La temporada 3 de 'The White Lotus' ha vuelto a ser de lo mejor que hay en televisión, pero nos recuerda que la serie está condenada a contradecirse a sí misma
Parece que fue ayer cuando 'The White Lotus' se presentaba como la nueva miniserie de moda de HBO. Gracias a unos guiones audaces y a un auténtico repartazo, consiguió reunir críticas espectaculares y convertirse en un fenómeno. Aquellos seis episodios fueron un visionado veraniego perfecto en 2021, y una premisa audaz de esas que parecen difíciles de repetir. Resulta que pudieron hacerlo una segunda vez, recientemente una tercera y probablemente no tengamos que esperar mucho para verlos hacer una cuarta. El término "miniserie" es un poco nebuloso en el panorama actual del streaming, y del mismo modo que ha pasado recientemente con 'Bronca' y 'Shogun', la comedia negra de Mike White también ha podido expandir su universo. Decidiendo hacerlo de forma (más o menos) antológica y con cada temporada centrada en un nuevo reparto y ubicación. Por un lado tiene todo el sentido del mundo. Hay ahora mismo pocas propuestas tan únicas y atractivas en el panorama televisivo como esta. Una comedia negra que nos permite coger las palomitas y ser auténticos voyeurs con la vida de un grupo de ricos mientras se hacen las vacaciones imposibles los unos a los otros en un hotel de 5 estrellas. De premio nos llevamos un asesinato que resolver que nos mantiene en vilo hacia el final. Por otro lado, la tercera temporada de 'The White Lotus' es un recordatorio de que no todo lo que triunfa tiene que ser necesariamente franquiciable. La serie ha mantenido en su vuelta gran parte de su magia, pero como comenta Albertini en su crítica es evidente también la falta de frescura. Sus episodios han venido acusados de problemas de ritmo, en gran medida causados por una extensión original de 6 episodios que ya se han convertido en 8. Peor aún, está también la sensación de que cuantas más temporadas de esto tenemos más parece perder el norte de lo que originalmente quería contar. La primera temporada de 'The White Lotus' era un mezquino relato con personajes que caían bastante mal a propósito, y que contenía una finura temática difícil de repetir: una crítica al turismo como forma de colonialismo moderno, perpetrado en este caso por turistas norteamericanos de la alta sociedad en Hawaii. Por contra, las nuevas temporadas han tenido que justificar su existencia de maneras más rebuscadas y quedan alejadas de la sencillez de los mensajes originales. La segunda aprovechaba su ambientación italiana y su supuesto glamour asociado para hilar historias que iban en gran medida sobre pasiones carnales. En la tercera, Mike White se apoya en los estereotipos turísticos de Tailandia, y hay un fuerte enfoque en lo espiritual, la búsqueda de la identidad y los demonios internos. Tener una tercera temporada a priori más oscura no ha desalentado al gran público de disfrutarla más que nunca. La serie tuvo récords de audiencia en su episodio más morboso, y con un final de temporada explosivo como el que ha tenido, cabe preguntarse de qué manera puede White seguir subiendo el listón para un público cada vez menos impresionable. A la vez que el interés de la audiencia sube, también sube el de la plataforma por explotar la premisa. No hemos llegado con 'The White Lotus' aún a la decisión distópica de tener un concurso reality como el de 'Los juegos del calamar', pero la cosa tampoco anda lejos. Resulta chocante la fascinación que está recibiendo esta serie por parte de agencias de viajes y marcas, hasta el punto de crear colecciones de ropa inspiradas en esta última temporada o de afectar al propio turismo de Tailandia, que se intensificó con el anuncio de la última temporada. En Xataka Tras perder un dineral, los mayores multimillonarios de EEUU se toparon con el "milagro": un repunte de patrimonio histórico Por mucho que la serie siga teniendo los dientes afilados y no se aleje de manejar temas complejos y de actualidad, hay una dicotomía imposible de esquivar en cómo todos estos temas van perdiendo fuelle cuanto más se regurgitan. La serie que criticaba el turismo de gentrificación ahora está causando exactamente lo mismo. Y uno no puede evitar pensar que todas estas supuestas irreverencias se están convirtiendo en mero atrezo que peligran en convertirla en un vacío pastiche de sí misma. En Espinof | "Te estoy poniendo al límite". El creador de 'The White Lotus' responde a la principal crítica de la temporada 3 En Espinof | Las 10 mejores series de 2025 (por ahora) - La noticia La temporada 3 de 'The White Lotus' ha vuelto a ser de lo mejor que hay en televisión, pero nos recuerda que la serie está condenada a contradecirse a sí misma fue publicada originalmente en Espinof por Miguel Solo .

