Locura, equipo y clientes: la clave para crecer emprendiendo en digital

Transformar industrias requiere un grado de aspiración y de mirada que trascienda combinado con un plantel profesional que combine talento, inteligencia, ambición y las ganas de trabajar con apertura mental y cierta humildad intelectual para volver sencillo lo complejo

Mar 19, 2025 - 16:18
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Locura, equipo y clientes: la clave para crecer emprendiendo en digital

Cumplir 20 años en el camino profesional no es solo un motivo de celebración, sino también una oportunidad para reflexionar sobre el sendero recorrido, las lecciones aprendidas y los desafíos que nos impulsan a seguir creciendo en el mundo de la publicidad digital. 

Para transformar industrias es necesario tener un grado de aspiración y de mirada que trascienda: un grado de locura para romper paradigmas y buscar oportunidad. Esta idea se cruza directamente con otra fundamental para emprender en un contexto en el que, según el Global Entrepreneurship Monitor, sólo un 30% de los emprendedores en el mundo sobreviven pasados los primeros 10 años: el instinto.

En la actualidad, las empresas se topan con oportunidades todos los días: lo difícil es saber cuáles son compatibles con el negocio. No solo se trata de evaluar consecuencias de una decisión, sino de desarrollar un olfato para detectar aquello que verdaderamente puede llevar a la empresa hacia un lugar mejor en el largo plazo.

Para Aleph, eso implicó trascender su origen en la publicidad digital y diversificarse hacia el rubro de la tecnología educativa y los servicios fintech. Alineados con la misión de hacer el mundo digital más accesible para todos, asomó Digital Ad Expert, una plataforma educativa diseñada para democratizar el acceso al conocimiento en marketing digital. Y desde allí llegó la expansión.

En un ecosistema digital en constante evolución, lo que ayer no parecía importante, hoy puede ser el tema más relevante en la agenda. Pasó con la inteligencia artificial: si podía haber alguna resistencia al principio, hoy en día son muy pocas las empresas que no le sacan provecho. Y aquellas que no lo hacen se van quedando atrás. Pero uno no puede estar en todos lados todo el tiempo; ni tampoco subirse a todos los trenes.

La locura y su secuaz, el instinto, no pueden funcionar sin una gran capacidad de ejecución y ahí es donde llega el equipo. Las personas que componen una empresa son quienes representan su identidad, su cultura y, al fin y al cabo, de ellas depende el éxito o el fracaso de cada iniciativa. Al momento de elegir a los integrantes de un equipo, lo que debe imperar es la búsqueda personas que combinen el talento, la inteligencia, la ambición y las ganas de trabajar con un nivel de apertura mental y cierta humildad intelectual que les permita desarrollarse bien en conjunto. 

Para empresas globales se necesitan profesionales que busquen simplificar lo complejo. Hacer más simple las complejidades de operar en países emergentes se convierte en la principal oferta de valor para clientes y socios. Y para eso tenemos que empezar por nuestra propia casa: así una escala mayor se convierte en una verdadera ventaja y no en un pasivo.

Frente a este nuevo panorama de cambios e incertidumbre, se necesitan personas dispuestas a pensar soluciones e ideas novedosas, a reaccionar rápido a los cambios en el entorno y saber adaptarse y aprender las nuevas aptitudes que reclaman los mercados. Asimismo, contar con un equipo con gente especializada es clave, porque le otorga a la empresa la eficiencia necesaria a la hora de resolver problemas.

En ese sentido, consolidado el corazón que significa un equipo, es necesario definir a dónde se pondrán los ojos de ese organismo vivo que significa una start up. Y para una empresa, la relación con sus clientes lo es todo. Necesitamos conocer sus necesidades, expectativas y requisitos. Como compañía, uno tiene su propia estrategia y visión sobre qué quiere hacer y cómo, pero es necesario fusionar nuestra visión con la de nuestros clientes.

El cliente no siempre tiene la razón, como tampoco el experto que ofrece el servicio. Es un vínculo que se retroalimenta: muchas veces nuestra experiencia abre caminos que el cliente no ve y es necesario comunicarlo de manera tal que aporte valor a su estrategia. En otras situaciones, hay clientes que nos contagian lo mejor de su cultura organizacional para mejorar procesos y rendimientos.

Veinte años atrás, los clientes actuales de Aleph - plataformas digitales como TikTok, X, Snapchat, Spotify, Uber, Amazon, Pinterest, Reddit, Meta, Microsoft, Twitch y Google - ni siquiera existían o estaban recién emergiendo. Pero la dosis suficiente de locura para creer en un nuevo futuro, el foco en el equipo para llevarlo adelante y, definitivamente, la vocación de acompañar a las compañías en su trayecto digital es la fuerza y el compromiso que tracciona en el mundo actual para seguir adelante y apostar por mucho más.