Oficinas, catedrales o comisarías para entrar a vivir, una propuesta legal y poco conocida que se practica en este país de Europa
Una planta de plástico, un expendedor vacío de hidrogel o el material de oficina pueden ser los nuevos muebles de decoración de tu casa. Las vidrieras de la iglesia sustituyen a las ventanas de un cuarto de estar, mientras los crucifijos y las túnicas se apilan en una esquina juntando polvo porque es lo que han dejado atrás sus antiguos moradores. Incluso las celdas de una comisaría abandonada pueden servir para hacer una fiesta de bienvenida. La crisis de la vivienda adopta múltiples formas y en el Reino Unido los guardianes legales de propiedades deshabitadas se han convertido en una realidad creciente. Una catedral, una oficina en un barrio de lujo, una escuela, un banco son el nuevo lugar de residencia para muchos londinenses como una solución asequible frente a unos alquileres desorbitados . ABC intenta conocer más de cerca esta peculiar opción y a sus inquilinos. Básicamente, la operación consiste en que una empresa encuentra a los inquilinos para una propiedad en desuso. Estos residentes son los llamados guardianes o tutores de la propiedad que pagan mensualmente una cuota de licencia fija , que es ostensiblemente más baja que el alquiler privado. El número de solicitudes para convertirse en uno, como explica Graham Sievers, presidente de la Asociación de Proveedores de Tutela de Propiedades (PGPA), es «la más alta que ha habido» desde la historia de esta práctica. Sievers detalla a ABC que entre los guardianes han tenido a una jubilada que ahorró suficiente dinero para comprar su casa de retiro en Gales. También tuvieron el caso de un productor de documentales ganador del Bafta y en el festival de Cannes que vivía en una antigua iglesia o el ejemplo de trabajadores como enfermeras, que buscan vivir más cerca de su lugar de trabajo sin gastar la mayor parte de sus salario en alquileres. Las personas que buscan convertirse en guardianes o tutores de propiedades se ha disparado. «Con más de 1.000 solicitudes a la semana, con un aumento del 60% », señala a ABC Sievers de la PGPA, que incluye a las principales empresas de protección de propiedades del Reino Unido. Un fuerte aumento teniendo en cuenta que en 2022, las solicitudes eran de 600 por semana. Ser guardianes de propiedades se ha convertido en la alternativa más factible para los jóvenes de 20, 30 años y, ahora, también para los que tienen más de 40 años . De hecho, Sievers nos traslada unas estadísticas que apuntan a que aproximadamente 1 de cada 10 tutores tienen entre 50 y 60 años. El 90 % tienen un empleo a tiempo completo y 1 de cada 5 tutores trabaja como profesional médico, legal o contable. Mientras los alquileres siguen experimentando «el aumento más rápido en 30 años», según PGPA. Y según el Gobierno, el alquiler aumentó un 11,5% el año pasado, alcanzando las 2.220 libras (2.665 euros) al mes. Y Sievers indica que los datos de SpareRoom, un popular sitio de búsqueda de compañeros de piso, indican que el alquiler mensual medio de una habitación en un alojamiento compartido en Londres se sitúa ya en 993 libras (1.192 euros) . Esta práctica tan peculiar como desconocida empezó en los Países Bajos en los años 80. Sievers comparte que entre las historias de guardianes de propiedad destaca el caso de Poppy, una mujer de 29 años que, después de convertirse en tutora de propiedades, pudo tener suficiente dinero para comprar una casa. Poppy tras la universidad se topó con una oferta de una habitación en una antigua redacción de prensa que costaba solo 300 euros al mes. Vivió en una variedad de propiedades interesantes durante cuatro años, desde una residencia de ancianos de los años 30 hasta una cabaña en los terrenos de un parque. Poppy considera que la tutela es realmente genial, ya seas del tipo creativo o trabajes desde casa. Mientras que Andy, es un hombre de 54 años, artesano y profesor de marroquinería que comenzó su experiencia como tutor después de decidir mudarse a una zona rural, donde está encantado. Esta opción también se ha convertido en una solución para Tidus, con 29 años es exmiembro de las fuerzas armadas y recomienda la custodia de la propiedad para alguien que acaba de salir del ejército Los perfiles son múltiples y las residencias son de todo tipo. La CNN informa que incluso una catedral abandonada ha sido el hogar de un electricista, un ingeniero de sonido y un periodista que pagaban para vivir en las dependencias del sacerdote. Mientras que Luke Williams de 45 años ha ahorrado miles de libras en alquiler como tutor en los últimos seis años. Actualmente vive en un espacio amplio de oficinas en el este de Londres. «Además de tener sentido financieramente, me gusta el estilo de vida y los lugares peculiares» , dijo al medio estadounidense. Louis Gross, un periodista de 29 años y ex tutor a los medios llegó a vivir en una comisaría con otros 50 tutores y cada mes pagaba una tasa de licencia de 500 libras (unos 600 euros). Recuerda haber organizado fiestas en el sótano y en las celdas de detención, y haber subido por una escale
