Lucky Luke. Integral 01, de René Goscinny y Morris

Revisamos la colección integral de Lucky Luke que acaba de iniciar Norma Editorial.

Mar 13, 2025 - 12:14

Lucky Luke. Integral 01, de René Goscinny y Morris

Edición original: Lucky Luke 09, 11, 12 13 y 14 (Dupuis, 1956-1960)
Edición nacional/España: Lucky Luke. Integral 01. Norma. Enero, 2025
Guion: René Goscinny
Dibujo: Morris (Maurice de Bévère)
Color: Cuatricromía
Traducción:: Daniel Cortés Coronas
Formato y precio: Cartoné, 256 páginas. 45€

Cuando Lucky Luke empezó a ser un lonesome cowboy

«Nos cuelgan, nos descuelgan y nos quieren volver a colgar… ¡¡¡Decidíos de una vez!!!»

Se podría decir, sin temor a equivocarse mucho, que la serie Lucky Luke nació dos veces. La primera vez fue su creación a cargo del autor Morris (Maurice de Bévère) en 1946 y la segunda en el agosto de 1955, a partir de la aventura larga Des rails sur la prairie estrenada en la revista semanal Le journal de Spirou, cuando se incorpora a la serie René Goscinny como guionista.

La primera encarnación de esta saga extraordinariamente longeva – que se estrenó en el número especial L’almanach Spirou 1947 de la revista semanal Le Journal de Spirou donde se incluía la historia corta titulada Arizona 1880 – comprende una quincena de relatos, de extensión variable, que acaban agrupándose en los 8 primeros álbumes de la colección con el añadido del décimo titulado Alerta aux Pieds Bleus (Alerta, los Pies Azules) publicado en 1958. Todas estas aventuras las realizó Morris en solitario.
El segundo adviento se produce con la llegada de René Goscinny a la saga, en el relato ya comentado Des rails sur la prairie y, sobre todo a partir de Lucky Luke contre Joss Jamon de 1958 que se recopiló en el undécimo número de la serie regular.

Con este criterio Norma Editorial ha inaugurado una colección de volúmenes integrales que recogerán la etapa de Lucky Luke realizada por Morris y René Goscinny. Son 36 álbumes regulares completos y algunas historias de menor duración que estarán recopiladas en tomos con 5 aventuras cada uno, con numerosa información editorial y de contexto. En este primer integral están incluidos los siguientes relatos:

– Des rails sur la prairie/Raíles en la pradera (1957)
– Lucky Luke contre Joss Jamon/Lucky Luke contra Joss Jamon (1958)
– Les cousins Dalton/Los primos Dalton (1958)
– Le Juge/El juez (1959)
– Ruée sur Oklahoma/La carrera por Oklahoma (1960)

Son los volúmenes 09 al 14 de la colección regular, excepto el 10, titulado Alerte aux Pieds Bleus/Alerta, los Pies Azules (1958), realizado en solitario por Morris.

Antes de la llegada del guionista parisino, Lucky Luke es una serie en construcción, tanto gráficamente como argumentalmente, que cuenta con algunos puntos interesantes como su vis paródica y una evolución gráfica muy apreciable, pero que no deja de ser una recreación ligera de los tópicos de los relatos del Far West imperantes en la época, especialmente en Norteamérica.

Con René Goscinny y gradualmente, las aventuras del vaquero que dispara más rápido que su sombra van adquiriendo todas las señas de identidad que la harán mundialmente famosa. La primera; un guion perfectamente estructurado. En El ferrocarril en la pradera o Rieles de la pradera – como también se ha llamado aquí – ya se advierte un armazón argumental sólido, que parte de un acontecimiento histórico hasta evolucionar hacia un final prestablecido y coherente. En el camino van sucediéndose una serie de situaciones humorísticas y aventureras que acompañan la azarosa construcción de una via férrea a través de todos los Estados Unidos.

En la segunda historia escrita por Goscinny, el gancho histórico es la famosa banda de guerrilleros renegados sudistas llamada los Raiders de Quantrill. Sin embargo la estructura del argumento se sustenta en un relato de ficción de Dashiell Hammett titulado Cosecha roja donde el protagonista se enfrenta a los matones que dominan una pequeña población enfrentándolos entre ellos. Aquí Lucky Luke ejerce de pacificador para evitar que lo ahorquen por unos crímenes que no ha cometido – inaugurando la sucesión de gags respecto a los linchamientos que serán otra de las grandes bromas recurrentes de la serie – y lo hace de la misma forma, enemistando a los componentes de la banda hasta crear un caos donde el pueda salir victorioso.

