Las vacaciones de Macri, Awada y Antonia en Bahía Bustamante, una exclusiva estancia de Chubut

El expresidente y su esposa se mostraron en piletones naturales sobre el Mar Argentino y en las playas con arena clara; el sitio nació en los años 50 como un campamento de recolección de algas

Mar 5, 2025 - 15:48
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Las vacaciones de Macri, Awada y Antonia en Bahía Bustamante, una exclusiva estancia de Chubut

Una ollita de piedras refleja el agua del Mar Argentino en tonos azul intenso, verde esmeralda y turquesa. Arena clara. El sol en el horizonte rojo, naranja y fucsia. Pingüinos de Magallanes. Lobos marinos. Ovejas, guanacos, zorros y maras. La inconfundible estepa del sur. El lugar: Bahía Bustamante, un sitio recóndito en la provincia de Chubut que visitaron el expresidente Mauricio Macri junto a la exprimera dama Juliana Awada y su hija Antonia en los últimos días, viaje que dejaron estampado en postales en sus redes sociales.

“Qué lindo es nuestro país. Con cuidarlo, poner reglas claras para que haya inversiones y se genere empleo, el turismo va a ser un motor único”, dijo Macri desde allá, en un posteo que incluyó también un mensaje político en el marco de sus fricciones con Javier Milei y sobre todo con el entorno presidencial.

“El Mar Argentino también tiene estas sorpresas. Las mareas patagónicas te hacen descubrir estos piletones naturales en las rocas”, escribió Awada, que posó con una bikini en pleno chapuzón en esta especie de cenote mexicano pero con conexión directa al Océano Atlántico y con el cielo como techo. La esposa del expresidente también se mostró con una canasta en la arena y balanceándose en una hamaca atada a las piedras en la playa.

En este lugar natural hay un lodge donde se hospedaron los tres. “Fue un placer tener a la familia Macri alojada. Interesados por nuestra historia y la naturaleza. Qué placer es tener huéspedes agradables, sencillos, sensibles, respetuosos y amantes del país”, escribieron los dueños del alojamiento, que también subieron una foto del staff junto a Macri, Awada y Antonia.Awada, Macri y Antonia con quienes trabajan en Bahía Bustamante

Según pudo averiguar LA NACION, Awada tenía ganas de visitar Bahía Bustamante desde hace tiempo y tomó la iniciativa. La pareja había escuchado hablar del lugar por Agustina Macri, hija del expresidente, que ya fue en varias oportunidades, y también por las hermanas Lola, Paz y Agustina Caradonti, las diseñadoras favoritas de la exprimera dama, que modificaron la Quinta de Olivos cuando la familia vivía allí y que realizaron trabajos también en el lodge, que suelen visitar.

La privacidad del lugar fue otro de los factores clave para el desembarco del jefe de Pro con su esposa y su hija, que se hospedaron cuatro días. Durante ese tiempo en el sur, conocieron la Península Gravina en 4x4, donde se sorprendieron con los colores de las piedras y se tomaron las fotos en el primer piletón natural en las rocas, que luego compartieron en sus redes. Este fenómeno suele aparecer cuando baja la marea y queda al descubierto, con su agua transparente y algo más cálida que la del mar, templada por el sol.

Fueron también a otra playa, a la que se puede ingresar por un camino que se hace en camioneta y después caminando, donde nadaron, se encontraron con pingüinos y cormoranes, y aprovecharon para descansar y tomar mates en la arena. En ese sitio son las fotos de Awada en las hamacas.

La pareja también navegó por las islas de la Caleta Malaspina, donde ambos apreciaron bien de cerca las colonias de pingüinos, lobos marinos y la diversidad de aves del lugar. Concluyeron ese día con una picada al atardecer, que incluyó buñuelos de algas marinas, croquetas de cordero y pickles de salicornia (conocido como “espárrago de mar”, que abunda en el lugar).

No faltó tiempo para conocer zonas más alejadas, como el Cabo Aristizábal, y tampoco para degustar cordero patagónico y otros platos a base de algas marinas, especialidad del lodge, con verduras y frutas de la huerta biodinámica que allí funciona, y frutos de mar, sobre todo langostinos.

Por las noches, los Macri se fascinaron con el cielo plagado de estrellas, al lado del fogón.

