La Zarzuela recurre a hurones y halcones para acabar con los conejos y las palomas

1. Más personal para conservar unos jardines históricos
2. Encinares, una huerta, bonsáis...
3. Los halcones mantienen a raya a las palomas
4. Hurones contra conejos

Patrimonio Nacional tiene en marcha un proceso de licitación pública para adjudicar a una empresa especializada un contrato de servicios de “Mejora y adecuación de áreas ajardinadas en la delegación de El Pardo-Zarzuela”.

En los documentos de la licitación consultados por Confidencial Digital se explica que “los espacios y zonas verdes del Palacio de La Zarzuela y los que integran el denominado Complejo de La Zarzuela se han ido incrementando notablemente a medida que fueron creciendo las edificaciones e infraestructuras a las que acompañan”.

Cita el Edificio de Magnolias y garajes (1987); los invernaderos (1988); las caballerizas y la pista hípica (1991-92); el azud, cuerpo de Guardia de Honores, saneamiento y desviación arroyo de La Zarzuela por exterior del recinto (1995-97); la construcción de la residencia para el príncipe de Asturias (2001-02), donde viven los reyes; la remodelación del jardín de esa residencia (2003); campos de tiro (2004-06); Casa del Campo (2008); control de acceso de Somontes (2008); aparcamiento de la Huerta (2013).

“Sin duda el mayor incremento de tareas de jardinería sucede a partir de la creación de la entonces Residencia de SS.AA.RR. los Príncipes, hoy SS.MM. los Reyes, denominada Nuevo Pabellón”, relata Patrimonio Nacional.

No se incrementó la plantilla de jardineros propios de Patrimonio Nacional, sino que se optó por la contratación externa.

En 2003 se remodeló de forma integral los jardines de la residencia del príncipe, “incrementándose los trabajos específicos inherentes al nuevo estilo del jardín: fuentes, esculturas, paseos, céspedes, etc. También se opta y duplica la contratación de medios y personal externo”.

Más personal para conservar unos jardines históricos

Pasados los años, “surge la necesidad de contar con un proyecto de conservación para dar apoyo a los jardines del Complejo de La Zarzuela, teniendo en cuenta las necesidades particulares y específicas que demanda un jardín histórico frente a un jardín convencional o moderno, estas labores específicas que conlleva la conservación de un jardín histórico frente a otro que no posee esta categoría están reconocidas y establecidas de forma internacional y afecta a la forma de trabajar en ellos”.

Se explica en los documentos que “conforme al crecimiento de las áreas verdes y jardines del Complejo se fueron paliando las carencias de personal mediante la contratación por partidas, en otras ocasiones por descripción de cada una de las labores de apoyo propias del jardín y de la época. En los últimos cuatro años se alcanza el máximo en contratación contemplándose solamente personal”.

Patrimonio Nacional concreta que “el objeto de este proyecto es la contratación de una empresa especializada en el sector de servicios mixtos, cualificada para desarrollar trabajos tanto en jardinería como obras de adecuación y mejora de espacios verdes e incluso forestales. Con capacidad para abordar tanto las labores ordinarias de conservación, como los posibles trabajos de mejora que requieren los jardines afectados por las continuas intervenciones en obra civil, y su posterior conservación o demanda tras su creación”.

Parte esencial del proyecto es la atención continuada de los jardines, tanto de uso privado como oficial, así como otras zonas verdes, que pueden tener un carácter forestal, así como el apoyo a la huerta.

Encinares, una huerta, bonsáis...

El abanico de zonas que abarca este contrato es amplio: “Comprende diferentes tipos de jardines, tanto los formales inmediatamente próximos al Palacio y la Residencia, de carácter privado, como los existentes en el entorno de edificaciones auxiliares, infraestructuras e instalaciones necesarias para el desenvolvimiento de la actividad diaria oficial”.

Se incluyen también espacios forestales periféricos, intermedios y de transición, compuestos por encinares y espacios ribereños del arroyo.

Hay también una zona de huerta destinada al cultivo de legumbres y hortalizas para su consumo. Y se mencionan unos bonsáis que también requieren una atención especial.

“Los diseños de estos jardines con gran variedad botánica, bosquetes y setos compuestos por diferentes especies, praderas de distintas calidades, paseos y caminos de jabre, borduras, macizos de plantaciones anuales etc., muy por encima de cualquier otro jardín, obliga a la contratación de personal especializado para poder mantener decorosamente estas zonas verdes”, explica Patrimonio Nacional para justificar el contrato con un valor estimado de 2,02 millones de euros.

Los halcones mantienen a raya a las palomas

La empresa que preste este servicio no sólo tendrá que proporcionar una cuadrilla de jardineros, con sus respectivas herramientas.

Se contemplan otros trabajos: “Así como los trabajos de control de fauna mediante cetrería que es lo más efectivo para llevar a cabo el control de fauna silvestre en los jardines y en los edificios, especialmente contra las palomas, causantes de molestias y daños en los mismos, ha sido el uso de la cetrería”.

Explica Patrimonio Nacional, el organismo dependiente del Ministerio de la Presidencia que gestiona los palacios reales, que “la presencia continuada de aves predadoras de cetrería provoca en los bandos de palomas que estos se trasladen a otros lugares, desapareciendo o disminuyendo de manera muy notable los efectos negativos de su presencia masificada. Es además necesario por razones de seguridad aérea en el helipuerto del Complejo de La Zarzuela”.

En un punto sobre “control de fauna” se informa de que “se busca la reducción poblacional de la paloma doméstica (Columba livia), pero siendo de especial interés el control poblacional en la presencia de paloma torcaz (Columba palumbus), roedores y lagomorfos, que causen molestias y daños en los edificios y jardines del Complejo de La Zarzuela en la Delegación de El Pardo, cuando se determine que la densidad de población excede de los niveles normales”.

Esa sobrepoblación de palomas da lugar a “problemas de salud pública (trasmisión de enfermedades), ambientales (daños en arbolado, arbustos y plantas anuales) económicos (daños en edificios, esculturas, mobiliario de jardines, etc.) y de seguridad aérea en el entorno del helipuerto de La Zarzuela”.

La misma estrategia se sigue en el complejo del Palacio de la Moncloa: se utilizan aves rapaces, como halcones, para alejar a las palomas.

Hurones contra conejos

Los conejos y las liebres “constituyen el segundo problema”. Contra ellos se utiliza “la captura mediante técnicas cetreras de bajo vuelo y el uso de hurones y capillos”, que es “lo único que puede mantenerlos a raya”.

Advierte Patrimonio Nacional que “de no efectuarse este control los daños sobre los vegetales del jardín serían cuantiosos”.

Por eso se establece que la empresa adjudicataria instalará un mantendrá algún sistema para “la reducción y control de las poblaciones objeto de control, así como la obtención de permisos, licencias o autorizaciones para dichas instalaciones, aun cuando se realicen en el interior de los edificios. No podrán utilizarse productos o técnicas no autorizadas por la legislación vigente para el control de plagas urbanas”.

Esa empresa “procederá a la recogida de los animales capturados, cuando sea éste el procedimiento utilizado en el control de la población, evitando en todo momento que dicho procedimiento cause daños innecesarios a los animales”.

Fuera de los jardines, ya en la zona del Monte de El Pardo que rodea La Zarzuela, hay jabalíes, ciervos, gamos... cuya población también controla Patrimonio Nacional.