La razón por la que pelear con tu pareja podría salvar tu relación y no, no es una broma, es ciencia

Cuando pensamos en una relación de pareja ideal, solemos imaginar un cuento de hadas sin peleas ni discusiones, pero, ¿y si te dijera que no pelear nunca podría ser una señal de alerta?

Aunque nadie disfruta los conflictos, evitarlos por completo puede ser un problema más grande de lo que creemos. Discutir no significa que la relación esté rota, al contrario, puede ser una oportunidad para fortalecer el vínculo si se hace de la manera correcta.

El miedo a la confrontación nos hace pensar que cualquier desacuerdo es peligroso, cuando en realidad, las peleas que se llevan a cabo correctamente pueden ayudarnos a conocernos mejor y construir un vínculo más sólido. Claro, no estamos hablando de gritos y peleas hirientes, sino de esos desacuerdos que nos permiten expresar lo que sentimos y solucionar lo que no nos hace bien.

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De acuerdo con Gary W. Lewandowski,un  profesor de psicología en la Universidad Monmouth una relación sin discusiones podría ser una señal de evasión de conflictos, que a la larga puede terminar mucho peor.

Así que, si tú y tu pareja nunca discuten o si prefieren callar antes que confrontar un problema, tal vez sea momento de replantear la dinámica. Aquí te explicamos por qué discutir sanamente es clave para cualquier relación y cómo aprender a hacerlo sin que se convierta en un caos.

¿Por qué discutir (bien) es saludable para la relación?

Permite expresar emociones reales
Cuando discutimos de manera sana, nos damos el espacio para expresar lo que sentimos sin filtros, guardarse las emociones por miedo a discutir solo genera resentimiento y distancia emocional.

Ayuda a identificar lo que realmente molesta
A veces, la pelea no es por lo que creemos, un enojo por no sacar la basura de la casa, podría en realidad ser una queja por sentirse poco valorada en la relación. Discutir nos ayuda a ver la raíz del problema.

Fomenta la comunicación abierta y sincera
Si evitamos hablar de los problemas, nuestra pareja nunca sabrá lo que realmente necesitamos. Las discusiones, cuando son respetuosas, abren espacios de diálogo en los que ambas partes pueden ser escuchadas.

Fortalece el vínculo emocional
Resolver conflictos juntos demuestra que ambos están comprometidos en hacer que la relación funcione, aprender a discutir sin lastimar ayuda a construir confianza y cercanía.

Nos enseña a negociar y encontrar soluciones
Una relación es de dos, y eso implica ceder y encontrar puntos medios, discutir nos obliga a buscar soluciones en las que ambos se sientan cómodos, en lugar de que solo uno se imponga.

Evita la acumulación de problemas
Las pequeñas molestias que ignoramos hoy pueden convertirse en grandes problemas mañana. Tener discusiones sanas y constantes evita que la relación se desgaste con el tiempo.

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Consejos para discutir sanamente con tu pareja

Si discutir es inevitable, al menos asegurémonos de hacerlo bien, así que aquí te dejo algunos consejos para que una pelea no termine en un desastre:

1. Escucha antes de responder
   Muchas veces estamos tan enfocadas en nuestra versión de la historia que olvidamos escuchar a la otra persona. Presta atención sin interrumpir y trata de entender su punto de vista.
2. Habla desde tu experiencia, no desde la culpa
   En lugar de decir “tú nunca me prestas atención”, intenta “me siento ignorada cuando no me escuchas”. Este pequeño cambio de enfoque evita que la conversación se vuelva un ataque.
3. Evita los insultos y las descalificaciones
   No importa qué tan enojada estés, nunca es válido faltar al respeto, las palabras pueden dejar heridas que duran más que la pelea.
4. No saques discusiones pasadas
   Si están discutiendo por algo específico, céntrate en eso. Sacar errores del pasado solo hará que la discusión se vuelva un caos sin solución.
5. Busca soluciones en lugar de ganar la pelea
   El objetivo no es ver quién tiene razón, sino encontrar una forma en la que ambos se sientan cómodos con el resultado.
6. Aprendan a hacer las paces
   No todas las peleas tienen una solución inmediata, pero un “lo siento” sincero o un abrazo pueden marcar la diferencia para seguir adelante sin resentimientos.

Las discusiones no tienen que ser el fin del mundo ni el principio del caos en tu relación, si aprendemos a usarlas como una herramienta para mejorar la comunicación y fortalecer el vínculo, pueden ser el inicio de una relación más sólida y auténtica.

Así que, la próxima vez que surja un desacuerdo, respira, aplica estos consejos y recuerda: discutir bien es mejor que no discutir nunca.

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