La industria argentina midió el impacto de los aranceles de Trump: el pedido al Gobierno

El sector privado abrió grande los ojos ante el anunció de aumento de impuestos a las importaciones que afectará a petróleo, aluminio, vinos y carne entre otros alimentos. "No es bueno estar a la par de Brasil", aseguran

Abr 3, 2025 - 21:48
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La industria argentina midió el impacto de los aranceles de Trump: el pedido al Gobierno

Mientras procesa la mala noticia que significó para la Argentina afrontar un 10% de aranceles de base en el comercio con Estados Unidos, el empresariado local pone todas sus expectativas en el poder del canciller Gerardo Werthein, para negociar "punto por punto" reducciones o excepciones a favor de las exportaciones locales.

El funcionario se encuentra de gira por despachos oficiales en Washington, donde se reunió con Marco Rubio, secretario de Estado de EEUU, y con el representante comercial de la administración de Donal Trump, Howard Lutnick.

Si bien se trata de reuniones programadas con anterioridad al último anuncio arancelario, el sector privado espera que de esos encuentros salgan nuevas mesas de negociación sobre las barreras comerciales que se les impuso. 

La expectativa estaba cargada sobre aluminio y acero, que ya cuentan con un 25% de arancel; ahora se suma el sector automotriz local afectado no solo en la reconfiguración de las terminales a partir de las definiciones que tomen las casas matrices sino también en la cadena de autopartes. 

A estas tensiones, se sumó la presión sobre el sector de alimentos y bebidas con fuerte participación en el mercado norteamericano.

La actividad que hasta ayer gozaba de una tarifa de 4,6%, ahora deberá tributar 10% más; aun así, el arancel quedará por debajo al que impone la Argentina a los productos provenientes de Estados Unidos que asciende a 16%.

Desde el sector aseguraron a El Cronista que no se esperaba esta suba de aranceles y plantearon que se trata de un "golpe duro" para la industria que busca agregar valor a los productos primarios.

En general, las entidades que representan actividades privadas se encuentran en pleno análisis de los impactos; a priori, aseguran que la medida es "disruptiva" con impacto en la economía mundial.

En el caso de la Argentina, Daniel Funes de Rioja, titular de la Unión Industrial Argentina (UIA) explicó que Estados Unidos es el tercer socio comercial, y que el 67% de esas operaciones se concentran en 10 productos: petróleo, oro, aluminio, nafta, vinos, carne bovina, miel, azúcar, aceite de soja y hormonas.

En cambio, la canasta exportadora de EE.UU. es mucho más amplia con variedad de bienes industriales y de capital hasta vacunas.

"Espero que el canciller Gerardo Werthein tenga éxito porque en esta alianza y con permanente presencia de Estados Unidos en Argentina, como principal inversor, no es un dato bueno", dijo a El Cronista e líder industrial y advirtió que "estar igual que Brasil no es sencillo".

En ese punto, agregó que "cada país deberá replantear sus propias medidas" y apuntó al desequilibrio impositivo que está generando la apertura de importaciones sin reducciones de tributos en el plano interno.

Junto con el rubro alimenticio, el aumento de aranceles repercutirá en productos químicos e industriales que contaban con una tasa de 0,3%; textiles de 6,1% y metal 0,2%. Con la nueva regla, deberán adicionar un 10%. 

Riesgos de contraofensiva

Fernando Furci, directivo de la Cámara de Importadores (CIRA) explicó que "la medida rompe el paradigma de status quo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) como organismo supranacional rector de reglas básicas que los países del mundo acordaron bajo este paraguas".

"Mi primera preocupación es que esto no genere una escalada de decisiones similares de otros países hacia el resto del mundo" dijo y aseguró que "se enciende una alerta sobre cómo van a evolucionar los niveles de comercio internacional este año".

El escenario minado, también puede representar oportunidades. Así lo plantea un informe dela Fundación INAI donde describe que la tasa de 10%,  mejora las condiciones de acceso en comparación con otros competidores como la UE (20%) y Sudáfrica (30%). "Esto podría beneficiar nuestras exportaciones de vinos, aceite de oliva, azúcar y artículos de confitería".

En cambio desde el sector sojero apostaron al diálogo bilateral para suavizar el arancel y advirtieron que  las ventas de aceite -que llegaron a los u$s 700 millones- se verán afectadas, así cómo la carne vacuna, los limones, jugo de limón, el maní, la pasta al maní y el azúcar. 

Impacto directo

Desde la Cámara de exportadores  (CERA) indicaron que el problema arancelario pasó a ser un tema crítico que no era parte de la relación comercial antes del "Liberation Day". 

"El 58% de las exportaciones argentinas, fundamentalmente aceites crudos de petróleo y oro ingresaron a EE.UU. con arancel del 0%", señalaran y expresaron que al sumar los de arancel 1% la cifra asciende al 80% de las exportaciones. 

En un primer análisis del impacto, la entidad que dirige Fernando Landa aclaró que algunos productos exportados por Argentina a EE.UU. quedaron excluidos de los aranceles recíprocos, principalmente productos de petróleo, oro y carbonatos de litio, dejando con mayor afectación a productos de carnes, vinos, pesca y agro-alimentos.

Algunos productos que por  quedaron excluidos por el momento pero que podrían ser sujetos a investigaciones son bienes del sector farmacéutico, forestal y cobre, entre otros.

"No hay información sobre los productos que actualmente entran con una cuota libre de aranceles", aclaró CERA y estimó que esa cuota se mantendría, pero que los aranceles posteriores quedarían un 10% superiores. 

Sobre la afectación  para Argentina la entidad expresó que dependerá, entre otros factores, de la posición relativa en la que quede cada producto local con respecto a sus principales competidores en el mercado estadounidense.