El director deportivo del Sevilla se la jugó, literalmente, cuando en verano apostó por proponer y firmar a Xavi García Pimienta como entrenador del club de Nervión, descartando otras opciones con más fuerza o predicamento dentro del entorno, como hubiese sido principalmente la continuidad de Quique Sánchez Flores , al que en ningún momento se le invitó a permanecer, hasta que el propio técnico madrileño comenzó a argumentar que el desgaste vivido tampoco ayudaba a pensar en la posibilidad de continuar. Nunca existió buen feeling entre ellos. Una especie de separación amistosa. Era conocida esa distancia dentro del club. Comenzar de cero un proyecto que podía viciarse a las primeras de cambio era desaconsejable. Mejor firmar a alguien que de...
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