Un contrato blindado con Nike y debut en la liga americana con 14 años: así es la futura estrella del fútbol
Mckenna Whitman ya hace historia como otras jóvenes iconos del deporte como Caitlin Clark.

No muchas personas pueden presumir de ser una adolescente y haber firmado un contrato millonario con una de las marcas insignia del deporte. Pues Mckenna 'Mak' Whitman es una de las pocas afortunadas. Sin embargo, su éxito no tiene nada que ver con la suerte. Su talento precoz le ha llevado a alcanzar dos hechos históricos a los 14 años.
La que es considerada como una de las nueva estrellas del fútbol, se ha convertido en la jugadora más joven en debutar en un partido oficial de la NWSL, la Liga Americana de Fútbol. En el minuto 93' del último partido de su equipo, Gotham FC, frente a Seattle Reign, Mak salió al campo sabiendo que ese momento lo recordaría para toda su vida. Un auténtico sueño cumplido, según comentó ella en redes sociales.
Pero logró otro hace apenas unos meses antes, cuando todavía tenía 13 años. Ningún deportista había fichado por el gigante Nike y sus conocidos contratos NIL con tan poca edad. Hasta que llegó ella.
El impacto de este acuerdo en la vida de la joven promesa va más allá de lo que mucha gente puede imaginar. Los contratos NIL (name, image, likeness; nombre, imagen y semejanza en español) permiten a los deportistas obtener ingresos mientras estudian, aprovechando su imagen personal.
Una de las últimas figuras en firmar un contrato de tal calibre fue el gran emblema del baloncesto en Estados Unidos: Caitlin Clark. Un hito que lograron hace unos años los atletas universitarios y de los que ahora, gracias a Mak, también disfrutan las adolescentes.
En esencia, estos derechos derivan en la mejora de su perfil comercial, apoyo económico real y la participación por primera vez de proyectos empresariales. De esta manera, los atletas pueden ser pagados por promocionar marcas en redes sociales, firmar autógrafos, organizar eventos deportivos o participar en campañas publicitarias.
La futbolista compatibiliza así su nueva faceta de jugadora que mueve las masas con su mera imagen y nombre, además de seguir con su educación en casa. Lleva prácticamente en la sangre la disciplina y el sacrificio del deporte profesional en edades tempranas: su padre, Josh Whitman, se convirtió con tan solo 15 años en el esquiador más joven del equipo olímpico estadounidense.
Mak tiene muy claras sus aspiraciones a corto y medio plazo: seguir mejorando y aprendiendo con la élite desde dentro, tanto a nivel deportivo como empresarial. Ella misma ha explicado en numerosas entrevistas lo entusiasmada que está con su presente y su prometedor futuro: "Estoy muy feliz de unirme a Nike, una marca que ya ha logrado cosas increíbles. Eso me inspira aún más, porque no todos los jóvenes tienen la oportunidad de ser parte de algo así". Eso sí, tiene claro que debe mantener los pies en el suelo o, mejor dicho, en el balón.