Cómo es Bahía Bustamante

Parte de la Patagonia Azul, Bahía Bustamante está a más de 190 kilómetros al norte de Comodoro Rivadavia; hasta allí se llega por una combinación entre la ruta nacional 3, la provincial 28 y un tramo de la provincial 1, con acceso restringido. En 2011, el reconocido diario estadounidense The New York Times la definió como “la réplica secreta y privada de la Argentina a las Islas Galápagos”, por lo que se presentan como “la nueva Galápagos argentina, en comparación con el exclusivo archipiélago volcánico ecuatoriano ubicado sobre el Pacífico.

300 kilómetros al sur de la Península Valdés, forma parte del Parque Nacional Patagonia Austral y de la Reserva de la Biosfera de la Unesco Patagonia Azul, además de ser un territorio AICA (Área de Conservación de las Aves). El pueblo más cercano, Camarones, queda a 90 kilómetros.Juliana Awada con Astrid Perkins, la pareja de Matías Soriano, dueño de Bahía Bustamante

Esta tierra fue navegada, recorrida y cartografiada por la Expedición Malaspina, en 1789. Luego pasaron por allí recolectores de guano y cazadores de ballenas, lobos marinos y pingüinos, para extraerles la grasa. Según información oficial, esta geografía fue sobrevolada por el piloto y escritor de El Principito, Antoine de Saint-Exupéry, y habitada por europeos que escaparon de las guerras mundiales.

La construcción actual nació en los años 50 como un campamento de recolección de algas marinas y desde entonces la misma familia la regentea. Desde hace 25 años se montó el lodge de naturaleza y también un proyecto de conservación. Matías Soriano es dueño de la estancia marina -dedicada a la cría de ovina regenerativa- y del lodge, que tiene electricidad a través de un parque solar, y es acompañado por su pareja, Astrid Perkins, en la administración. Ambos guiaron a los Macri en su travesía. En 2021, Soriano le contó a LA NACION que en 1952 su abuelo, Lorenzo, inmigrante español, llegó a la bahía en un jeep con la intención de buscar el gel que tienen las algas para hacer un fijador de cabello y desde entonces su descendencia permanece con nexos allí.

En la estancia hay un modesto cementerio donde, a metros del mar, descansan los restos del hombre, que en ese entonces le dio trabajo a más de 500 familias cuando montó el negocio de recolección de algas, que descubrió 12 tipos utilizables.Las construcciones del lodge de Bahía Bustamante

La única forma de acceder a Bahía Bustamante es con reserva previa; el lugar está abierto desde el 1 de octubre hasta Semana Santa. Los dueños dicen que tres noches es el tiempo ideal para quedarse a dormir allí. En marzo, la posibilidad más barata para esa cantidad de jornadas, para dos personas, sale aproximadamente US$2300 dólares, sin actividades incluidas. La opción de alojamiento fuera de temporada se encuentra disponible, pero en modo alquiler de largo plazo y sujeto solo a dos categorías de estadía.

Las casas que en su momento pertenecían a los algueros y empleados de la empresa ahora son usadas como alojamiento para 25 huéspedes, que suelen llegar desde todas partes del mundo a través de los aeropuertos de Comodoro Rivadavia, de Trelew (a 280 kilómetros) y de Puerto Madryn (a 320 kilómetros).

Además, funciona en la estancia una reserva privada de fauna marina y de estepa desde la que se pueden ver hasta orcas. También cuenta con el primer viñedo de mar de la Argentina, que se inició en 2018 compartido con la bodega Ver Sacrum de Mendoza y sorprendió a los Macri con sus 4000 plantas de Semillon y Pinot Noir. A fin de marzo se puede disfrutar de la vendimia y de unos buenos vinos.

En esta parte del país hay sitios de gran valor de conservación arqueológica, geológica y cultural. En el combo se ofrece también gastronomía típica con productos del mar local y de la estepa, como carne ovina, miel pura, manzanas, membrillos, guindas, peras, nueces, almendras, olivares y cosecha de una huerta biodinámica.Viñedos de mar en Bahía Bustamante

“Somos una estancia histórica en la Patagonia sobre el mar, rodeada por 360° de pura naturaleza -se autodefinen-. Es un auténtico santuario de vida marina”.