¿Se aprobará la reforma fiscal alemana? Estos son los tres riesgos extremos para Berenberg
Hace unos días, en Alemania, los conservadores de la CDU/CSU y los socialdemócratas del SPD, llegaron a un acuerdo histórico para reformar el freno de deuda y estimular la economía del país. Para ello, se necesita que salga adelante por votación una reforma de la Constitución. ¿Se aprobará finalmente? Estos son los tres riesgos extremos que plantean en Berenberg.

En concreto, se propone crear un fondo de infraestructuras de 500.000 millones de euros a 10 años y reformar el freno de la deuda, de modo que los gastos de defensa superiores al 1% del PIB queden exentos. Para cambiar la Constitución y permitir un mayor gasto deficitario se necesitan mayorías de dos tercios en ambas cámaras del parlamento, el Bundestag y el Bundesrat.
El resultado de las elecciones del pasado 23 de febrero dejó a la CDU y su hermana bávara CSU con opciones de gobernar en una gran coalición con el SPD. Sin embargo, la AfD y la Izquierda cuentan con más de un tercio de los escaños en el nuevo Bundestag y, por lo tanto, pueden bloquear cambios en la Constitución.
Por ello, los partidos centristas planean impulsar la reforma a través del Bundestag saliente antes de que se reúna el nuevo, en el que la CDU/CSU y el SPD junto con los Verdes tenían alrededor del 71% de los escaños. El nuevo Bundestag debe reunirse a más tardar el 25 de marzo.
"En nuestra opinión, parece muy probable que Alemania se concederá el espacio fiscal adicional. Asignamos una probabilidad de alrededor del 80% a ese resultado. Sin embargo, no es una conclusión inevitable", indican en Berenberg, donde ven que "tiene sentido" considerar que existen tres riesgos extremos.
¿Cuáles son? En primer lugar, señalan al Parlamento. Como explican, la CDU/CSU y el SPD necesitan que los Verdes aprueben la reforma en el Bundestag, pero los Verdes están haciendo ruido en estos momentos diciendo que su aprobación no es una conclusión inevitable.
"En general, están a favor de relajar el freno de la deuda y es casi seguro que finalmente votarán a favor de reformarlo", dicen, pues "la CDU/CSU y el SPD podrían añadir la inversión climática a la lista de áreas incluidas en el propuesto fondo especial de inversión en infraestructura para asegurarse el apoyo de los Verdes".
Pero algunos diputados dispersos de la CDU/CSU y el SPD en el Bundestag podrían no apoyar el cambio. "Si el SPD cede en cuestiones de inmigración y reforma procrecimiento en las negociaciones en curso con la CDU/CSU antes de la votación, a los partidarios de la línea fiscal más dura de la CDU/CSU les resultaría más fácil apoyar el paquete", comentan.
En conjunto, consideran que el riesgo de que la relajación del freno de la deuda fracase en el Bundestag "parece muy bajo, pero no del todo nulo".
En segundo lugar se encuentra el Bundesrat, la cámara de los gobiernos regionales, donde los estados gobernados únicamente por la CDU/CSU, el SPD y los Verdes no tienen una mayoría de dos tercios. "En su lugar, necesitarían el apoyo de al menos un gobierno regional en el que estuvieran representados el FDP, muy conservador en materia fiscal, los Electores Libres (en Baviera), de centroderecha, y BSW o La Izquierda. Los cuatro tienen reservas sobre la modificación del freno de la deuda", señalan los analistas.
Sin embargo, la CDU/CSU y el SPD necesitarían que sólo uno de estos partidos se uniera a la iniciativa. "La izquierda (y posiblemente incluso el BSW) puede verse tentada por el aumento significativo del margen fiscal, también para el nivel regional. La propuesta permitiría a los estados incurrir en déficits del 0,35% del PIB y asignaría también a los estados el 20% de los fondos especiales de inversión de 500.000 millones de euros. Por otra parte, el líder de la CSU podría presionar a su socio de coalición en Baviera, los Electores Libres, para que apoyara la reforma, posiblemente incluso amenazando con buscar un socio diferente".
Tras algunas negociaciones, "esperamos que la reforma también se apruebe en el Bundesrat, probablemente con una votación el 21 de marzo", afirman.
Por último, en tercer lugar, entra en escena el Tribunal Constitucional. En Berenberg creen que el hecho de que un parlamento antiguo apruebe un cambio tan drástico en la Constitución "es controvertido, sobre todo porque la CDU/CSU había hecho campaña con una plataforma fiscalmente más prudente".
No obstante, consideran que la letra de la ley parece clara: "Mientras no se reúna el nuevo Bundestag, el parlamento antiguo puede actuar sin restricciones". Eso sí, remarcan una posible preocupación, que el plan actual tendrá que presentar la legislación para los cambios en el freno de la deuda al antiguo Bundestag el 13 de marzo, seguido de un debate en las comisiones pertinentes el 14 de marzo y una votación final en el pleno del parlamento el 18 de marzo.
"Está previsto que el resultado oficial de las elecciones se certifique el 14 de marzo. Una vez que se certifiquen los resultados, puede parecer más convincente que el nuevo parlamento, donde la extrema derecha y la extrema izquierda tienen una minoría de bloqueo para impedir cambios en la Constitución, asuma el poder".
Añaden que es probable que se pida al Tribunal Constitucional que examine la cuestión. "Pero, teniendo en cuenta las posibles consecuencias políticas, es probable que el Tribunal Constitucional no rechace el cambio. La mayoría de los expertos legales (pero no todos) parecen estar de acuerdo en que el antiguo Bundestag todavía puede aprobar un cambio tan importante en la Constitución, al menos si lo hace rápidamente", concluyen.