Ranita de Darwin: volvieron a ver una población de esta especie en peligro de extinción en el límite con Chile
Fue descubierta por el naturalista británico en 1834; su forma y su coloración se asemeja a la de una hoja

SAN CARLOS DE BARILOCHE.— En un descubrimiento que aporta esperanza a la comunidad científica, un grupo de guardaparques argentinos y chilenos encontraron una nueva población de la ranita de Darwin, una especie que está clasificada actualmente en la categoría “en peligro de extinción” por la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN).
El importante hallazgo se produjo en el Parque Nacional Vicente Pérez Rosales, en la zona de Ensenada en la Región de Los Lagos de Chile, a solo metros del Lago Llanquihue. Esta área silvestre protegida fue fundada en 1926 y representa el parque nacional más antiguo del país trasandino. Hasta allí llegaron en febrero pasado guardaparques chilenos y otros del Parque Nacional Nahuel Huapi para participar de una jornada de capacitación dirigida por investigadores de la ONG Ranita de Darwin.
Tal como contaron los expertos, “68 ranitas de Darwin fueron inesperadamente avistadas en lo que representaría no solo una nueva población para la especie, sino también una de las más numerosas que se conocen en la actualidad”. La coloración de la rana varía desde el verde intenso hasta el marrón oscuro, mientras que su forma asemeja una hoja: eso le permite camuflarse perfectamente en los ambientes que habita.
Más allá de la frontera binacional, lo cierto es que los parques nacionales Nahuel Huapi y Vicente Pérez Rosales albergan casi 1 millón de hectáreas de ambientes naturales ininterrumpidos, incluidas exuberantes selvas lluviosas. El diminuto anfibio de 3 cm habita esa zona pero no había sido observado desde hace varios años en esa extensa área. Si bien la ranita de Darwin no depende de cuerpos de agua para sobrevivir como otros anfibios, sí necesita una alta humedad ambiental.
La ranita de Darwin (Rhinoderma darwinii), que fue descubierta en 1834 por el naturalista inglés Charles Darwin durante su paso por Chile, es conocida mundialmente porque es la única especie de anfibio en la que el macho cría a los renacuajos dentro de su saco vocal, hasta que estos realizan la metamorfosis y el padre libera al suelo del bosque ranitas que miden medio centímetro.
La situación actual de la especie es preocupante: está en peligro de extinción debido a la disminución del bosque nativo y a una pandemia de los anfibios conocida como quitridiomicosis.
La especie hermana
Una especie “hermana”, la ranita de Darwin del Norte o Sapito Vaquero (Rhinoderma rufum) no ha sido observada desde 1981: ese anfibio habitaba los bosques nativos de la Cordillera de la Costa de la zona centro-sur de Chile, desde Zapallar hasta Concepción. La ranita de Darwin del Norte fue descrita por primera vez en 1902, como un género diferente al de la Ranita de Darwin del Sur. Recién en 1975, esta especie fue reconfirmada científicamente y clasificada dentro del género Rhinoderma. Actualmente está clasificada como una especie En Peligro Crítico (Probablemente Extinta).
Este contexto refuerza la importancia del nuevo hallazgo en la Patagonia. “Nuestro compromiso como guardaparques es centrar todos nuestros esfuerzos en realizar un monitoreo a largo plazo de las poblaciones de ranita de Darwin identificadas al interior del área protegida, desarrollando estrategias efectivas para su conservación y la mitigación de sus amenazas”, indicó el impulsor de la iniciativa, Alexis Gajardo Rivas, guardaparque y encargado del Programa de Conservación del Parque Nacional Vicente Pérez Rosales.
Desde el parque Nahuel Huapi informaron que las jornadas de capacitación en terreno que dieron lugar al descubrimiento fueron posibles gracias a la Estrategia Binacional (Chile-Argentina) de Conservación de las Ranitas de Darwin, iniciativa que desde 2018 busca fortalecer la colaboración entre diferentes sectores de la sociedad, incluidos los sectores públicos y privados, para la protección de estos anfibios. En el corto plazo, la idea es que guardaparques de ambos países inicien un monitoreo binacional de poblaciones de ranita de Darwin en ambas áreas protegidas.
“A través de esta colaboración, y el descubrimiento de esta nueva población, no solo estamos protegiendo a la Ranita de Darwin, sino que también contribuimos a la conservación del ecosistema en su totalidad. Estamos alcanzando nuestra meta de utilizar a la Ranita de Darwin como una bandera en la lucha por la protección del bosque nativo y de las comunidades que dependen de este importante ecosistema”, explicó Andrés Valenzuela, presidente de la ONG Ranita de Darwin e investigador de la Sociedad Zoológica de Londres.