Una planta de plástico, un expendedor vacío de hidrogel o el material de oficina pueden ser los nuevos muebles de decoración de tu casa. Las vidrieras de la iglesia sustituyen a las ventanas de un cuarto de estar, mientras los crucifijos y las túnicas se apilan en una esquina juntando polvo porque es lo que han dejado atrás sus antiguos moradores. Incluso las celdas de una comisaría abandonada pueden servir para hacer una fiesta de bienvenida. La crisis de la vivienda adopta múltiples formas y en el Reino Unido los guardianes legales de propiedades deshabitadas se han convertido en una realidad creciente. Una catedral, una oficina en un barrio de lujo, una escuela, un banco son el nuevo lugar de residencia para muchos londinenses como una solución asequible frente a unos alquileres desorbitados . ABC intenta conocer más de cerca esta peculiar opción y a sus inquilinos. Básicamente, la operación consiste en que una empresa encuentra a los inquilinos para una propiedad en desuso. Estos residentes son los llamados guardianes o tutores de la propiedad que pagan mensualmente una cuota de licencia fija , que es ostensiblemente más baja que el alquiler privado. El número de solicitudes para convertirse en uno, como explica Graham Sievers, presidente de la Asociación de Proveedores de Tutela de Propiedades (PGPA), es «la más alta que ha habido» desde la historia de esta práctica. Sievers detalla a ABC que entre los guardianes han tenido a una jubilada que ahorró suficiente dinero para comprar su casa de retiro en Gales. También tuvieron el caso de un productor de documentales ganador del Bafta y en el festival de Cannes que vivía en una antigua iglesia o el ejemplo de trabajadores como enfermeras, que buscan vivir más cerca de su lugar de trabajo sin gastar la mayor parte de sus salario en alquileres. Las personas que buscan convertirse en guardianes o tutores de propiedades se ha disparado. «Con más de 1.000 solicitudes a la semana, con un aumento del 60% », señala a ABC Sievers de la PGPA, que incluye a las principales empresas de protección de propiedades del Reino Unido. Un fuerte aumento teniendo en cuenta que en 2022, las solicitudes eran de 600 por semana. Ser guardianes de propiedades se ha convertido en la alternativa más factible para los jóvenes de 20, 30 años y, ahora, también para los que tienen más de 40 años . De hecho, Sievers nos traslada unas estadísticas que apuntan a que aproximadamente 1 de cada 10 tutores tienen entre 50 y 60 años. El 90 % tienen un empleo a tiempo completo y 1 de cada 5 tutores trabaja como profesional médico, legal o contable. Mientras los alquileres siguen experimentando «el aumento más rápido en 30 años», según PGPA. Y según el Gobierno, el alquiler aumentó un 11,5% el año pasado, alcanzando las 2.220 libras (2.665 euros) al mes. Y Sievers indica que los datos de SpareRoom, un popular sitio de búsqueda de compañeros de piso, indican que el alquiler mensual medio de una habitación en un alojamiento compartido en Londres se sitúa ya en 993 libras (1.192 euros) . Esta práctica tan peculiar como desconocida empezó en los Países Bajos en los años 80. Sievers comparte que entre las historias de guardianes de propiedad destaca el caso de Poppy, una mujer de 29 años que, después de convertirse en tutora de propiedades, pudo tener suficiente dinero para comprar una casa. Poppy tras la universidad se topó con una oferta de una habitación en una antigua redacción de prensa que costaba solo 300 euros al mes. Vivió en una variedad de propiedades interesantes durante cuatro años, desde una residencia de ancianos de los años 30 hasta una cabaña en los terrenos de un parque. Poppy considera que la tutela es realmente genial, ya seas del tipo creativo o trabajes desde casa. Mientras que Andy, es un hombre de 54 