La nueva película de The Witcher es un desastre y Netflix debería darse por vencida con el universo de Geralt de Rivia
Netflix lo tenía todo para triunfar con The Witcher. The Witcher 3 era uno de los videojuegos…
Netflix lo tenía todo para triunfar con The Witcher. The Witcher 3 era uno de los videojuegos más vendidos de todos los tiempos y la obra de Andrzej Sapkowski, venerada y respetada en todo el mundo. Sin embargo, con el paso de los años la visión creativa de la compañía norteamericana se ha ido alejando cada vez más de lo que los fans esperábamos de ella. El cisma parecía insalvable, más aún tras la salida de Henry Cavill de la serie principal, pero The Witcher: Sirenas de las profundidades se postulaba como el último rayo de esperanza. Error.
Y es que la nueva película de The Witcher es un desastre en mayúsculas, lo que nos lleva a decir que Netflix debería darse por vencida con el universo de Geralt de Rivia, cosa que ya ha empezado a hacer. Pero comencemos por el principio, hablando (sin spoilers) de por qué The Witcher: Sirenas de las profundidades ejemplifica a la perfección en qué ha convertido Netflix las adaptaciones de los libros del autor polaco.
Por qué la nueva película de The Witcher es un desastre
Para ponernos en contexto debemos comentar que Sirenas de las profundidades es una adaptación de Un pequeño sacrificio, un relato corto incluido en el libro de Andrzej Sapkowski La espada del destino. De alguna manera, Netflix se las ha arreglado para tomar como base una historia querida por los fans que solo tiene unas pocas páginas y cambiar gran parte de su contenido, modificando su significado, su final y las motivaciones de muchos de los personajes que aparecen en el cuento. Además de ser emocionante y sorprendente, Un pequeño sacrificio era memorable por un final descorazonador. Incluso eso lo ha eliminado Netflix en pos de una aventurilla más ligera y, como de costumbre, alejada del espíritu original de la saga.
Un pequeño sacrificio cuenta la historia de amor entre un hombre y una sirena. A nadie se le escapa que Sapkowski se inspiró fuertemente en La sirenita de Hans Christian Andersen (de hecho, su obra está repleta de referencias a cuentos populares y folklore eslavo). Sin embargo, Netflix, poco amiga de las sutilezas, ha decidido ir un paso más allá e introducir una referencia aún más directa que por momentos casi convierte a Sirenas de las profundidades en una película de Disney. Y no lo digo en el buen sentido. La sensación sigue siendo que Netflix en general y Lauren Schmidt Hissrich en particular (que vuelve a actuar como productora en esta película) no entienden el universo The Witcher o bien les da igual lo que opinen los fans con tal de atraer a un público más amplio.
Essi Daven, Jaskier y Geralt de Rivia en Sirenas de las profundidades
Lo cierto es que con productos de la talla de la película anime que hoy nos ocupa no van a contentar a ninguno de los dos. La mejor muestra de que The Witcher triunfa cuando se es respetuoso con el material original son los videojuegos de CD Projekt RED. En cuanto a la animación no hay gran cosa que decir: cumple correctamente, aunque las expresiones faciales son pobres. La película abusa de las escenas de acción (que convierten a Geralt prácticamente en un acróbata) para compensar la falta de una historia emocionante. Es realmente sangrante, pues cualquiera que haya leído el relato original de Sapkowski sabrá que estamos ante uno de sus trabajos más emocionales. He sentido profunda vergüenza viendo a Geralt rebotando por las paredes y aquel «guiño» a Disney totalmente fuera de lugar. Netflix está muy desubicada con este universo.
Sin entrar en spoilers, hay un par de detalles que ejemplifican a la perfección la falta de respeto a la historia original. A Essi Daven, una de las protagonistas de este cuento, se la conoce en la obra de Sapkowski como Ojazos. Netflix ha decidido llamarla Ojillos. Por su parte, Jaskier se refiere a ella como Marioneta, a modo de apelativo cariñoso. Netflix utiliza este mote para otro personaje que no tiene nada que ver con ella. Son pequeños cambios, insignificantes en realidad, que nos muestra cómo a Netflix le da absolutamente igual el material de Sapkowski. De hecho, parece que lo hagan a propósito para desatar el enfado de los fans más acérrimos. La sensación es que los guionistas encargados de la franquicia The Witcher en Netflix se siguen creyendo mejores que el autor original. El resultado, a la vista está.
Al comienzo del artículo decíamos que lo mejor para The Witcher era que Netflix se diera por vencida con el universo de Geralt de Rivia. Ya lo están haciendo. Tras cancelar algunos proyectos previamente anunciados, Sirenas de las profundidades era lo único que le quedaba a la compañía estadounidense al margen de las dos temporadas que restan de la serie principal (el plan inicial era que fueran siete y han acabado siendo cinco). Netflix sabe que ha fracasado con The Witcher, una de sus grandes apuestas, pero quiere darle un final digno y no cortar por lo sano. Llegados a este punto y viendo que Sirenas de las profundidades es lo mejor que saben hacer, tal vez sería mejor decantarse por la segunda opción. Hacer “un pequeño sacrificio”, por así decirlo.
