Palo del Gobierno tras la subida del precio de los huevos: multas de hasta 3.000 euros si tienes gallinas sin registrar
En muchas zonas rurales de España, es habitual que las personas críen un pequeño número de gallinas en casa, ya sea para el autoconsumo de huevos o simplemente como parte de su estilo de vida. Asimismo, existen pequeñas granjas familiares que producen huevos tanto para el consumo propio como para la venta. Sin embargo, independientemente … Continuar leyendo "Palo del Gobierno tras la subida del precio de los huevos: multas de hasta 3.000 euros si tienes gallinas sin registrar"

En muchas zonas rurales de España, es habitual que las personas críen un pequeño número de gallinas en casa, ya sea para el autoconsumo de huevos o simplemente como parte de su estilo de vida. Asimismo, existen pequeñas granjas familiares que producen huevos tanto para el consumo propio como para la venta. Sin embargo, independientemente del uso que se haga de estos animales, la normativa vigente establece ciertas obligaciones para sus propietarios. En este sentido, muchas personas desconocen que incluso aquellas gallinas destinadas únicamente al autoconsumo se deben registrar oficialmente.
Desde la entrada en vigor del Real Decreto 637/2021, de 27 de julio, se han establecido normas específicas para la ordenación de las granjas avícolas en España. Aunque la normativa fue aprobada en 2021, no todas sus disposiciones entraron en vigor de inmediato. De hecho, los artículos 5 y 6 del decreto comenzaron a aplicarse el 1 de enero de 2024 para explotaciones ya existentes, lo que significa que tanto las granjas reducidas como aquellas destinadas únicamente al autoconsumo deben cumplir con estos requisitos. El incumplimiento de estas normas puede derivar en sanciones económicas considerables.
Obligación de registrar a las gallinas ponedoras
Contrario a lo que muchos piensan, la ley establece que todas las personas que tengan gallinas, incluso en pequeñas cantidades y sin fines comerciales, deben inscribirlas en el Registro General de Explotaciones Ganaderas. Aunque las granjas de autoconsumo están exentas de ciertos trámites adicionales, como la autorización previa para la inscripción, siguen estando sujetas a la obligación de registrarse.
Además, otra exigencia que establece la normativa es la identificación de un veterinario de referencia para cada explotación, incluidas las de autoconsumo. En caso de que surjan problemas sanitarios entre las aves, será necesario contar con un profesional para evaluar la situación y tomar medidas oportunas. Según el artículo 6, punto 11 del decreto, esta obligación aplica sin excepciones a cualquier tipo de explotación avícola.
Restricciones y obligaciones adicionales
La ley también impone diversas restricciones relacionadas con el bienestar animal. Se prohíben todas aquellas intervenciones quirúrgicas que no sean estrictamente necesarias por motivos terapéuticos o diagnósticos. En este sentido, prácticas como el recorte del pico de las aves o la castración de pollos sólo se podrán realizar si han sido previamente autorizadas por la autoridad competente. Además, es obligatorio registrar la fecha de la intervención, el nombre y el número de identificación de la persona que la realiza.
Otras condiciones establecidas en la normativa incluyen la obligación de proporcionar a las gallinas acceso constante a una superficie de cama o yacija para evitar lesiones, así como garantizarles un suministro adecuado de agua tanto en cantidad como en calidad.
Multas por incumplimiento
El incumplimiento de estas normas puede acarrear sanciones económicas significativas. Aunque el artículo 21 del Real Decreto no especifica cuantías específicas, hace referencia a otras leyes que regulan el régimen sancionador en esta materia. Entre ellas se encuentran:
- La Ley 8/2003, de 24 de abril, de sanidad animal.
- La Ley 32/2007, de 7 de noviembre, para el cuidado de los animales en su explotación, transporte, experimentación y sacrificio.
- El Real Decreto 1945/1983, de 22 de junio, que regula las infracciones y sanciones en materia de defensa del consumidor y producción agroalimentaria.
El incumplimiento de esta normativa puede derivar en sanciones respaldadas por diversas normativas, como la Ley de Sanidad Animal, la Ley de Protección y Bienestar Animal y el Real Decreto que regula infracciones en el ámbito del consumidor y la producción agroalimentaria. Dependiendo de la normativa aplicada, una infracción menor, como no registrar las gallinas, puede suponer multas de entre 600 y 3.000 euros.
Si no hay intención de incumplir la normativa y el propietario no tiene sanciones previas, podría aplicarse una advertencia en lugar de una multa. Sin embargo, la regulación es clara: poseer gallinas ponedoras, incluso para consumo doméstico, exige un registro oficial para evitar sanciones económicas.
En resumen, aunque la cría de gallinas para autoconsumo pueda parecer una actividad sencilla y sin mayores restricciones, lo cierto es que está regulada por normativas específicas que los propietarios deben cumplir. Registrar a las gallinas, contar con un veterinario de referencia y garantizar el bienestar animal son obligaciones ineludibles.
No conocer la normativa no exime de su cumplimiento, por lo que es fundamental informarse adecuadamente para gestionar una pequeña explotación avícola. Registrar las gallinas en el Registro General de Explotaciones Ganaderas es un requisito obligatorio. A diferencia de las grandes explotaciones, estas unidades de autoconsumo no necesitan autorización previa, aunque sí deben cumplir con ciertas condiciones establecidas por cada comunidad autónoma.
El aumento en el precio de los huevos ha puesto el foco en esta normativa. Desde el inicio de 2025, su valor en origen ha subido entre un 11 y un 18%, con incrementos más pronunciados en las últimas semanas. Según la OCU, el precio de la docena de huevos medianos ha aumentado un 25% en un mes, impulsado por la creciente demanda, el incremento en los costes de producción y la amenaza de la gripe aviar en Estados Unidos.