Parece que fue ayer cuando 'The White Lotus' se presentaba como la nueva miniserie de moda de HBO. Gracias a unos guiones audaces y a un auténtico repartazo, consiguió reunir críticas espectaculares y convertirse en un fenómeno. Aquellos seis episodios fueron un visionado veraniego perfecto en 2021, y una premisa audaz de esas que parecen difíciles de repetir.
Resulta que pudieron hacerlo una segunda vez, recientemente una tercera y probablemente no tengamos que esperar mucho para verlos hacer una cuarta. El término "miniserie" es un poco nebuloso en el panorama actual del streaming, y del mismo modo que ha pasado recientemente con 'Bronca' y 'Shogun', la comedia negra de Mike White también ha podido expandir su universo. Decidiendo hacerlo de forma (más o menos) antológica y con cada temporada centrada en un nuevo reparto y ubicación.

Por un lado tiene todo el sentido del mundo. Hay ahora mismo pocas propuestas tan únicas y atractivas en el panorama televisivo como esta. Una comedia negra que nos permite coger las palomitas y ser auténticos voyeurs con la vida de un grupo de ricos mientras se hacen las vacaciones imposibles los unos a los otros en un hotel de 5 estrellas. De premio nos llevamos un asesinato que resolver que nos mantiene en vilo hacia el final.
Por otro lado, la tercera temporada de 'The White Lotus' es un recordatorio de que no todo lo que triunfa tiene que ser necesariamente franquiciable. La serie ha mantenido en su vuelta gran parte de su magia, pero como comenta Albertini en su crítica es evidente también la falta de frescura. Sus episodios han venido acusados de problemas de ritmo, en gran medida causados por una extensión original de 6 episodios que ya se han convertido en 8.

Peor aún, está también la sensación de que cuantas más temporadas de esto tenemos más parece perder el norte de lo que originalmente quería contar. La primera temporada de 'The White Lotus' era un mezquino relato con personajes que caían bastante mal a propósito, y que contenía una finura temática difícil de repetir: una crítica al turismo como forma de colonialismo moderno, perpetrado en este caso por turistas norteamericanos de la alta sociedad en Hawaii.
Por contra, las nuevas temporadas han tenido que justificar su existencia de maneras más rebuscadas y quedan alejadas de la sencillez de los mensajes originales. La segunda aprovechaba su ambientación italiana y su supuesto glamour asociado para hilar historias que iban en gran medida sobre pasiones carnales. En la tercera, Mike White se apoya en los estereotipos turísticos de Tailandia, y hay un fuerte enfoque en lo espiritual, la búsqueda de la identidad y los demonios internos.

Tener una tercera temporada a priori más oscura no ha desalentado al gran público de disfrutarla más que nunca. La serie tuvo récords de audiencia en su episodio más morboso, y con un final de temporada explosivo como el que ha tenido, cabe preguntarse de qué manera puede White seguir subiendo el listón para un público cada vez menos impresionable.
A la vez que el interés de la audiencia sube, también sube el de la plataforma por explotar la premisa. No hemos llegado con 'The White Lotus' aún a la decisión distópica de tener un concurso reality como el de 'Los juegos del calamar', pero la cosa tampoco anda lejos. Resulta chocante la fascinación que está recibiendo esta serie por parte de agencias de viajes y marcas, hasta el punto de crear colecciones de ropa inspiradas en esta última temporada o de afectar al propio turismo de Tailandia, que se intensificó con el anuncio de la última temporada.
Por mucho que la serie siga teniendo los dientes afilados y no se aleje de manejar temas complejos y de actualidad, hay una dicotomía imposible de esquivar en cómo todos estos temas van perdiendo fuelle cuanto más se regurgitan. La serie que criticaba el turismo de gentrificación ahora está causando exactamente lo mismo. Y uno no puede evitar pensar que todas estas supuestas irreverencias se están convirtiendo en mero atrezo que peligran en convertirla en un vacío pastiche de sí misma.
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La temporada 3 de 'The White Lotus' ha vuelto a ser de lo mejor que hay en televisión, pero nos recuerda que la serie está condenada a contradecirse a sí misma
fue publicada originalmente en
Espinof
por
Miguel Solo
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