Un oftalmólogo de Córdoba avisa sobre el glaucoma: «En pacientes asintomáticos hay que tomar la tensión»

El glaucoma es una enfermedad que daña el nervio óptico del ojo, se trata de una patología que tiene mayor incidencia con la edad. A partir de los 40 años debería someterse a revisiones periódicas para descartar una enfermedad que para 2030 podría afectar a más de un millón y medio de personas en España. Esta semana se ha El tratamiento pasa por una intervención quirúrgica y no suele dilatarse ya que el paciente suele ir perdiendo visión . Son muchos los factores de riesgo desde la edad, la genética, la miopía o al diabetes, la detención temprana es fundamental para frenar los avances de esta enfermedad. El oftalmólogo Rafael Giménez, presidente de la Sociedad Española de Oftalmología y especialista del Hospital Universitario Reina Sofía ha señalado en declaraciones a Canal Sur Córdoba que «lo más importante es hacer visita con el oftalmólogo, en pacientes asintomáticos hay que tomar la tensión, el screening es fundamental; en fases más avanzadas hay que hacer pruebas adicionales como del campo visual y la tomografía amplia de coherencia que nos dice el daño que hay«. Una de las características del glaucoma es su capacidad para desarrollarse sin síntomas muy evidentes en las fases iniciales . Sin embargo, a medida que la enfermedad avanza, pueden aparecer algunas señales que pueden alertar de su presencia. La primera de ellas es la pérdida progresiva de la visión periférica. En muchos casos, la primera manifestación es una disminución gradual de la visión lateral, lo que se traduce en la sensación de ver “a través de un túnel”. Esta pérdida de campo visual suele pasar desapercibida hasta que se vuelve notable. Dificultad para ver en ambientes oscuros o con poca luz. En personas con glaucoma, la adaptación a condiciones de baja iluminación se ve comprometida, afectando la capacidad de distinguir detalles en ambientes nocturnos. Visión borrosa y halos alrededor de las luces. En episodios de glaucoma de ángulo cerrado, el paciente puede experimentar una visión nublada y la presencia de halos o destellos luminosos alrededor de las luces, lo que se asocia a un aumento repentino de la presión intraocular. Dolor ocular y enrojecimiento. En los ataques agudos del glaucoma de ángulo cerrado la persona puede presentar un dolor intenso en el ojo, acompañado de enrojecimiento e incluso náuseas. Estos síntomas advierten de la importancia de la prevención y el control periódico por parte del óptico de confianza , ya que una detección temprana del glaucoma es crucial para minimizar las consecuencias de la enfermedad.

Mar 15, 2025 - 19:27
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Un oftalmólogo de Córdoba avisa sobre el glaucoma: «En pacientes asintomáticos hay que tomar la tensión»
El glaucoma es una enfermedad que daña el nervio óptico del ojo, se trata de una patología que tiene mayor incidencia con la edad. A partir de los 40 años debería someterse a revisiones periódicas para descartar una enfermedad que para 2030 podría afectar a más de un millón y medio de personas en España. Esta semana se ha El tratamiento pasa por una intervención quirúrgica y no suele dilatarse ya que el paciente suele ir perdiendo visión . Son muchos los factores de riesgo desde la edad, la genética, la miopía o al diabetes, la detención temprana es fundamental para frenar los avances de esta enfermedad. El oftalmólogo Rafael Giménez, presidente de la Sociedad Española de Oftalmología y especialista del Hospital Universitario Reina Sofía ha señalado en declaraciones a Canal Sur Córdoba que «lo más importante es hacer visita con el oftalmólogo, en pacientes asintomáticos hay que tomar la tensión, el screening es fundamental; en fases más avanzadas hay que hacer pruebas adicionales como del campo visual y la tomografía amplia de coherencia que nos dice el daño que hay«. Una de las características del glaucoma es su capacidad para desarrollarse sin síntomas muy evidentes en las fases iniciales . Sin embargo, a medida que la enfermedad avanza, pueden aparecer algunas señales que pueden alertar de su presencia. La primera de ellas es la pérdida progresiva de la visión periférica. En muchos casos, la primera manifestación es una disminución gradual de la visión lateral, lo que se traduce en la sensación de ver “a través de un túnel”. Esta pérdida de campo visual suele pasar desapercibida hasta que se vuelve notable. Dificultad para ver en ambientes oscuros o con poca luz. En personas con glaucoma, la adaptación a condiciones de baja iluminación se ve comprometida, afectando la capacidad de distinguir detalles en ambientes nocturnos. Visión borrosa y halos alrededor de las luces. En episodios de glaucoma de ángulo cerrado, el paciente puede experimentar una visión nublada y la presencia de halos o destellos luminosos alrededor de las luces, lo que se asocia a un aumento repentino de la presión intraocular. Dolor ocular y enrojecimiento. En los ataques agudos del glaucoma de ángulo cerrado la persona puede presentar un dolor intenso en el ojo, acompañado de enrojecimiento e incluso náuseas. Estos síntomas advierten de la importancia de la prevención y el control periódico por parte del óptico de confianza , ya que una detección temprana del glaucoma es crucial para minimizar las consecuencias de la enfermedad.