de perros son criados en condiciones crueles, lo que genera problemas de salud y comportamiento a largo plazo, e incluso la muerte. Facebook e Instagram están llenos de este comercio, y Meta no está haciendo lo suficiente para detenerlo”, denuncia.
Los investigadores de la organización encontraron cachorros en condiciones deplorables, hacinados en ambientes insalubres con suelos cubiertos de excrementos y un fuerte olor a amoniaco. Muchos de ellos sufrían enfermedades como la tos de las perreras y tenían hernias umbilicales y conjuntivitis, lo que supone un grave riesgo para la salud de los animales y sus futuros titulares.
Códigos ocultos para evitar el control de moderación
Aunque Meta borra publicaciones que mencionan precios o términos de venta evidentes, los traficantes de cachorros de perro han desarrollado métodos para evitar ser detectados. En lugar de descripciones detalladas, usan emojis y códigos para indicar la disponibilidad y el sexo de los cachorros. Además, bloquean los comentarios en sus publicaciones para evitar que los compradores pregunten por los precios, lo que delataría la transacción ilegal.
Uno de los vendedores encubiertos explicó cómo burlar las normas de Facebook: “Si publicamos fotos de cachorros, eliminamos los comentarios. Si alguien pregunta el precio, Facebook lo detecta y nos puede suspender. Todo debe hacerse en conversaciones privadas”, confesó un administrador de varios grupos de venta de cachorros con sede en Bélgica con envío a toda Europa.
Además, se descubrió que en la oferta de cachorros también se incluían razas reguladas e incluso prohibidas en algunos países, así como sometidas a prácticas ilegales, como dóberman o bulldogs americanos con orejas y rabos amputados importados de Eslovaquia y Hungría hacia el resto de países.
La FCI contra las granjas de cría y el tráfico ilegal
La Federación Cinológica Internacional (FCI), la mayor entidad mundial dedicada a la regulación y promoción de los perros de raza, también ha tomado medidas contra el tráfico ilegal de cachorros y la cría indiscriminada.
A través de su Comité de Bienestar y Salud de los Perros, ha publicado un folleto informativo en español para educar a los futuros titulares sobre cómo distinguir un criador responsable de un vendedor ilegal.
Cómo identificar a un criador responsable
Tal como recoge el informe de la FCI, es fundamental saber diferenciar a un criador ético y legal de un traficante de cachorros para evitar fomentar esta cruel industria. Algunas señales de alerta incluyen:
- El vendedor no permite visitar el lugar donde se encuentran los cachorros.
- Los cachorros se entregan en lugares públicos o se envían por transporte.
- Se ofrecen múltiples razas en un mismo sitio.
- Los cachorros no tienen vacunas ni desparasitaciones en regla.
- No se proporciona información sobre los padres ni pruebas veterinarias.
- Se presiona al comprador para cerrar la venta rápidamente.
Un criador legal y sin nada que ocultar, en cambio, permitirá visitar sus instalaciones, ofrecerá información detallada sobre el estado de salud de los cachorros y sus progenitores, y se asegurará de que el nuevo hogar sea adecuado para el animal.
Regulación urgente para detener el comercio ilegal
Four Paws y la FCI coinciden en la necesidad de endurecer la regulación y aplicar controles más estrictos en redes sociales y plataformas de compraventa, con el fin de proteger a los perros de los criaderos clandestinos y a los futuros titulares de estafas y problemas de salud de sus animales de familia. “Mientras Meta no refuerce sus controles, este comercio cruel seguirá creciendo y perjudicando a miles de animales y a sus familias”, concluye el portavoz de la organización animalista.
Ambas entidades instan a las autoridades y a las empresas con redes sociales a tomar medidas urgentes para frenar este comercio ilícito y proteger a los cachorros de fraudes, enfermedades y abusos.