El tercer álbum de la colaboración entre Morris y Goscinny consagra el regreso de unos personajes antagónicos absolutamente carismáticos como son los famosos hermanos Dalton. Morris los creó y los ajustició en la aventura titulada Hors la loi, parte del sexto álbum de la serie. Su muerte obligó a Goscinny a crear una estratagema e inventarse unos primos casi gemelos a los Dalton originales con los que construye un enfrentamiento épico, absurdo e hilarante y da una lección de como resolver la situación sin volver a crear un callejón sin salida.

En la historia titulada El juez, los autores se fijan en la controvertida y contradictoria figura del falso juez Roy Bean y fabulan con gran acierto un enfrentamiento de Lucky Luke con dicho personaje. Y finalmente en el quinto relato de este primer integral el protagonista se erige en el vigilante de otro acontecimiento histórico como es la colonización exprés del estado de Oklahoma propiciada por el gobierno de los Estados Unidos.

Esta visión estructurada de los argumentos permite introducir numerosos personajes secundarios que aportarán una enorme riqueza a los relatos, le da – también – coherencia al conjunto y enlaza de manera satisfactoria una serie de gags recurrentes que conforman un crescendo narrativo y humorístico de primer orden. Además, Goscinny se inventó la canción que acompaña a Lucky Luke y a Jolly Jumper mientras cabalgan hacia el horizonte en la icónica última viñeta de cada álbum.

A nivel gráfico, Morris ya había evolucionado considerablemente su estilo desde su primer acercamiento al personaje hasta Lucky Luke et Phil Defer (1956), uno de los últimos relatos antes de que apareciera el amigo René. Sus figuras eran menos redondeadas, menos infantiles. El entintado era más suelto y las páginas, aunque algo monótonas incluían viñetas más descriptivas con algo más de variedad en los planos escogidos. Pero es con la llegada del coautor de Astérix cuando el artista flamenco, liberado de la construcción de los guiones, puede soltarse y dar cabida en sus páginas a todas las enseñanzas que obtuvo de su paso por los Estados Unidos y todo lo que vió de artistas tan esenciales como Harvey Kurtzman, Bill Elder y sobre todo Jack Davis. En estos relatos ya podemos disfrutar de algunas secuencias memorables, de escorzos tan arriesgados como atractivos y de un ritmo narrativo acorde a cada secuencia, diferente para cada ocasión.

Morris y Goscinny, con estas cinco primeras historias, no alcanzan aún el nivel de excelencia de aventuras posteriores como Calamity Jane (1967), Jesse James (1969), Western Circus (1970), Le Cavalier blanc (1975) o la maravillosa recopilación de historias breves con el título de 7 Histoires de Lucky Luke (1977)… pero con estas primeras colaboraciones de su fructífera y longeva relación los dos autores ya demuestran que la serie ha renacido, como decíamos a principio, y que apunta a ser una de las sagas de aventuras y humor más importantes del cómic europeo del siglo XX.

Tanto técnicamente como físicamente el álbum publicado por Norma Editorial es excelente. El tamaño del libro es el adecuado, el papel es bueno y la impresión magnífica. El rotulado no desentona y la traducción tampoco. Como introducción cuenta con un extenso artículo de Jorge García centrado en los primeros pasos de la serie y en la figura histórica de Morris, es un texto bien complementado por numerosa documentación gráfica. El precio del producto es algo elevado.

Históricamente, la serie Lucky Luke ha sufrido una publicación caótica y desafortunada en el mercado español. La iniciativa de ofrecer una colección integral de la serie con, por lo menos, todos los relatos realizados por Morris y René Goscinny es una noticia formidable. Si, además, está realizada con el rigor y la calidad de este primer álbum la noticia se convierte en un acontecimiento muy relevante. Esperemos que este viaje llegue a su destino y podamos entonar tranquilamente la canción “I’m a poor lonesome cowboy…” mientras cabalgamos hacia el horizonte con la colección completa.

Salut!