¿Por qué no se debe felicitar el Día de la Mujer?

Cada 8 de marzo, el mundo conmemora el Día Internacional de la Mujer, una jornada que ha cobrado relevancia como un espacio de reflexión y análisis sobre los avances y desafíos en materia de igualdad de género. Lejos de ser un día festivo, esta fecha invita a cuestionar el estado actual de los derechos de … Continuar leyendo "¿Por qué no se debe felicitar el Día de la Mujer?"

Mar 7, 2025 - 07:37
 0
¿Por qué no se debe felicitar el Día de la Mujer?

Cada 8 de marzo, el mundo conmemora el Día Internacional de la Mujer, una jornada que ha cobrado relevancia como un espacio de reflexión y análisis sobre los avances y desafíos en materia de igualdad de género. Lejos de ser un día festivo, esta fecha invita a cuestionar el estado actual de los derechos de las mujeres y a reconocer la lucha constante por la equidad en todos los ámbitos de la sociedad. Sin embargo, una pregunta recurrente surge en este contexto: ¿es adecuado felicitar el 8M? Para muchas personas, esta práctica resulta inapropiada, pues desvirtúa el propósito de la jornada y minimiza la reivindicación que representa.

A lo largo de la historia, el Día de la Mujer ha sido un símbolo de resistencia y transformación social, marcado por la lucha de millones de mujeres por sus derechos laborales, políticos y sociales. Si bien se han logrado avances significativos, aún persisten brechas y obstáculos que impiden la plena igualdad. Por ello, más que un motivo de celebración, el 8M debe entenderse como una oportunidad para visibilizar problemáticas como la brecha salarial, la violencia de género y la falta de representación en espacios de poder. En este sentido, felicitar a las mujeres en esta fecha puede interpretarse como un gesto vacío que ignora la verdadera razón por la que existe esta conmemoración. Más que palabras amables, el 8 de marzo requiere acciones concretas y un compromiso real con la equidad de género. Es un momento para informarse, reflexionar y sumarse a iniciativas que promuevan cambios estructurales en favor de los derechos de las mujeres. La lucha por la igualdad sigue en marcha, y este día nos recuerda la importancia de continuar trabajando para construir una sociedad más justa y equitativa.

¿Por qué no felicitar el 8M, el día de la mujer?

El 8M no deja de ser un día que se erige sobre la base de luchas históricas y contemporáneas por la igualdad de derechos, el respeto y la dignidad, lejos de ser simplemente una fecha para expresar felicitaciones vacías o gestos simbólicos desprovistos de compromiso real con la causa que representa.

En este sentido, el 8M se presenta como una ocasión para la reflexión colectiva sobre los logros alcanzados gracias a la incansable lucha de mujeres a lo largo de la historia. Es un momento para evaluar cómo, a pesar de los avances en materia de derechos y participación, aún persisten brechas significativas que limitan el pleno desarrollo y bienestar de las mujeres en diversas esferas de la vida social, política, económica y cultural. Esta fecha nos invita no a felicitar, sino a reconocer y valorar la contribución de las mujeres en todos los ámbitos, a la vez que nos confronta con la realidad de que la igualdad de género sigue siendo un objetivo distante en muchas partes del mundo.

Compromiso y acción

Más allá de la reflexión, el 8M es una llamada a la acción. Nos recuerda la importancia de trabajar activamente por la eliminación de la discriminación y la violencia contra las mujeres, desafíos que se mantienen persistentes a nivel global. La conmemoración de este día debe servir como un impulso para fortalecer las políticas y medidas que promuevan la igualdad de género, el respeto a los derechos humanos de las mujeres y su empoderamiento en todos los sectores de la sociedad.

Visibilización y lucha contra la violencia

La relevancia del 8M también radica en su papel como plataforma para visibilizar la violencia de género y exigir medidas concretas para su erradicación. La violencia machista, en sus múltiples formas, constituye una de las violaciones más flagrantes de los derechos humanos en nuestra sociedad. Este día nos recuerda la necesidad de mantener una lucha constante y determinada contra todas las formas de violencia y discriminación hacia las mujeres, reafirmando el compromiso con la construcción de una sociedad más justa y equitativa.

El origen del Día de la Mujer

El Día de la Mujer es una jornada para reivindicar los derechos de las mujeres y no simplemente para felicitarlas por su género. Su creación busca conmemorar los avances sociales, económicos y políticos logrados por las mujeres, así como la persistente discriminación que han enfrentado a lo largo de la historia. La primera celebración del Día Nacional de la Mujer tuvo lugar el 28 de febrero de 1909 en Estados Unidos, impulsada por el Partido Socialista Americano en honor a la huelga de camiseros de Nueva York que exigieron mejores condiciones laborales el año anterior.

Al año siguiente, en 1910, la idea se extendió a Europa gracias a la Internacional Socialista, que durante su congreso en Copenhague decidió establecer el Día Internacional de la Mujer para promover sus derechos y respaldar la lucha por el sufragio universal. Aunque no se fijó una fecha específica para su celebración, se adoptó el último domingo de febrero siguiendo el modelo estadounidense. Los primeros países europeos en unirse a la celebración fueron Austria, Dinamarca, Alemania y Suiza en 1911.

¿Por qué el 8 de marzo? ¿Qué hay de cierto y de leyenda?

El 8 de marzo se convirtió en la fecha emblemática del Día de la Mujer a partir de 1914, posiblemente por coincidir con un domingo. Tres años más tarde, en San Petersburgo, miles de mujeres protestaron enérgicamente para exigir el fin de la guerra, lo que marcó el inicio de la revolución de febrero (según el calendario juliano vigente en Rusia, tuvo lugar el 23 de febrero). Cuatro días después, la caída del zar cambió el rumbo del país y el gobierno provisional otorgó a las mujeres el derecho al voto. Con la llegada de la Revolución Bolchevique, Vladimir Lenin estableció el 8 de marzo como día festivo oficial, consolidando esta fecha como un símbolo de la lucha por los derechos femeninos.

A lo largo del tiempo, han surgido varias leyendas sobre el origen del Día Internacional de la Mujer. Una de las más extendidas afirma que se instituyó para conmemorar un incendio que supuestamente mató a cientos de trabajadoras en una fábrica textil de Nueva York el 8 de marzo de 1909, aunque este suceso nunca ocurrió. En realidad, el incendio que causó 140 víctimas tuvo lugar el 25 de marzo de 1911. Otra versión sostiene que el 8M rememora la brutal represión de una manifestación de trabajadoras textiles en Nueva York en 1857, aunque no existen pruebas históricas que lo confirmen. Más allá de estas historias, el Día de la Mujer representa un recordatorio de la lucha por la igualdad y la justicia, evolucionando con los años hasta convertirse en un símbolo global de solidaridad y empoderamiento femenino.