Shakira, la loba alfa de toda la manada: así se vivió su emotivo regresó a Argentina
En un viaje que entrelazó el pasado con el presente, la estrella colombiana recorrió cada una de las etapas que marcaron su vida y la de sus fanáticos. Vibrante, magnética y salvaje.

"Cuando estuve triste, cuando los necesité, ahí estuvieron ustedes", agradeció Shakira, emocionada, frente a 120.000 personas que se reunieron en el Campo Argentino de Polo para presenciar su regreso al país. Durante dos noches, que entrelazaron el pasado y el presente de una de las referentes más importantes de la música, la colombiana fue reflejo de resiliencia, del empoderamiento femenino y de todos aquellos sonidos que marcaron la historia latinoamericana.
Las calles que rodeaban el predio porteño estaban repletas de sus vivencias: pañuelos árabes, top de lentejuelas, pelucas violetas (en referencia al videoclip de "Las de la Intuición") o pantalones engomados. Cada uno de los fanáticos encarnaba alguna de las épocas de la cantante. "Ella es mi vida", aseguraban, ansiosos.
Bajo la producción de Fenix Entertainment, Shakira regresó a Argentina en el marco de su gira "Las Mujeres Ya No Lloran", un tour que ella misma consideró uno de los más importantes de su carrera, no solo por las características del armado y el despliegue, sino también por los momentos personales que debió atravesar. Momentos que impactaron directamente en sus nuevas canciones. Shakira en el Campo Argentino de Polo. Foto: Candela Suárez.
A las 21:20 horas, la superestrella internacional irrumpió en escena con su canción "La Fuerte", producida por Bizarrap. Acompañada por 100 fanáticos locales, realizó una entrada épica que denotaría la magnitud del show que estaba por desplegarse. Los gritos ensordecieron el recinto e, inmediatamente, inició una triada compuesta por: "Girl Like Me", "Las de la Intuición" y "Estoy Aquí".
De esta manera, dio luz verde a una noche que recorrería los momentos más importantes de su carrera. Durante dos horas, dejó entrever la multiplicidad de estilos que la vuelven una artista tan versátil: arrasó con su versión más rockera, como también les dio lugar a las baladas, la bachata, la salsa, el tango, el árabe y el pop.
En el escenario, estuvo acompañada por su banda, con quienes comparte hace 25 años, y también de una seguidilla de músicos sesionistas con marcadas raíces latinas. Además del equipo de bailarines que realizó un despliegue impactante: uno de los momentos con mayor presencia fue cuando interpretaron "Waka Waka", la canción que compuso para el Mundial 2010. Shakira en el Campo Argentino de Polo. Foto: Candela Suárez.
A lo largo de la noche, la cantante entrelazó las diferentes etapas de su carrera interpretando canciones de sus inicios, como "Pies Descalzos", "Inevitable" y "Ojos Así", pasando por momentos como "Loca", "Objection", "La Tortura", "La Bicicleta", o hasta sus éxitos más recientes: "Chantaje", "Monotonía" y "Te Felicito".
Además, la creadora de "las caderas no mienten" hipnotizó con su baile a todos los presentes. Shakira baila y es magnética. Su danza trae consigo los recuerdos de todos aquellos que crecieron intentando recrearla. Algo que repetían desde el público, tanto antes como durante o después del recital.
La colombiana bailó durante las dos horas que duró el show y, en varias oportunidades, tuvo un espacio en solitario para sus coreografías. La fuerza de sus pasos era el reflejo de una loba. Una loba salvaje, despiadada, seductora, inalcanzable y empoderada. Shakira en el Campo Argentino de Polo. Foto: Candela Suárez.
La noche tuvo dos momentos que emocionaron a flor de piel: por un lado "Acróstico", donde sus hijos Sasha y Milan aparecieron cantando en pantalla, luego de que se transmitiera un corto audiovisual que mostraba a una loba herida, que debía recomponerse para cuidar a sus dos cachorros.
Mientras que, tiempo más tarde, interpretó "Antología" y se la dedicó a sus hijos que se encontraban al costado del escenario. "Los que me enseñaron realmente lo que es amar", aseguró la artista, conmocionada.
De esta forma, Shakira brindó una propuesta completísima tanto en el set-list, como en sus interpretaciones, sus vestuarios, la puesta en escena, los cortos audiovisuales que separaban cada una de las etapas del show y hasta incluso "Los 10 mandamientos de las Lobas", acompañado de una loba gigante que se montó en el escenario.
Para despedirse, cerró con el hit "BZRP Music Session, Vol. 53" que le hace honor al nombre de su gira. "Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan" cantó, mientras miles de billetes volaron desde el escenario.
En el tour, Shakira deja en claro que se encuentra en un nuevo momento de su carrera, como también de su vida personal. Sin embargo, la niña de Barranquilla sigue presente. "Cuando la necesité, esa niña me recordó quién era y por qué estoy aquí", recalcó la cantante, quien muchos años más tarde, todavía lleva la música latina a lo más alto en la escala global. Una loba indomable.