Sol Cudos, del sueño de ser jocketa a ir por el título mundial FIB en el boxeo femenino

La púgil de Moreno se medirá el sábado próximo con Sol Baumstarh

Feb 19, 2025 - 13:09
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Sol Cudos, del sueño de ser jocketa a ir por el título mundial FIB en el boxeo femenino

Con un brusco ademán el experimentado entrenador detuvo la actividad. Se plantó frente a su pupila en el medio del ring y, sin quitarle los ojos de encima, le espetó una frase que sonó dura y amenazó con desvanecerle la pasión que ni el taekwondo ni el hockey sobre césped habían logrado despertar en la pequeña boxeadora: “Piba, no podés seguir acá; decile a tu papá que venga a hablar conmigo”. Sin embargo, aquella frase que Sol Cudos, con tan sólo 16 años, mal interpretó no fue más que un acto de sinceramiento por parte del querible Ángel Contreras, que terminó siendo vital para el futuro de su carrera pugilística. “Contreras me dijo la verdad, que ella tenía muchas condiciones y debía entrenar con alguien más capacitado. Hizo lo que muchos técnicos no hacen con sus boxeadores: dejarla crecer”, rememora su papá Ángel.

Hoy, a la vista de los hechos, casi 12 años después de aquel momento, el consejo del experimentado entrenador -ya fallecido- parece haber dado sus frutos. Con 27 años, Sol Cudos es una de las mejores exponentes del boxeo femenino argentino y el próximo 22 de febrero tendrá la primera posibilidad mundialista, por el título vacante mínimo de la FIB, ante la peligrosa noqueadora de Brandsen, Sol Baumstarh, en estadio de la Federación Argentina de Box. “Ese momento, aunque al principio no lo entendí y me enojé mucho, se lo voy a agradecer siempre al Viejo “Campeón” Contreras. Porque su sinceridad, su don de buen tipo, me trajo hasta acá”, reflexiona Sol, apenas comienza a desandar su historia con LA NACION.Sol Cudos tiene un talento muy especial y sólo se enfoca en el titulo mundial.

La historia de Sol Cudos puede seducir a los sensibles que creen en el destino. Y aunque todavía falta bastante para saber si habrá un final feliz, lo que importa es lo que va pasando, esas páginas que se están escribiendo con el apoyo incondicional de su mamá Sonia y su papá Ángel, aquel wing derecho que brilló en Huracán a finales de los 80 y desde hace 25 años trabaja en una empresa de colectivo en Moreno. “Sol terminó siendo boxeadora por casualidad. Un día la llevé a una clase de taekwondo y en vez de tirar patadas tiraba piñas. Entonces, el profe me dijo que la lleve a boxeo, que seguro iba andar bien”, cuenta con orgullo Pitufo Cudos, quien es un apasionado al boxeo y lo practicó de manera recreativa después de que abandonó el futbol a los 29 años.

La pasión de Sol en realidad era otra y su sueño estaba enfocado en continuar el mandato de su abuelo y tíos materno: ser jocketa. “Ellos tienen un stud de caballos de carreras en General Gelly, en Santa Fe, y cada vez que venían a San Isidro o a Palermo, mi papá me llevaba. Pasaba horas en la rotonda mirando los caballos y los jockeys. Hasta que le dije que quería ser jocketa y él, que me acompaña en todo, averiguó para anotarme en la escuela. Pero nunca pude arrancar porque tuvo que vender el auto y era todo un tema viajar todos los días a San Isidro. Es una cuenta pendiente que tengo”, confiesa Sol, que aún concurre con su papá Ángel a San Isidro y Palermo a disfrutar de los clásicos.