años, artesano y profesor de marroquinería que comenzó su experiencia como tutor después de decidir mudarse a una zona rural, donde está encantado. Esta opción también se ha convertido en una solución para Tidus, con 29 años es exmiembro de las fuerzas armadas y recomienda la custodia de la propiedad para alguien que acaba de salir del ejército Los perfiles son múltiples y las residencias son de todo tipo. La CNN informa que incluso una catedral abandonada ha sido el hogar de un electricista, un ingeniero de sonido y un periodista que pagaban para vivir en las dependencias del sacerdote. Mientras que Luke Williams de 45 años ha ahorrado miles de libras en alquiler como tutor en los últimos seis años. Actualmente vive en un espacio amplio de oficinas en el este de Londres. «Además de tener sentido financieramente, me gusta el estilo de vida y los lugares peculiares» , dijo al medio estadounidense. Louis Gross, un periodista de 29 años y ex tutor a los medios llegó a vivir en una comisaría con otros 50 tutores y cada mes pagaba una tasa de licencia de 500 libras (unos 600 euros). Recuerda haber organizado fiestas en el sótano y en las celdas de detención, y haber subido por una escalera de incendios para acceder a la cocina. El alegre caos y la camaradería le hacían sentir, según dijo a la CNN, como si estuviera en un barco pirata. Pero destaca que las tutelas deberían ser una «plataforma» para ayudar a las personas a ahorrar dinero para comprar una casa, no su último recurso. «No es un salvavidas», afirmó. Al fin y al cabo, hay tutores que llevan años ahorrando haciendo de guardianes y aún así no les llega para pagar un alquiler al uso . También hay voces que se quejan de las condiciones de estas propiedades, y los que responden diciendo que depende del rigor del intermediario que pone en contacto al futuro guardián con el propietario. Por su parte, PGPA hace revisiones mensuales de las propiedades porque priorizar la seguridad de los residentes. Sievers nos explica que la transferencia de propiedades residenciales y comerciales vacías a alojamiento temporal para los guardianes de la propiedad proporciona un 'uso intermedio' a un espacio que de otro modo se desperdiciaría. «Lo que respalda el espíritu de sostenibilidad: Reducir, reutilizar, reciclar», afirma. «Mi principal preocupación en este momento es que el actual gobierno del Reino Unido, al igual que los anteriores, ha hecho algunas promesas audaces sobre cómo abordar la crisis de la vivienda», afirma Sievers, pero añade que esos objetivos son a largo plazo. Además, detalla que una de las ventajas para los propietarios de estos inmuebles es que las propiedades temporalmente vacías se mantienen seguras y protegidas frente a la okupación o el vandalismo colocando guardianes de propiedades para que vivan en ellas. Y ahorrando en costes de sistemas de vigilancia las 24 horas o de patrullas activas, al tiempo que son un revulsivo económico para la zona. Y si es necesario «rehabilitar las propiedades, los tutores tienen 28 días para mudarse a otra ubicación y, a cambio de este breve aviso, pagan aproximadamente la mitad de los costos de un alquiler privado equivalente«, establece Sievers. Además, argumentan que evitan que los edificios y terrenos abandonados o vacíos puedan convertirse en vertederos de basura. Regenerando el barrio, tal como comenta Action on Empty Homes con el apoyo de la Nationwide Building Society Foundation. Sievers señala que pidió al Gobierno el desarrollo de una agencia para regular la industria. «Con el breve tiempo de conversión que se requiere para convertir muchos de estos lugares en propiedades tuteladas, existe una opción que podría albergar a más de 100.000 personas en cuestión de semanas, no de años ». Reutilizar los edificios existentes requiere mucha menos energía que demolerlos y construir nuevas viviendas. En cuanto al Ministerio de Vivienda del Reino Unido en su guía sobre tutelas subraya que «no fomenta la práctica porque a las personas no se les puede pedir que vivan en condiciones que no cumplen con los estándares de las propiedades residenciales. Mientras, la cuestión para muchos es que esta opción aunque vele por buenas instalaciones de habitabilidad no se convierta en un parche para solucionar el problema de la vivienda , sino en una solución a corto plazo a la espera de otras propuestas complementarias frente a la crisis de la vivienda.
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