Moncloa se da hasta mayo para presentar los Presupuestos de este año y abre paso a los de 2026

"Estamos en mal plazo", reconocen en Hacienda tras medio año de retraso en la presentación de las cuentas

Mar 20, 2025 - 06:15
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Moncloa se da hasta mayo para presentar los Presupuestos de este año y abre paso a los de 2026

Las posibilidades de que el Gobierno pueda aprobar unos nuevos Presupuestos son escasísimas a estas alturas, pero Moncloa insiste en aplazar sus propios límites temporales para no darlos aún por perdidos. Distintas fuentes gubernamentales reconocen que ya es "muy difícil" poder presentarlos. "Estamos en mal plazo", asumen desde el Ministerio de Hacienda. Por ello —y tras varias prórrogas de sus propios horizontes— marcan el mes de mayo como última oportunidad, aunque ya abren paso a la negociación de los del año que viene.

"Hasta abril o mayo hay ventana", apuntan fuentes del departamento de María Jesús Montero, que son conscientes de que, presentándolos en esos plazos, las cuentas no verían la luz hasta verano, cuando solo quedaría medio año para que cumpliesen su carácter anual. De hecho, la presentación de los de 2026 se tendría que producir antes del mes de octubre, tal y como marca la Constitución, a pesar de que distintos colores políticos hayan incumplido este mandato. En el caso del de Pedro Sánchez, ya suma medio año de retraso con los de 2025.

En Moncloa justifican la demora haciendo hincapié en que este incumplimiento no es inédito. Recuerdan que el exministro popular de Hacienda Cristóbal Montoro presentó las cuentas de 2018 a principios de abril de ese mismo año. El último trámite parlamentario de las mismas se produjo el 28 de junio, casi tres meses después y ese es el máximo incumplimiento de los plazos presupuestarios que —de momento— se ha producido.

Aunque el Gobierno aún no tira la toalla, asume que a partir de mayo ya no tiene mucho sentido presentarlos, por lo que ya empieza a dar paso a la próxima pantalla, la de las cuentas de 2026. Desde la Dirección socialista apuntan a que, además de las complicaciones que les ponen varios de sus socios, este también es un momento "extraordinario" por el contexto internacional.

En este sentido, el compromiso con la OTAN de acelerar la inversión militar pone muy difícil que los socios de izquierda apoyen unos Presupuestos con un incremento explícito en las partidas de Defensa.

Al Ejecutivo le podría resultar mucho más fácil reordenar los Presupuestos vigentes, identificando partidas relacionadas adicionales a las que ya se contemplan. En ello insisten fuentes de Hacienda, en que este año no es tan crucial invertir para aproximarse a ese 2% del PIB que pide la OTAN como "computar" gastos.

Al respecto, el Gobierno ha emprendido una campaña para redefinir el concepto tradicional de defensa. Para ello, "seguridad" ha resultado la palabra clave, ya que ofrece la amplitud suficiente como para encajar las inversiones en ciberseguridad, desinformación o incluso de transición ecológica. Desde el Ejecutivo insisten en lo que los expertos llaman una estrategia de seguridad "360 grados" como respuesta a una "guerra híbrida", en la que el flanco sur no puede desatender sus propias amenazas.

En cualquier caso, Moncloa asegura que se están produciendo conversaciones y tanteos con los distintos grupos, aunque sin demasiado éxito, ya que ni las últimas cesiones tanto a Junts como a ERC han tenido efectos determinantes en la negociación de los Presupuestos. Precisamente, Oriol Junqueras avisó al PSOE de que o cumplía con los acuerdos firmados o no habrá presupuestos ni para este año ni para el que viene.

Es una advertencia a la que fuentes de Moncloa restan importancia porque la relacionan con los "procesos internos" dentro del partido. Aluden así al congreso de ERC que se celebró el pasado fin de semana, que se cerró con la promesa de "desacomplejarse" y recuperar la mayoría independentista en 2031. En cuanto a Junts, los socialistas aseguran que la relación ha mejorado desde el "paréntesis" de Navidad, aunque tampoco hablan de ningún avance para aprobar las cuentas.

En definitiva, Moncloa corrige por cuarta vez su propio límite temporal para darse una última oportunidad para aprobar las cuentas, aunque ya sin demasiadas esperanzas. Tras dar por perdidos los del 2024, el primer compromiso fue presentarlos en septiembre u octubre para aprobarlos antes de que acabase el año.

El siguiente plazo que estipuló Sánchez fue el de los congresos de ERC y Junts, que no concluyeron hasta el mes de diciembre. Sin embargo, los órdagos de los posconvergentes se intensificaron en los últimos coletazos del año, lo que volvió a complicar la negociación presupuestaria, por lo que el presidente asumió una nueva demora y se puso como objetivo el primer trimestre del año 2025.

Este plazo está a punto de agotarse y en Hacienda ya reconocen que no van a presentar, de momento, la senda de déficit porque "no hay acuerdo". En todo caso, esto no sería impedimento para presentar unas nuevas cuentas, ya que podrían hacerlo con la senda antigua. La cuestión es que, de momento, no tienen cerrados los apoyos para hacerlo y ya está en marcha la cuenta atrás de su propio tope, que parece que será el definitivo.