Ya sabes que estamos en 2025. Hubo, hay y seguirá habiendo historias de espías en nuestros supuestos estados de derecho. Se diría que es una profesión de las que parece que siempre ha existido. El poder necesita manejar información para seguir ocupando su lugar. Necesita infiltrarse allí donde cree que su rol puede resquebrajarse. El estado, entonces, se vuelve perverso.  Determinadas personas (o como quieras denominarlas) se vuelven perversas. Y actúan como auténticos monstruos. En el Reino Unido se pidió perdón. Aquí, de momento, todo es estado de derecho y legalidad.

En 2015 la policía de Londres pidió disculpas a varias mujeres y las compensó económicamente. Dijo que las relaciones sexuales con «objetivos» no estaban permitidas y que esas prácticas eran cosa del pasado, ya que la infiltración de agentes se basaba ahora en «un código de ética claro y con un marco legislativo».

Aquí no es así, como vamos a explicar. ¿Un policía que se infiltra aquí en un movimiento social recibe y acata órdenes? Si así fuera, ¿es lógico suponer que podría preguntar a sus mandos si conviene dejar a una chica embarazada? ¿El mando podría responder que sí, que es una buena idea para que pudiera obtener más información en la medida que la chica se fíe más del infiltrado? Ocurrió en el Reino Unido. Se supo en 2014. Aquí, en este estado perverso en que vivimos, en 2025, la línea de mando usa la estrategia de infiltrarse en movimientos sociales de izquierda y parece que de por medio no hay, por supuesto, ningún código ético ni ningún marco legislativo al que aferrarse. Parece ser alegal. Se descubrieron tres casos en Catalunya, uno de Valencia y varios más en Madrid. Al final de este artículo podéis ver varios vídeos para saber de los casos.

Según parece, los agentes «encubiertos» están previstos en la ley. Por contra, los «infiltrados» actúan fuera de ella. La ley no es igual para todos. Los hay que deben salir del marco legal para llevar a cabo su trabajo. Lo deciden los mandos policiales. Hay que infiltrarse para prevenir. Todo tiene que ver con el artículo 11 de la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Ahí se dice que sí, que cómo no van a poder «captar, recibir y analizar cuantos datos tengan interés para el orden y la seguridad pública, y estudiar, planificar y ejecutar los métodos y técnicas de prevención de la delincuencia». Venga, manos a la obra. Hay que ir, sobre todo, a por los movimientos sociales de izquierda.

El control judicial que no existe en el caso de los policías infiltrados hace que se conviertan en policía preventiva. Por si acaso, tenemos que saber qué se cuece en los movimientos sociales o en quienes tienen ideas independentistas, si vamos al caso de Catalunya. El estado se siente con la necesidad de estar ahí, de enterarse. Saltará normas éticas. Le dirá a sus peones que pueden mantener relaciones sexoafectivas, que todo vale. A los hechos nos remitimos.

¿Qué pasa después de que se descubre a un policía infiltrado? ¿Quién es ese hombre o esa mujer? ¿Su nivel de compromiso fanatismo es tal que siente que ha hecho lo tenía que hacer?, ¿ha hecho «el bien»? ¿Espera una condecoración? ¿Necesitará inventarse una nueva identidad, tras ser descubierto, para que pueda continuar con una vida segura? ¿El estado le dirá que, tras haber sido descubierto, pasa a estar «quemado»?

Te aviso que ver los tres vídeos que incluimos a continuación puede resquebrajar tu confianza en el sistema. Más aún. De momento, por cierto, no se han conocido casos de policías infiltrados en empresas del IBEX 35.

Los vídeos

https://www.3cat.cat/3cat/infiltrats/video/6319194/

A principios de 2020 y durante más de dos años, al menos cuatro agentes del Cuerpo Nacional de Policía se infiltran en varios movimientos sociales de los Països Catalans. Forman parte de la promoción número 33 de la Escuela de Policía de Ávila y actúan bajo las órdenes de la Comisaría General de Información. El documental expone el modus operandi y los patrones de los policías y revela algunos de los errores clave para descubrirlos.

Ficha técnica

Reportaje : Gemma Garcia Fàbrega y Sònia Calvó Carrió
Investigación : Jesús Rodríguez Sellés, Ester Fayos, Irene Molina, David Bou, Marco Iglesias Colomer, Gemma Garcia Fàbrega
Asesoramiento de guión : Marc Iglesias Colomer, Oriol Andrés Gallart
Imagen y sonido : Aleix López Simón, Sonia Calvó Carrió, Núria Gebellí Guinjoan, Oriol Andrés Gallart, Carlos Castro Garcia
Montaje : Marta Pérez Santos

«Infiltrats» es una producción de 3Cat, con la colaboración de la Directa y Polar Star Films.

Añadimos otros dos vídeos más, uno de El Salto TV, y otro del diario Público.

Imagen de Stafford GREEN en Pixabay.