Las madres tenistas recibirán una baja maternal remunerada tras el acuerdo de WTA con un fondo de inversión árabe

Muchos han sido los años de reivindicaciones y lucha de las tenistas para poder compaginar la carrera deportiva con la maternidad. Muchas han tenido que esperar a la retirada para ser madres. Otras, han intentado como han podido mantener ambos caminos. Pero siempre con dificultades y pocas ayudas. Hasta ahora, que la Asociación de Tenistas (WTA) ha llegado a un acuerdo con el fondo de inversión de Arabia Saudí (PIF, en sus siglas en inglés) por el que podrán aportar un pago de hasta doce meses a las tenistas que decidan ser madres. Una ayuda que llegará hasta 320 tenistas del circuito. «Los trabajadores autónomos y los trabajadores por cuenta propia no suelen tener este tipo de prestaciones por maternidad disponibles. Tienen que buscar por sí mismos los beneficios que necesitan. Esto es algo realmente novedoso y revolucionario», afirmó Portia Archer, directora ejecutiva de la WTA. Es un paso más hacia la conciliación que ya se inició de forma paulatina desde 2018. En aquel año se instauró que las tenistas pudieran ausentarse para la maternidad y volver a la competición con ranking protegido, con una media ponderada de sus puntos antes del embarazo y con la posibilidad de jugar doce torneos a lo largo de tres años con esa posición. Aunque, no se les permite ser cabezas de serie y finaliza una vez cumplidos los doce torneos. Mismos requisitos y exigencias que para una lesión. El siguiente paso, que llega en este 2025, tiene como cabeza visible a Victoria, que no pudo disfrutar de esta ayuda cuando fue madre en 2016. La bielorrusa estuvo fuera del circuito durante más de un año y su puntuación desapareció, por lo que pasó del top cinco a tener que empezar desde cero. Una aventura demasiado dura para cualquiera, y que llevó a la campeona de 21 títulos, bronce olímpica en Londres 2012 y ganadora del Abierto de Australia en 2012 y 2013, a no llegar nunca a recuperar su estatus, toda vez que alcanzó las primeras cien posiciones un año después de regresar al circuito. Sí regresó al top ten Serena Williams, aunque año y medio después de dar a luz a su hija Olympia, de quien estaba embarazada cuando ganó el Abierto de Australia de 2017. Elina Svitolina volvió a estar entre las veinte primeras una temporada después de tener a su hijo, con el también tenista Gael Monfils, en 2022. En otros casos, las tenistas esperaron a terminar sus carreras deportivas para ser madres, como Ashleigh Barty. El regreso siempre es complicado, y lo saben bien Naomi Osaka, Tatjana Maria y Belinda Bencic. Solo Margaret Court, en Australia, Roland Garros y US Open en 1973, Evonne Goolagong, en Wimbledon 1980, y Kim Clijsters, en el US Open en 2009 y 2010 y en el Abierto de Australia en 2011, pudieron ser campeonas de un Grand Slam tras la maternidad. «Estoy muy orgullosa de poder presentar este programa. Marca el inicio de un cambio importante en cómo apoyamos a las mujeres en el tenis, haciéndolo más fácil para que las deportistas puedan seguir sus carreras y sus aspiraciones familiares. Conseguir esto era una misión personal para mí», comentó la bielorrusa en la presentación de la iniciativa. Una iniciativa que viene marcada por la controversia, toda vez que llega auspiciada por el dinero de Arabia Saudí, uno de los mayores patrocinadores del circuito femenino, y que también es el soporte principal de la Copa de Maestras, que se celebra en Riad. Voces como las de Martina Navratilova y Chris Evert se han posicionado siempre en contra de las ayudas recibidas por este país ya que, como señalan, restringe la libertad de las mujeres y no respeta los derechos LGTB, lo que consideran un paso atrás para el avance de la sociedad.

Mar 7, 2025 - 18:38
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Las madres tenistas recibirán una baja maternal remunerada tras el acuerdo de WTA con un fondo de inversión árabe
Muchos han sido los años de reivindicaciones y lucha de las tenistas para poder compaginar la carrera deportiva con la maternidad. Muchas han tenido que esperar a la retirada para ser madres. Otras, han intentado como han podido mantener ambos caminos. Pero siempre con dificultades y pocas ayudas. Hasta ahora, que la Asociación de Tenistas (WTA) ha llegado a un acuerdo con el fondo de inversión de Arabia Saudí (PIF, en sus siglas en inglés) por el que podrán aportar un pago de hasta doce meses a las tenistas que decidan ser madres. Una ayuda que llegará hasta 320 tenistas del circuito. «Los trabajadores autónomos y los trabajadores por cuenta propia no suelen tener este tipo de prestaciones por maternidad disponibles. Tienen que buscar por sí mismos los beneficios que necesitan. Esto es algo realmente novedoso y revolucionario», afirmó Portia Archer, directora ejecutiva de la WTA. Es un paso más hacia la conciliación que ya se inició de forma paulatina desde 2018. En aquel año se instauró que las tenistas pudieran ausentarse para la maternidad y volver a la competición con ranking protegido, con una media ponderada de sus puntos antes del embarazo y con la posibilidad de jugar doce torneos a lo largo de tres años con esa posición. Aunque, no se les permite ser cabezas de serie y finaliza una vez cumplidos los doce torneos. Mismos requisitos y exigencias que para una lesión. El siguiente paso, que llega en este 2025, tiene como cabeza visible a Victoria, que no pudo disfrutar de esta ayuda cuando fue madre en 2016. La bielorrusa estuvo fuera del circuito durante más de un año y su puntuación desapareció, por lo que pasó del top cinco a tener que empezar desde cero. Una aventura demasiado dura para cualquiera, y que llevó a la campeona de 21 títulos, bronce olímpica en Londres 2012 y ganadora del Abierto de Australia en 2012 y 2013, a no llegar nunca a recuperar su estatus, toda vez que alcanzó las primeras cien posiciones un año después de regresar al circuito. Sí regresó al top ten Serena Williams, aunque año y medio después de dar a luz a su hija Olympia, de quien estaba embarazada cuando ganó el Abierto de Australia de 2017. Elina Svitolina volvió a estar entre las veinte primeras una temporada después de tener a su hijo, con el también tenista Gael Monfils, en 2022. En otros casos, las tenistas esperaron a terminar sus carreras deportivas para ser madres, como Ashleigh Barty. El regreso siempre es complicado, y lo saben bien Naomi Osaka, Tatjana Maria y Belinda Bencic. Solo Margaret Court, en Australia, Roland Garros y US Open en 1973, Evonne Goolagong, en Wimbledon 1980, y Kim Clijsters, en el US Open en 2009 y 2010 y en el Abierto de Australia en 2011, pudieron ser campeonas de un Grand Slam tras la maternidad. «Estoy muy orgullosa de poder presentar este programa. Marca el inicio de un cambio importante en cómo apoyamos a las mujeres en el tenis, haciéndolo más fácil para que las deportistas puedan seguir sus carreras y sus aspiraciones familiares. Conseguir esto era una misión personal para mí», comentó la bielorrusa en la presentación de la iniciativa. Una iniciativa que viene marcada por la controversia, toda vez que llega auspiciada por el dinero de Arabia Saudí, uno de los mayores patrocinadores del circuito femenino, y que también es el soporte principal de la Copa de Maestras, que se celebra en Riad. Voces como las de Martina Navratilova y Chris Evert se han posicionado siempre en contra de las ayudas recibidas por este país ya que, como señalan, restringe la libertad de las mujeres y no respeta los derechos LGTB, lo que consideran un paso atrás para el avance de la sociedad.