Primer golpe. La memoria imborrable

Hace poco, un joven pintor de Ayamonte Miguel Marín dio a conocer la actualización de una foto de la Estrella hecha por Albarrán en los años 30. El colorido que aportó a esa interpretación demostró que un retrato de casi 100 años se mantiene vivo y sigue generando fascinación. Unos años atrás Sánchez Aguilera hizo algo parecido coloreando y enriqueciendo otra foto en blanco y negro de la misma dolorosa. Son estampas centenarias que se han mantenido en la memoria a pesar de los cambios y las modas. Hay en la Semana Santa asignaturas de antaño que no se han resuelto. La Banda de Arahal en San Bernardo, el palio de plata de las Siete Palabras, en soldado etíope de las Tres Caídas, la túnica de camello del Soberano Poder, el paso caoba del Cristo de las Aguas, la aureola del Cristo de Santa Cruz... El renovado misterio del Buen Fin salió de esas estampas que retenía el imaginario colectivo y que nunca se fue tras la supresión del anterior grupo. Pero hay un caso paradigmático. A pesar de que ya hace 40 años que la Trinidad procesiona bajo un palio verde, en el imaginario aún permanece esa Esperanza blanca que dejo de serlo por la globalización. La recuerdos fuertes son imborrables. El paso perdió su personalidad para homologarse al resto. Pero en la memoria siguen meciéndose aquellas bambalinas blancas. ¿Volverán? Quién sabe cuándo...

Feb 16, 2025 - 03:32
 0
Primer golpe. La memoria imborrable
Hace poco, un joven pintor de Ayamonte Miguel Marín dio a conocer la actualización de una foto de la Estrella hecha por Albarrán en los años 30. El colorido que aportó a esa interpretación demostró que un retrato de casi 100 años se mantiene vivo y sigue generando fascinación. Unos años atrás Sánchez Aguilera hizo algo parecido coloreando y enriqueciendo otra foto en blanco y negro de la misma dolorosa. Son estampas centenarias que se han mantenido en la memoria a pesar de los cambios y las modas. Hay en la Semana Santa asignaturas de antaño que no se han resuelto. La Banda de Arahal en San Bernardo, el palio de plata de las Siete Palabras, en soldado etíope de las Tres Caídas, la túnica de camello del Soberano Poder, el paso caoba del Cristo de las Aguas, la aureola del Cristo de Santa Cruz... El renovado misterio del Buen Fin salió de esas estampas que retenía el imaginario colectivo y que nunca se fue tras la supresión del anterior grupo. Pero hay un caso paradigmático. A pesar de que ya hace 40 años que la Trinidad procesiona bajo un palio verde, en el imaginario aún permanece esa Esperanza blanca que dejo de serlo por la globalización. La recuerdos fuertes son imborrables. El paso perdió su personalidad para homologarse al resto. Pero en la memoria siguen meciéndose aquellas bambalinas blancas. ¿Volverán? Quién sabe cuándo...