Milei le presta la motosierra a Musk

Musk ha confesado públicamente que admira a Milei, y le ha felicitado por su buen hacer, pero sobre todo por saber utilizar la famosa “motosierra”, que es la que ahora quiere aplicar él para los recortes norteamericanos.

Feb 12, 2025 - 12:10
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Milei le presta la motosierra a Musk

Empecemos por el argentino. Presidente de su país desde diciembre de 2023, Javier Milei ha sido y es una ‘rara avis’ para el mundo occidental, solo comparable con el egocentrismo de Donald Trump. A pesar de que la verdadera fuerza de Milei radica en su mensaje libertario más que en su estilo excéntrico. Una filosofía libertaria que ha empezado a expandirse por Hispanoamérica, con grandes simpatizantes pero hoy por hoy sin nuevos protagonistas que destaquen.

Más de un año después de su elección como presidente, el grito ruidoso de Milei: ¡viva la libertad, carajo! se hace sonoro y contundente no solo en el sur del mundo sino que también tiene eco en otros rincones de occidente. En un principio, todos creían que ese libertarismo era un asunto particular de la política argentina, condicionado por la desastrosa situación económica del país, con una inflación anual del 140% y con un desempleo que alcanzaba el 40%.

La promesa de Milei de reducir drásticamente el gasto público y también el laberinto de regulaciones parecía un discurso de campaña efectista pero inalcanzable. Solo otro iluminado como él, Elon Musk, podía seguir de cerca esos mismos pasos. El presidente de Tesla ya hizo esa “limpieza” cuando compró su empresa de redes sociales Twitter, convertida en “X”; y ahora está dispuesto, por encargo de Trump que le ha nombrado miembro de su Gobierno, a hacer lo mismo reduciendo los gastos “inútiles” y extraordinarios de ese Estado mastodóntico que responde al nombre de Estados Unidos de América. Musk ha confesado públicamente que admira a Milei, y le ha felicitado por su buen hacer, pero sobre todo por saber utilizar adecuadamente la famosa “motosierra”, que es la que ahora quiere aplicar él para los recortes norteamericanos.

Pero volvamos de momento a Argentina. Los resultados económicos del primer año de Javier Milei como presidente son incuestionables: ha cortado gastos estatales en un 35%, ha despedido a más de 30.000 empleados del gobierno, ha eliminado subsidios de energía y transporte, ha reducido la inflación a un 2,7% en diciembre del año pasado. Sus políticas han producido un superávit comercial de 18.900 millones de dólares. La buena marcha de estos resultados le ha permitido continuar con su batalla dialéctica que mantiene contra “la casta política” que se concentra especialmente en los políticos de izquierdas, los “zurdos”, como él los llama.

Pero Milei no está solo. De momento, le siguen la corriente otros dos presidentes americanos: el ecuatoriano Daniel Noboa, y el salvadoreño Nayib Bukele. Estos tres líderes fueron los únicos mandatarios hispanos invitados a la inauguración del presidente Trump. Un mensaje del nuevo gobierno republicano con los gobernantes con los que pretende mantener buenas relaciones, y con cuyo estilo encuentra una mayor sintonía; posiblemente buscará promoverlos y ayudarlos de algún modo desde la Casa Blanca.

Por su parte, el multimillonario Elon Musk sigue chapoteando en todos los charcos importantes del panorama mundial. No tiene bastante con dirigir sus múltiples empresas y con el encargo de encabezar el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE en inglés) para adelgazar y ampliar los recortes en la administración Trump, ahora ha intentado comprar por 97.400 millones de dólares la empresa OpenAI.

La inteligencia artificial sale a escena

Más allá de la lucha personal entre Musk y el CEO de OpenAI, Sam Altman, antiguos compañeros y amigos, hoy las intenciones son otras y aunque las cifras millonarias sean mareantes los motivos responden mas a razones de estrategia empresarial que de finanzas. Según el abogado de Musk, Marc Toberoff, es momento de que OpenAI vuelva a la fuerza positiva que fue una vez, que regrese al ‘código abierto’ y se centre en la seguridad.

Este ‘código abierto’ al que se refiere Musk, es fundamental para desarrollar de manera integral una inteligencia artificial, y lo es por razones que tienen mucho que ver con la transparencia, la innovación y la seguridad. Ese código abierto permite, entre otras muchas cosas, que toda persona pueda examinar cómo funciona un sistema de IA. Esto es fundamental para garantizar que la IA no tenga sesgos ocultos, decisiones arbitrarias que puedan ser explotadas con otros fines menos positivos y transparentes. La posibilidad de auditar el código ayuda a generar confianza en su uso.

Este ‘código abierto’ ofrece mejores garantías para la Inteligencia Artificial con un desarrollo tecnológico responsable, transparente y más seguro. Aunque existan razones comerciales de OpenAI para mantener ciertos modelos cerrados, Elon Musk pretende equilibrar la apertura con la protección de datos. La situación de la inteligencia artificial es delicada de por sí por las muchas desconfianzas que provoca, pero ahora con la llegada de DeppSeek -la versión china- el futuro se vuelve aún más conflictivo e incierto. Veremos si al final Musk coge la motosierra de Milei y además de utilizarla para los recortes y una mayor eficiencia administrativa en EE.UU., logra de paso limpiar los posibles sesgos de la IA, que son los que a la postre pueden afectar y dañar más a la humanidad.