La jueza reabre el caso de la muerte del dueño de Mango: caída a 150 metros de altura, acompañado de su hijo...

El fundador de la cadena de moda perdió la vida en diciembre durante una excursión familiar.

Mar 4, 2025 - 23:15
 0
La jueza reabre el caso de la muerte del dueño de Mango: caída a 150 metros de altura, acompañado de su hijo...

Casi tres meses después de la muerte de Isak Andi, el dueño de Mango, una jueza de Martorell (Barcelona) ha reabierto la investigación del caso, tal como se ha dado a conocer este martes, tras haberla archivado de forma provisional. El empresario perdió la vida el 14 de diciembre al caer de un barranco de 150 metros durante una excursión familiar en la montaña de Montserrat, un fallecimiento que los Mossos d'Esquadra calificaron de "accidental".

La titular del juzgado de instrucción número 5 de Martorell había acordado en enero el sobreseimiento provisional de las diligencias al no ver indicios de delito en los informes policiales. Entonces advirtió de que la investigación "podría reabrise en el caso de que surgiera alguna prueba que apuntara a que la caída no fue accidental", aunque, por ahora, la hipótesis principal sigue siendo la misma.

Isak Andik Ermay, de 71 años, era el máximo accionista de la cadena de moda Mango y presidente no ejecutivo. Nació en Estambul (Turquía), en el seno de una familia judía de origen sefardí, y se trasladó a Cataluña a los 14 años, donde desarrolló su carrera en el sector textil: a los 17 años ya vendía ropa y calzado por los mercadillos y más tarde abrió varias tiendas de ropa vaquera. Cuarenta años después de abrir el primer local, Andic se situó en el top 5 de la lista Forbes de las mayores fortunas de España, con un patrimonio estimado de 4.500 millones de euros.

El hijo, la única persona presente

El fundador de Mango controlaba sus negocios a través de un holding en el que también figuran sus tres hijos: Jonathan, Judith y Sarah. Precisamente, a primera hora de aquel sábado de diciembre, Andic había salido de excursión con el primero (su hijo mayor) para hacer una ruta por las cuevas de salitre de Collbató y que finalizaba en el monasterio de Montserrat, un trayecto que ya habían realizado en otras ocasiones.

Sin embargo, lo que iba a ser un día familiar se convirtió en tragedia: en el tramo final del sendero, cuando ya se encontraban de vuelta al coche, el empresario resbaló y cayó por un barranco desde unos 150 metros. Fue su hijo quien sobre las 12.39 horas llamó a Emergencias para alertar sobre lo ocurrido y pedir auxilio.

De hecho, Jonathan se trata de la única persona que estuvo presente en el momento de la caída, puesto que su padre había pedido a su responsable de seguridad que su escolta habitual no le acompañase en esta caminata, según informó entonces La Vanguardia. Por su parte, la pareja del empresario, la exgolfista profesional Estefanía Knuth, se trasladó de inmediato al lugar tras conocer la noticia.

Una muerte "accidental"

Al lugar del siniestro, que era una zona de difícil acceso, se desplazaron patrullas de seguridad ciudadana, dotaciones de Bomberos, un helicóptero y tres patrullas de los Mossos y la unidad de montaña, que fue la encargada de extraer el cuerpo de la víctima. Tras recuperar el cadáver, la autopsia estipuló que Andic se fracturó el cráneo debido a los golpes que sufrió en la caída.

Desde el accidente, los Mossos han llevado a cabo numerosas investigaciones, aunque los primeros informes incluían los resultados de la autopsia y declaraciones de testigos y familiares de Andic, que apuntaban a una "muerte accidental". Jonathan declaró que en el camino de regreso él se encontraba delante de su padre cuando, de repente, escuchó el desprendimiento de piedras. En ese momento se giró y lo único que alcanzó a ver fue cómo su padre caía al vacío, lo que le causó un estado de shock.

Reapertura del caso

Casi tres meses después, los agentes han podido explorar con detenimiento el terreno y han estudiado las circunstancias en las que se produjo el suceso. En este sentido, no es infrecuente que, en ocasiones, tras un archivo provisional, el juzgado reabra la causa para incorporar ampliaciones de atestados policiales o los resultados de las pruebas toxicológicas, que requieren de más tiempo que las autopsias según fuentes consultadas por Efe.

Por otro lado, fuentes han trasladado a El País que los investigadores se están recabando más información sobre las causas del suceso, pues las declaraciones de Jonathan parecen ser incoherentes con los resultados de la inspección sobre el terreno. Ahora bien, recalcan que no existen indicios que apunten a que el hijo del empresario haya ocultado información o haya dado datos erróneos de forma intencionada.

Por todo ello, el juzgado ha reabierto la investigación, que sigue manteniendo como principal hipótesis la muerte accidental. No obstante, todavía tienen que completar el atestado, para lo que se ha analizado el teléfono, localizado al día siguiente, y han tomado declaración a varios testigos que se encontraban en la zona.