También hubo un tiempo en el que el boxeo quedó en pausa durante tres años. Cansada de algunas ingratitudes del ambiente y replanteándose un poco su futuro, se enfocó en estudiar y terminar la carrera de instrumentación quirúrgica. Sin embargo, en los momentos de quirófano siempre había alguna referencia al boxeo que le despertaba las ganas de volver al gimnasio. “En la pandemia, aprovechando que tenía tiempo cada vez que salía de la clínica, retomé. Y como las cosas empezaron a ir bien y pude debutar como profesional decidí dejar de trabajar y dedicarme tiempo completo al boxeo, que es lo que más gusta. A mi mamá mucho no le gustó la idea, pero ahora es la que más pendiente está y se encarga de las comidas”, comenta Sol, que se declara admiradora de Manny Pacquiao y le encanta el estilo del mendocino Juan Carlos Reveco.

No hay imposibles en su agitada existencia. Dice que todo lo hace por pasión y que sólo sabe “darle para adelante” si se propone algo. Y vuelve a ocuparse del boxeo, que está en el centro de todo, siempre. Sin ponerse fecha de vencimiento también se anima a tocar un tema tabú en el ambiente: la maternidad. “Yo estoy enfocada en el boxeo, por ahora estoy sola y no estoy pensado en eso. No me veo como mamá y boxeadora al mismo tiempo”, reflexiona, consciente de las batallas que aún le quedan por dar sobre un ring, su sitial por antonomasia en la vida.

Solitaria, sentimental, esquemática y luchadora constante, Sol Cudos confía plenamente en sus condiciones y en la preparación que realizó con su entrenador, Cristian Loyola, para convertirse en campeona mundial el próximo 22 de febrero. “Estoy muy motivada. No hay un día que no entrene sin ganas, que sienta cansancio, que me levante de mal humor. En mi mente no está perder ni pensar más allá de esta pelea. Voy por todo, pero paso a paso”, reconoce Sol, que actualmente tiene un récord invicto de 9 triunfos, 3 de ellos por KO y dos empates.

-¿Cómo manejas la ansiedad de estar a días del combate más importante de tu carrera?

-Trato de disfrutar del proceso. Ya pasé por experiencias similares. Yo no busco demostrarle a los demás lo que puedo hacer, sino que trato de superarme como deportista y ver hasta dónde puedo llegar. Por eso no siento presión del entorno, me gusta desafiarme a mí misma

-¿Sos consciente que vas a ser partícipe de una de las peleas más importantes en la historia del boxeo femenino argentino?

-Es un orgullo enorme y la vez una linda presión. Pero lo tomo con mucha calma, porque sé que no es el fin si pierdo. Sin dudas tengo muchas más cosas para ganar que para perder. Estoy en una buena edad, tengo un buen récord y mi estilo boxístico es comercial. Creo que a Baumstarh también le pasa lo mismo. Con esta pelea gana el boxeo argentino.Sol Cudos es la hija de Ángel, aquel wing derecho que brilló en Huracán a finales de los 80

-¿Qué te incomoda del estilo de Baumstarh?

-Ella pega muy fuerte, tiene fama de noqueadora, pero yo también pego fuerte y sé boxear. Creo que si las dos aceptamos la pelea es porque nos tenemos fe que podemos ganar.

Mientras deshoja la margarita de la larga espera, con entrenamientos en doble turno, sesiones con su psicólogo y notas promocionales, Sol aprovecha sus momentos de descanso solitario mirando series y leyendo libros motivacionales, especialmente de la escritora española Marian Rojas Estapé. Confiesa que no es muy afecta a las salidas nocturnas, pero disfruta de las reuniones con amigas. “La motivación la saco de mi pasión por lo que hago y por el profesionalismo que entiendo que es el mejor camino para triunfar”, explica quien se sabe que está ante un momento acuciante de su carrera y actúa en consecuencia. “Yo pienso que con sacrificio y responsabilidad los sueños se cumplen”, reflexiona.

-¿No tenés miedo de fracasar?

-No, si tuviera miedo al fracaso nunca me hubiese animado a ser boxeadora. El 22 a la medianoche yo me veo campeona del mundo.