Montse, madre de Enzo, con un trastorno grave y a la espera para tratarlo: "La situación es insostenible"

Enzo, de 16 años, tiene un trastorno mental severo que pone en grave peligro a él y a su familia.

Feb 23, 2025 - 15:48
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Montse, madre de Enzo, con un trastorno grave y a la espera para tratarlo: "La situación es insostenible"

Enzo tiene 16 años, está diagnosticado con autismo desde los tres y tiene varios trastornos de conducta asociados, entre ellos trastorno negativista desafiante que le hace tener serios problemas de conducta.

Debido a estos problemas, sobre todo desde hace dos años, ha estado ingresado en varias ocasiones. De hecho, como explica su madre Montse Naveros, que tenga brotes, llamen a la policía y lo ingresen es cada vez más frecuente.

Los médicos del hospital Sant Joan de Deu le han recomendado un centro de larga estancia para poder tratarlo como necesita, pero son tan pocas plazas -solo cinco-, que no parece que vayan a tener este recurso a corto plazo, "hay pocas plazas y poca movilidad porque son de estancias de entre seis meses y dos años. No sé cuánto tendremos que esperar, y nosotros necesitamos el recurso ya. La situación es insostenible", asegura Montse, que confiesa que tienen que tener en casa cualquier objeto peligroso bajo llave para que Enzo no los utilice contra los que viven en casa, sobre todo su hermano pequeño, que tiene 13 años, "ahora mismo vivimos alerta las 24 horas el día, en función del día que tenga Enzo, de cómo se levante".

Hay días, y últimamente es casi todos, que viven situaciones de peligro, tanto para él como para los que conviven con él, "tenemos todas las ventanas cerradas con cerrojo, con llave, hemos tenido que poner una caja fuerte todos los cuchillos, todas las tijeras… cualquier cosa que puede ser utilizado en contra de nosotros. También tenemos bajo llave toda la medicación, porque ha hecho varios intentos de suicidio tomando toda las pastillas que encontraba", lamenta.

Ahora mismo, cada vez que Enzo tiene un brote violento, al no estar disponible el recurso que necesita, no le queda otra que llama a la policía, pues ella sola ya no puede controlarlo, "llamamos al 061 y a los Mossos y me ayudan, porque mide 1,90 y pesa 115 kilos. Nosotros no podemos con él", asegura.

Después de cada uno de estos episodios, lo ingresan unos días y le dan el alta, "el último ingreso lo tuvimos hasta el 4 de enero, y así aguantaremos hasta el día que nos haga otra una crisis grande, vayamos a urgencias, lo ingresen dos semanas o tres semanas… Depende de cómo haya sido la agresión, si ha sido más o menos grave, lo ingresan más o menos, lo estabilizan, y a casa, pero son parches, coger aire hasta que pase otra vez, acaba siendo un círculo vicioso", lamenta.

Monste teme sobre todo por su hijo pequeño, que es el que más está sufriendo esta situación, "cuando noto que Enzo se va a poner violento siempre le digo a su hermano que se vaya a casa de unos amigos o de la abuela para protegerlo, e incluso directamente le digo que salga y llame al 061 mientras yo cierro por dentro y me quedo con Enzo".

Llevamos dos años que no se los deseo ni a mi peor enemigo

Un acto de desesperación

A su hermano pequeño también le empieza a afectar que hayan hecho pública su situación, pero Montse ya no sabe qué hacer para que le hagan caso, "el otro día vino muy triste porque vio que en un vídeo nuestro en TikTok había dos o tres comentarios negativos sobre nosotros, y su hermano, y eso le afecta mucho. No tenía que estar viviendo todo esto con 13 años".

A Montse no le gusta nada haber hecho pública su situación, pero reconoce que no sabía qué más hacer para que desde la administración le hagan caso, "en el momento en que te expones al público, puedes recibir flores o que le linchen, pero nos hemos arriesgado porque no podemos seguir así, yo lo he hecho por tener un futuro mejor para mis dos hijos. Hemos aguantado muchísimo, y vamos de mal en peor, la situación es muy grave, se complica cada vez más".

Llevan, asegura, "dos años que no se los deseo ni a mi peor enemigo, lo hemos pasado muy, muy, muy mal porque no es fácil que tu hijo mayor le ponga un cuchillo en el cuello a tu hijo pequeño. Soy madre, tengo dos hijos, y tengo que defenderlos y protegerlos a los dos, y lo que los terapeutas me recomiendan es que lo ingresen en este centro. Nos han dicho que este es el mejor recurso y por eso lo estamos reclamando", dice desesperada.

Montse, además, apenas tiene respiro. Enzo va a un centro de educación especial, pero por inspección, solo puede ir 9:30 de la mañana a 13:00 del mediodía, y tiene que estar disponible por si la llaman, así que ha tenido que dejar de trabajar, "hace un año y medio me tuve que coger una baja por depresión, pero al tiempo me dieron el alta. Pedí la CUME y me la denegaron, pero nos cambiaron de empresa, la volví a pedir y ahora me la acaban de dar. Me he reducido el 99,99% mi jornada laboral porque mi hijo puede entrar en crisis en cualquier momento, no es algo que se pueda programar", cuenta, "me gustaría más estar contándote que me ha tocado la lotería y que voy a crear un centro para mi hijo y los que lo necesiten, pero no es así, esta es mi realidad, y no hago esto por gusto, sino por desesperación".